Scrutatio

Lunedi, 29 aprile 2024 - Santa Caterina da Siena ( Letture di oggi)

Psalmi 102


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VULGATAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Ipsi David. Benedic, anima mea, Domino,
et omnia quæ intra me sunt nomini sancto ejus.
1 Oración del afligido que, en su angustia, derrama su llanto ante el Señor.

2 Benedic, anima mea, Domino,
et noli oblivisci omnes retributiones ejus.
2 Señor, escucha mi oración

y llegue a ti mi clamor;

3 Qui propitiatur omnibus iniquitatibus tuis ;
qui sanat omnes infirmitates tuas :
3 no me ocultes tu rostro

en el momento del peligro;

inclina hacia mí tu oído,

respóndeme pronto, cuando te invoco.

4 qui redimit de interitu vitam tuam ;
qui coronat te in misericordia et miserationibus :
4 Porque mis días se disipan como el humo,

y mis huesos arden como brasas;

5 qui replet in bonis desiderium tuum ;
renovabitur ut aquilæ juventus tua :
5 mi corazón se seca, marchitado como la hierba,

¡y hasta me olvido de comer mi pan!

6 faciens misericordias Dominus,
et judicium omnibus injuriam patientibus.
6 Los huesos se me pegan a la piel,

por la violencia de mis gemidos.

7 Notas fecit vias suas Moysi ;
filiis Israël voluntates suas.
7 Me parezco a una lechuza del desierto,

soy como el búho entre las ruinas;

8 Miserator et misericors Dominus :
longanimis, et multum misericors.
8 estoy desvelado, y me lamento

como un pájaro solitario en el tejado;

9 Non in perpetuum irascetur,
neque in æternum comminabitur.
9 mis enemigos me insultan sin cesar,

y enfurecidos, me cubren de imprecaciones.

10 Non secundum peccata nostra fecit nobis,
neque secundum iniquitates nostras retribuit nobis.
10 Yo como ceniza en vez de pan

y mezclo mi bebida con lágrimas,

11 Quoniam secundum altitudinem cæli a terra,
corroboravit misericordiam suam super timentes se ;
11 a causa de tu indignación y tu furor,

porque me alzaste en alto y me arrojaste.

12 quantum distat ortus ab occidente,
longe fecit a nobis iniquitates nostras.
12 Mis días son como sombras que se agrandan,

y me voy secando como la hierba.

13 Quomodo miseretur pater filiorum,
misertus est Dominus timentibus se.
13 Pero tú, Señor, reinas para siempre,

y tu Nombre permanece eternamente.

14 Quoniam ipse cognovit figmentum nostrum ;
recordatus est quoniam pulvis sumus.
14 Tú te levantarás, te compadecerás de Sión,

porque ya es hora de tenerle piedad,

ya ha llegado el momento señalado:

15 Homo, sicut f?num dies ejus ;
tamquam flos agri, sic efflorebit :
15 tus servidores sienten amor por esas piedras

y se compadecen de esas ruinas.

16 quoniam spiritus pertransibit in illo, et non subsistet,
et non cognoscet amplius locum suum.
16 Las naciones temerán tu Nombre, Señor,

y los reyes de la tierra se rendirán ante tu gloria:

17 Misericordia autem Domini ab æterno,
et usque in æternum super timentes eum.
Et justitia illius in filios filiorum,
17 cuando el Señor reedifique a Sión

y aparezca glorioso en medio de ella;

18 his qui servant testamentum ejus,
et memores sunt mandatorum ipsius ad faciendum ea.
18 cuando acepte la oración del desvalido

y no desprecie su plegaria.

19 Dominus in cælo paravit sedem suam,
et regnum ipsius omnibus dominabitur.
19 Quede esto escrito para el tiempo futuro

y un pueblo renovado alabe al Señor:

20 Benedicite Domino, omnes angeli ejus :
potentes virtute, facientes verbum illius,
ad audiendam vocem sermonum ejus.
20 porque él se inclinó desde su alto Santuario

y miró a la tierra desde el cielo,

21 Benedicite Domino, omnes virtutes ejus ;
ministri ejus, qui facitis voluntatem ejus.
21 para escuchar el lamento de los cautivos

y librar a los condenados a muerte.

22 Benedicite Domino, omnia opera ejus :
in omni loco dominationis ejus,
benedic, anima mea, Domino.
22 para proclamar en Sión el nombre del Señor

y su alabanza en Jerusalén,

23 cuando se reúnan los pueblos y los reinos,

y sirvan todos juntos al Señor.

24 Mis fuerzas se debilitaron por el camino

y se abreviaron mis días;

25 pero yo digo: «Dios mío,

no me lleves en la mitad de mi vida,

tú que permaneces para siempre».

26 En tiempos remotos, fundaste la tierra,

y el cielo es obra de tus manos;

27 ellos se acaban, y tú permaneces:

se desgastan lo mismo que la ropa,

los cambias como a un vestido, y ellos pasan.

28 Tú, en cambio, eres siempre el mismo,

y tus años no tienen fin.

29 Los hijos de tus servidores tendrán una morada

y su descendencia estará segura ante ti.