Scrutatio

Giovedi, 25 aprile 2024 - San Marco ( Letture di oggi)

Eclesiástico/Ben Sirá 26


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1Por amor a la ganancia han pecado muchos,
el que trata de enriquecerse desvía la mirada.
1Feliz el marido de mujer buena,
el número de sus días se duplicará.
2Entre dos piedras juntas se planta una estaca,
y entre venta y compra se introduce el pecado.
2Mujer varonil da contento a su marido,
que acaba en paz la suma de sus años.
3Quien no se aferra enseguida al temor del Señor,
pronto verá derruida su casa.
3Mujer buena es buena herencia,
asignada a los que temen al Señor:
4Cuando la criba se sacude, quedan los desechos;
así en su reflexión se ven las vilezas del hombre.
4sea rico o pobre, su corazón es feliz,
en todo tiempo alegre su semblante.
5El horno prueba las vasijas de alfarero,
la prueba del hombre está en su razonamiento.
5Tres cosas hay que teme mi corazón,
y una cuarta me espanta:
desunión de ciudad, motín de plebe,
y falsa acusación: todo ello más penoso que la muerte;
6pero dolor de corazón y duelo es una mujer celosa de otra,
látigo de lengua que con todos se enzarza.
6El fruto manifiesta el cultivo del árbol;
así la palabra, el del pensamiento del corazón humano.
7Antes que se pronuncie no elogies a nadie,
que esa es la prueba de los hombres.
7Yugo mal sujeto es la mujer mala,
tratar de dominarla es como agarrar un escorpión.
8Si persigues la justicia, la alcanzarás,
y la revestirás como túnica de gloria.
8Blanco de gran ira es la mujer bebedora,
no podrá ocultar su ignominia.
9Los pájaros van a posarse donde sus semejantes,
la verdad vuelve a quienes la practican.
9La lujuria de la mujer se ve en la procacidad de sus ojos,
en sus párpados se reconoce.
10El león acecha a su presa,
así el pecado a los que practican la injusticia.
10Sobre hija desenvuelta refuerza la guardia,
no sea que, si ve descuido, se aproveche.
11La conversación del piadoso es siempre sabiduría,
mas el insensato cambia como la luna.
11Guárdate de ir tras ojos descarados,
no te extrañes si te llevan al mal.
12Cual caminante sediento abre ella la boca,
y de toda agua que se topa bebe;
ante toda clavija de tienda, impúdica, se sienta,
y a toda flecha abre su aljaba.
12En medio de imbéciles aguarda tu momento,
entre los que piensan demórate.
13La gracia de la mujer recrea a su marido,
y su ciencia reconforta sus huesos.
13La conversación de los necios es algo irritante,
su risa estalla en la molicie del pecado.
14Un don del Señor la mujer silenciosa,
no tiene precio la bien educada.
14El hablar del jurador eriza los cabellos,
ante sus disputas se tapan los oídos.
15Disputa de orgullosos trae efusión de sangre,
sus injurias son penosas de oír.
15Gracia de gracias la mujer pudorosa,
no hay medida para pesar a la dueña de sí misma.
16Quien revela los secretos, pierde el crédito,
no encontrará jamás amigo íntimo.
16Sol que sale por las alturas del Señor
es la belleza de la mujer buena en una casa en orden.
17Ama a tu amigo y confíate a él,
mas si revelas sus secretos, deja de ir tras él;
17Lámpara que brilla en sagrado candelero
es la hermosura de un rostro sobre un cuerpo esbelto.
18porque como el que mata elimina a su víctima,
así has destruido la amistad de tu compañero.
18Columnas de oro sobre basas de plata,
las bellas pierras sobre talones firmes.
19Como a pájaro que soltaste de tu mano,
así has perdido a tu compañero y no lo recobrarás.
20No vayas en su busca, porque se fue lejos,
huyó como gacela de la red.
21Que la herida puede ser vendada,
y para la injuria hay reconciliación,
pero el que reveló el secreto, perdió toda esperanza.
22Quien guiña el ojo, anda urdiendo el mal,
nadie podrá apartarle de él.
23Ante tus ojos pone dulce su boca,
y por tus palabras muestra admiración;
mas después cambia de lenguaje,
y con tus palabras anda dando escándalo.
24Muchas cosas detesto, mas nada como a éste,
y también el Señor le detesta.
25Quien tira una piedra al aire, sobre su propia cabeza la tira,
el golpe a traición devuelve heridas.
26Quien cava una fosa, caerá en ella,
quien tiende una red, en ella quedará preso.
27Quien hace el mal, lo verá caer sobre sí
sin saber de dónde le viene.
28Escarnio y ultraje son cosa de orgulloso,
mas la venganza como león le acecha.
28Dos cosas entristecen mi corazón
y la tercera me produce mal humor:
el guerrero que desfallece de indigencia,
los inteligentes cuando son menospreciados,
y el que de la justicia al pecado reincide:
el Señor le destina a la espada.
29Caerán en la red los que se alegran de la caída de los
piadosos,
el dolor los consumirá antes de su muerte.
29Difícilmente se libra de falta el negociante,
el comerciante no quedará limpio de pecado.

SIRÁCIDA Cap.27
30Rencor e ira son también abominables,
esa es la propiedad del pecador.