Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Psalmi 27


font
VULGATABIBLIA
1 Psalmus ipsi David. Ad te, Domine, clamabo ; Deus meus, ne sileas a me :
nequando taceas a me, et assimilabor descendentibus in lacum.
1 De David.
Yahveh es mi luz y mi salvación,
¿a quién he de temer?
Yahveh, el refugio de mi vida,
¿por quién he de temblar?
2 Exaudi, Domine, vocem deprecationis meæ dum oro ad te ;
dum extollo manus meas ad templum sanctum tuum.
2 Cuando se acercan contra mí los malhechores
a devorar mi carne,
son ellos, mis adversarios y enemigos,
los que tropiezan y sucumben.
3 Ne simul trahas me cum peccatoribus,
et cum operantibus iniquitatem ne perdas me ;
qui loquuntur pacem cum proximo suo,
mala autem in cordibus eorum.
3 Aunque acampe contra mí un ejército,
mi corazón no teme;
aunque estalle una guerra contra mí,
estoy seguro en ella.
4 Da illis secundum opera eorum,
et secundum nequitiam adinventionum ipsorum.
Secundum opera manuum eorum tribue illis ;
redde retributionem eorum ipsis.
4 Una cosa he pedido a Yahveh,
una cosa estoy buscando:
morar en la Casa de Yahveh,
todos los días de mi vida,
para gustar la dulzura de Yahveh
y cuidar de su Templo.
5 Quoniam non intellexerunt opera Domini,
et in opera manuum ejus destrues illos,
et non ædificabis eos.
5 Que él me dará cobijo en su cabaña
en día de desdicha;
me esconderá en lo oculto de su tienda,
sobre una roca me levantará.
6 Benedictus Dominus,
quoniam exaudivit vocem deprecationis meæ.
6 Y ahora se alza mi cabeza
sobre mis enemigos que me hostigan;
en su tienda voy a sacrificar.
sacrificios de aclamación.
Cantaré, salmodiaré a Yahveh.
7 Dominus adjutor meus et protector meus ;
in ipso speravit cor meum, et adjutus sum :
et refloruit caro mea,
et ex voluntate mea confitebor ei.
7 Escucha, Yahveh, mi voz que clama,
¡tenme piedad, respóndeme!
8 Dominus fortitudo plebis suæ,
et protector salvationum christi sui est.
8 Dice de ti mi corazón:
«Busca su rostro».
Sí, Yahveh, tu rostro busco:
9 Salvum fac populum tuum, Domine, et benedic hæreditati tuæ ;
et rege eos, et extolle illos usque in æternum.
9 No me ocultes tu rostro.
No rechaces con cólera a tu siervo;
tú eres mi auxilio.
No me abandones, no me dejes,
Dios de mi salvación.
10 Si mi padre y mi madre me abandonan,
Yahveh me acogerá.
11 Enséñame tu camino, Yahveh,
guíame por senda llana,
por causa de los que me asechan;
12 no me entregues al ansia de mis adversarios,
pues se han alzado contra mí falsos testigos,
que respiran violencia.
13 ¡Ay, si estuviera seguro de ver la bondad de Yahveh
en la tierra de los vivos!
14 Espera en Yahveh, ten valor y firme corazón,
espera en Yahveh.