Scrutatio

Lunedi, 29 aprile 2024 - Santa Caterina da Siena ( Letture di oggi)

Psalmi 19


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VULGATABIBLIA
1 In finem. Psalmus David.1 Del maestro de coro. Salmo. De David.
2 Exaudiat te Dominus in die tribulationis ;
protegat te nomen Dei Jacob.
2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
la obra de sus manos anuncia el firmamento;
3 Mittat tibi auxilium de sancto,
et de Sion tueatur te.
3 el día al día comunica el mensaje,
y la noche a la noche trasmite la noticia.
4 Memor sit omnis sacrificii tui,
et holocaustum tuum pingue fiat.
4 No es un mensaje, no hay palabras,
ni su voz se puede oír;
5 Tribuat tibi secundum cor tuum,
et omne consilium tuum confirmet.
5 mas por toda la tierra se adivinan los rasgos,
y sus giros hasta el confín del mundo.
En el mar levantó para el sol una tienda,
6 Lætabimur in salutari tuo ;
et in nomine Dei nostri magnificabimur.
6 y él, como un esposo que sale de su tálamo,
se recrea, cual atleta, corriendo su carrera.
7 Impleat Dominus omnes petitiones tuas ;
nunc cognovi quoniam salvum fecit Dominus christum suum.
Exaudiet illum de cælo sancto suo,
in potentatibus salus dexteræ ejus.
7 A un extremo del cielo es su salida,
y su órbita llega al otro extremo,
sin que haya nada que a su ardor escape.
8 Hi in curribus, et hi in equis ;
nos autem in nomine Domini Dei nostri invocabimus.
8 La ley de Yahveh es perfecta,
consolación del alma,
el dictamen de Yahveh, veraz,
sabiduría del sencillo.
9 Ipsi obligati sunt, et ceciderunt ;
nos autem surreximus, et erecti sumus.
9 Los preceptos de Yahveh son rectos,
gozo del corazón;
claro el mandamiento de Yahveh,
luz de los ojos.
10 Domine, salvum fac regem,
et exaudi nos in die qua invocaverimus te.
10 El temor de Yahveh es puro,
por siempre estable;
verdad, los juicios de Yahveh,
justos todos ellos,
11 apetecibles más que el oro,
más que el oro más fino;
sus palabras más dulces que la miel,
más que el jugo de panales.
12 Por eso tu servidor se empapa en ellos,
gran ganancia es guardarlos.
13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
De las faltas ocultas límpiame.
14 Guarda también a tu siervo del orgullo,
no tenga dominio sobre mí.
Entonces seré irreprochable,
de delito grave exento.
15 ¡Sean gratas las palabras de mi boca,
y el susurro de mi corazón,
sin tregua ante ti, Yahveh,
roca mía, mi redentor.