Scrutatio

Venerdi, 26 aprile 2024 - San Marcellino ( Letture di oggi)

Eclesiástico/Ben Sirá 17


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1De la tierra creó el Señor al hombre,
y de nuevo le hizo volver a ella.
2Días contados le dio y tiempo fijo,
y dioles también poder sobre las cosas de la tierra.
3De una fuerza como la suya los revistió,
a su imagen los hizo.
4Sobre toda carne impuso su temor
para que dominara a fieras y volátiles.
6Les formó lengua, ojos,
oídos, y un corazón para pensar.
7De saber e inteligencia los llenó,
les enseñó el bien y el mal.
8Puso su ojo en sus corazones,
para mostrarles la grandeza de sus obras.
10Por eso su santo nombre alabarán,
contando la grandeza de sus obras.
11Aun les añadió el saber,
la ley de vida dioles en herencia.
12Alianza eterna estableció con ellos,
y sus juicios les enseñó.
13Los ojos de ellos vieron la grandeza de su gloria,
la gloria de su voz oyeron sus oídos.
14Y les dijo: «Guardaos de toda iniquidad»,
y a cada cual le dio órdenes respecto de su prójimo.
15Sus caminos están ante él en todo tiempo,
no se ocultan a sus ojos.
17A cada nación asignó un jefe,
mas la porción del Señor es Israel.
19Todas sus obras están ante él, igual que el sol,
e incesantes sus ojos sobre sus caminos.
20No se le ocultan sus iniquidades,
todos sus pecados están ante el Señor.
22La limosna del hombre es como un sello para él,
el favor del hombre lo guarda como la pupila de sus
ojos.
23Después se levantará y les retribuirá,
sobre su cabeza pondrá su recompensa.
24Pero a los que se arrepienten les concede retorno,
y consuela a los que perdieron la esperanza.
25Conviértete al Señor y deja tus pecados,
suplica ante su faz y quita los obstáculos.
26Vuélvete al Altísimo y apártate de la injusticia,
odia con toda el alma la abominación.
27¿Quién en el seol alabará al Altísimo
si los vivientes no le dan gloria?
28No hay alabanza que venga de muerto, como de quien no existe;
es el que vive y goza de salud quien alaba al Señor.
29¡Qué grande es la misericordia del Señor,
y su perdón para los que a él se convierten!
30Pues no todo puede estar en poder de los hombres,
que no es inmortal el hijo de hombre.
31¿Qué hay más luminoso que el sol? Con todo, desaparece.
Mas la carne y la sangre sólo el mal conciben.
32Al ejército de lo alto de los cielos pasa él revista,
pero polvo y ceniza son los hombres.