Scrutatio

Venerdi, 19 aprile 2024 - San Leone IX Papa ( Letture di oggi)

Eclesiástico/Ben Sirá 16


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1No desees multitud de hijos malvados,
no te goces en tener hijos impíos.
2Aunque sean muchos, no te goces en ellos,
si con ellos no se halla el temor del Señor.
3No pongas en su vida tu confianza,
ni te creas seguro por ser muchos,
que más vale uno que mil,
y morir sin hijos que tener hijos impíos.
4Pues uno solo inteligente poblará una ciudad
mas la raza de los sin ley quedará despoblada.
5Muchas cosas así han visto mis ojos,
y más graves aún oyeron mis oídos.
6En la reunión de los pecadores prende el fuego,
contra la nación rebelde se inflama la Cólera.
7No perdonó él a los antiguos gigantes
que se rebelaron fiados de su fuerza.
8No pasó por alto al vecindario de Lot,
a los que abominaba por su orgullo.
9No se apiadó de la nación perdida,
de los que estaban engreídos en sus pecados.
10Igual trató a los seiscientos mil de a pie
que se habían unido en la dureza de su corazón.
11Aunque fuera uno solo el de dura cerviz,
sería asombroso que quedara impune.
Pues misericordia e ira están con El,
tan poderoso en perdón como pródigo en ira.
12Tan grande como su misericordia es su severidad,
según sus obras juzga al hombre.
13No escapará el pecador con su rapiña,
ni quedará fallida la paciencia del piadoso.
14Para toda limosna tiene él un sitio,
cada cual hallará según sus obras.
17No digas: «Del Señor me esconderé,
y ¿quién allá arriba se acordará de mí?
Entre la gran muchedumbre no seré reconocido,
pues ¿qué soy yo en la inmensa creación?»
18Mira, el cielo, y el cielo de los cielos,
el abismo y la tierra serán sacudidos a la hora de su
visita.
19A una los montes y los cimientos de la tierra
bajo su mirada temblarán de espanto.
20Mas en todo esto no piensa el corazón del hombre,
y en sus caminos, ¿quién repara?
21Hay tempestad que no ve el hombre,
y la mayoría de sus obras se hacen en secreto.
22«Las obras de la justicia, ¿quién las anuncia?
¿quién las aguarda? ¡Pues la alianza está lejos!»
23Esto piensa el ruin de corazón;
el estúpido, el perdido, sólo piensa necedades.
24Escúchame, hijo, y el saber aprende,
aplica tu corazón a mis palabras.
25Con mesura te revelaré la doctrina,
con precisión anunciaré el saber.
26Cuando creó el Señor sus obras desde el principio,
desde que las hizo les asignó su puesto.
27Ordenó para la eternidad sus obras,
desde sus comienzos por todas sus edades.
Ni tienen hambre ni se cansan,
y eso que no abandonan su tarea.
28Ninguna choca con otra,
jamás desobedecen su palabra.
29Después de esto el Señor miró a la tierra,
y de sus bienes la colmó.
30De todo ser viviente cubrió su faz,
y a ella vuelven todos.