Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Salmi 78


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BIBBIA MARTINIBIBLIA
1 Salmo di Asaph.
O Dio, son venute le nazioni nella tua eredità, han profanato il tempio tuo santo, han cangiata Gerusalemme in un tugurio da guardiani delle frutta:
1 Poema. De Asaf.
Escucha mi ley, pueblo mío,
tiende tu oído a las palabras de mi boca;
2 Han gettato i cadaveri de' tuoi servi pasto agli uccelli dell'aria, le carni de' santi tuoi alle fiere della terra.2 voy a abrir mi boca en parábolas,
a evocar los misterios del pasado.
3 Hanno sparso come acqua il loro sangue intorno a Gerusalemme, e non v' era chi desse lor sepoltura.3 Lo que hemos oído y que sabemos,
lo que nuestros padres nos contaron,
4 Siam divenuti oggetto di ignominia pe' nostri vicini; di insulto, e di scherno per que', che ci stanno all'intorno.4 no se lo callaremos a sus hijos,
a la futura generación lo contaremos:
Las alabanzas de Yahveh y su poder,
las maravillas que hizo;
5 E fino a quando, o Signore, sarai sdegnato implacabilmente, e arderà come fuoco il tuo zelo?5 él estableció en Jacob un dictamen,
y puso una ley en Israel;
El había mandado a nuestros padres
que lo comunicaran a sus hijos,
6 Scarica il tuo sdegno sopra le genti, che non ti conoscono, e sopra i regni, che non hanno invocato il tuo nome.6 que la generación siguiente lo supiera,
los hijos que habían de nacer;
y que éstos se alzaran y se lo contaran a sus hijos,
7 Perché hanno divorato Giacobbe, e han devastata la casa di lui.7 para que pusieran en Dios su confianza,
no olvidaran las hazañas de Dios,
y sus mandamientos observaran;
8 Non ti ricordare delle pristine nostre iniquità: ci prevengano prontamente le tue misericordie, perché noi siam divenuti oltre modo miserabili.8 para que no fueran, lo mismo que sus padres,
una generación rebelde y revoltosa,
generación de corazón voluble
y de espíritu desleal a Dios.
9 Aiutaci, o Dio, nostro Salvatore, e a gloria del nome tuo liberaci, e sii propizio a' peccati nostri pel nome tuo:9 Los hijos de Efraím, diestros arqueros,
retrocedieron el día del combate;
10 Affinchè non siavi forse tralle nazioni chi dica: il Dio loro dov'è? Nota sia tralle nazioni, veggenti noi,10 no guardaban la alianza hecha con Dios,
rehusaban caminar según su ley;
11 La vendetta del sangue de' servi tuoi, che è stato sparso: siano ammessi al tuo cospetto i gemiti di que',che sono in catene. Conserva col tuo gran braccio i figliuoli di que', che furono uccisi.11 tenían olvidados sus portentos,
las maravillas que él les hizo ver:
12 E rendi, o Signore, a' nostri vicini nel loro seno sette volte tanto pe' loro improperj vomitati contro di te.12 prodigios hizo a la vista de sus padres
en el país de Egipto, en los campos de Tanis.
13 Ma noi tuo popolo, e pecorelle della tua greggia ti confesseremo eternamente.
Annunzierem le lodi tue d'una in altra generazione.
13 Hendió la mar y los pasó a través,
contuvo las aguas como un dique;
14 de día los guiaba con la nube,
y cada noche con resplandor de fuego;
15 en el desierto hendió las rocas,
los abrevó a raudales sin medida;
16 hizo brotar arroyos de la peña
y descender las aguas como ríos.
17 Pero ellos volvían a pecar contra él,
a rebelarse contra el Altísimo en la estepa;
18 a Dios tentaron en su corazón
reclamando manjar para su hambre.
19 Hablaron contra Dios;
dijeron: «¿Será Dios capaz
de aderezar una mesa en el desierto?
20 «Ved que él hirió la roca,
y corrieron las aguas, fluyeron los torrentes:
¿podrá de igual modo darnos pan,
y procurar carne a su pueblo?»
21 Entonces Yahveh lo oyó y se enfureció,
un fuego se encendió contra Jacob,
y la Cólera estalló contra Israel,
22 porque en Dios no habían tenido fe
ni confiaban en su salvación.
