Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Psalmi 35


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VULGATAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 In finem. Servo Domini ipsi David.1 De David.

Combate, Señor, a los que me atacan,

pelea contra los que me hacen la guerra.

2 Dixit injustus ut delinquat in semetipso :
non est timor Dei ante oculos ejus.
2 Toma el escudo y el broquel,

levántate y ven en mi ayuda;

3 Quoniam dolose egit in conspectu ejus,
ut inveniatur iniquitas ejus ad odium.
3 empuña la lanza y la jabalina

para enfrentar a mis perseguidores;

dime: «Yo soy tu salvación».

4 Verba oris ejus iniquitas, et dolus ;
noluit intelligere ut bene ageret.
4 Que sufran una derrota humillante

los que intentan quitarme la vida;

que vuelvan la espalda confundidos

los que traman mi perdición.

5 Iniquitatem meditatus est in cubili suo ;
astitit omni viæ non bonæ :
malitiam autem non odivit.
5 Que sean como la paja ante el viento,

mientras el Angel del Señor los arrastra;

6 Domine, in cælo misericordia tua,
et veritas tua usque ad nubes.
6 que su camino sea oscuro y resbaladizo,

mientras el Angel del Señor los persigue.

7 Justitia tua sicut montes Dei ;
judicia tua abyssus multa.
Homines et jumenta salvabis, Domine,
7 Porque me tendieron sus redes sin motivo

y me cavaron una fosa mortal:

8 quemadmodum multiplicasti misericordiam tuam, Deus.
Filii autem hominum in tegmine alarum tuarum sperabunt.
8 ¡que los sorprenda un desastre imprevisto;

que sean atrapados por sus propias redes,

y caigan en la fosa que ellos mismos cavaron!

9 Inebriabuntur ab ubertate domus tuæ,
et torrente voluptatis tuæ potabis eos :
9 Pero yo me alegraré en el Señor,

me regocijaré por su victoria;

10 quoniam apud te est fons vitæ,
et in lumine tuo videbimus lumen.
10 todo mi ser proclamará:

«Señor, no hay nadie igual a ti;

tú libras al débil de las manos del más fuerte,

y al pobre, de aquel que lo despoja».

11 Prætende misericordiam tuam scientibus te,
et justitiam tuam his qui recto sunt corde.
11 Se presentan contra mí testigos falsos;

me piden cuenta de cosas que ignoro;

12 Non veniat mihi pes superbiæ,
et manus peccatoris non moveat me.
12 me devuelven mal por bien,

dejando mi alma desolada.

13 Ibi ceciderunt qui operantur iniquitatem ;
expulsi sunt, nec potuerunt stare.
13 Yo, en cambio, cuando ellos estaban enfermos,

me cubría con ropas de penitente,

afligía mi alma con ayunos

y oraba con la cabeza inclinada.

14 Ellos eran para mí como un amigo o un hermano,

y yo andaba triste y abatido,

como quien llora la muerte de su madre.

15 Pero cuando tropecé ellos se alegraron,

se juntaron todos contra mí

y me golpearon sorpresivamente;

me desgarraban sin cesar,

16 se burlaban de mí con crueldad

y rechinaban contra mí sus dientes.

17 Señor, ¿cuánto tiempo vas a tolerarlo?

Líbrame de los animales rugientes,

salva mi vida de los leones;

18 y te daré gracias en la gran asamblea,

te alabaré en medio de una multitud.

19 ¡Que no canten victoria mis enemigos traicioneros,

ni se guiñen el ojo los que me odian sin motivo!

20 Ellos no hablan de paz,

sino que atacan a los oprimidos de la tierra;

traman planes engañosos

21 y se ríen de mí a carcajadas, diciendo:

«Lo hemos visto con nuestros propios ojos».

22 Tú también lo has visto, Señor, no te calles;

no te quedes lejos de mí, Señor;

23 ¡despiértate, levántate, Dios mío,

Señor mío, defiende mi causa!

24 Júzgame según tu justicia, Señor;

Dios mío, que no canten victoria sobre mí;

25 que no piensen: «Se cumplió nuestro deseo»,

ni digan: «Lo hemos devorado».

26 Que sufran una derrota humillante

los que se alegran de mi desgracia;

que se cubran de confusión y de vergüenza

los que se envalentonan contra mí.

27 Canten, en cambio, y alégrense,

los que desean mi triunfo;

los que desean mi felicidad,

repitan siempre: «¡Qué grande es el Señor

que en la paz de su siervo se complace!».

28 Entonces mi lengua pregonará tu justicia,

y cada día proclamaré tu alabanza.