23 Y a las nubes mandó desde lo alto,
abrió las compuertas de los cielos;
24 hizo llover sobre ellos maná para comer,
les dio el trigo de los cielos;
25 pan de Fuertes comió el hombre,
les mandó provisión hasta la hartura.
26 Hizo soplar en los cielos el solano,
el viento del sur con su poder atrajo,
27 y llovió sobre ellos carne como polvo,
y aves como la arena de los mares;
28 las dejó caer en medio de su campo,
en torno a sus moradas.
29 Comieron hasta quedar bien hartos,
así satisfizo su avidez;
30 mas aún no habían colmado su avidez,
su comida estaba aún en su boca,
31 cuando la cólera de Dios estalló contra ellos:
hizo estragos entre los más fuertes,
y abatió a la flor de Israel.
32 Mas con todo pecaron todavía,
en sus maravillas no tuvieron fe.
33 El consumió sus días con un soplo,
y sus años con espanto.
34 Cuando los mataba, le buscaban,
se convertían, se afanaban por él,
35 y recordaban que Dios era su roca,
su redentor, el Dios Altísimo.
36 Mas le halagaban con su boca,
y con su lengua le mentían;
37 su corazón no era fiel para con él,
no tenían fe en su alianza.
38 El, con todo, enternecido,
borraba las culpas y no exterminaba;
bien de veces su cólera contuvo
y no despertó todo su furor:
39 se acordaba de que ellos eran carne,
un soplo que se va y no vuelve más.
40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto,
le irritaron en aquellas soledades!
41 Otra vez a tentar a Dios volvían,
a exasperar al Santo de Israel;
42 no se acordaron de su mano,
del día en que les libró del adversario;
43 cuando hizo en Egipto sus señales,
en el campo de Tanis sus prodigios.
44 Trocó en sangre sus ríos
y sus arroyos para que no bebiesen.
45 Tábanos les mandó que los comieron,
y ranas que los infestaron;
46 entregó a la langosta sus cosechas,
el fruto de su afán al saltamontes;
47 asoló con granizo sus viñedos,
y con la helada sus sicómoros;
48 entregó sus ganados al pedrisco
y a los rayos sus rebaños.
49 Lanzó contra ellos el fuego de su cólera,
indignación, enojo y destrucción,
tropel de mensajeros de desgracias;
50 libre curso dio a su ira.
No preservó sus almas de la muerte,
a la peste sus vidas entregó;
51 hirió en Egipto a todo primogénito,
las primicias de la raza en las tiendas de Cam.
52 Y sacó a su pueblo como ovejas,
cual rebaño los guió por el desierto;
53 los guió en seguro, sin temor,
mientras el mar cubrió a sus enemigos;
54 los llevó a su término santo,
a este monte que su diestra conquistó;
55 arrojó a las naciones ante ellos;
a cordel les asignó una heredad,
y estableció en sus tiendas las tribus de Israel.
56 Pero ellos le tentaron, se rebelaron contra el Dios Altísimo,
se negaron a guardar sus dictámenes,
57 se extraviaron, infieles, lo mismo que sus padres,
se torcieron igual que un arco indócil:
58 le irritaron con sus altos,
con sus ídolos excitaron sus celos.
59 Dios lo oyó y se enfureció,
desechó totalmente a Israel;
60 abandonó la morada de Silo,
la tienda en que habitaba entre los hombres.
61 Mandó su fuerza al cautiverio,
a manos del adversario su esplendor;
62 entregó su pueblo a la espada,
contra su heredad se enfureció.
63 El fuego devoró a sus jóvenes,
no hubo canto nupcial para sus vírgenes;
64 sus sacerdotes cayeron a cuchillo,
sus viudas no entonaron lamentos.
65 Entonces despertó el Señor como un durmiente,
como un bravo vencido por el vino;
66 hirió a sus adversarios en la espalda,
les infligió un oprobio eterno.
67 Desechó la tienda de José,
y no eligió a la tribu de Efraím;
68 mas eligió a la tribu de Judá,
el monte Sión al cual amaba.
69 Construyó como las alturas del cielo su santuario,
como la tierra que fundó por siempre.
70 Y eligió a David su servidor,
le sacó de los apriscos del rebaño,
71 le trajo de detrás de las ovejas,
para pastorear a su pueblo Jacob,
y a Israel, su heredad.
72 El los pastoreaba con corazón perfecto,
y con mano diestra los guiaba.