Scrutatio

Venerdi, 29 marzo 2024 - Santi Simplicio e Costantino ( Letture di oggi)

Eclesiástico/Ben Sirá 4


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1Hijo, no prives al pobre del sustento,
ni dejes en suspenso los ojos suplicantes.
2No entristezcas al que tiene hambre,
no exasperes al hombre en su indigencia.
3No te ensañes con el corazón exasperado,
no hagas esperar la dádiva al mendigo.
4No rechaces al suplicante atribulado,
ni apartes tu rostro del pobre.
5No apartes del mendigo tus ojos,
ni des a nadie ocasión de maldecirte.
6Pues si maldice en la amargura de su alma,
su Hacedor escuchará su imprecación.
7Hazte querer de la asamblea,
ante un grande baja tu cabeza.
8Inclina al pobre tus oídos,
responde a su saludo de paz con dulzura.
9Arranca al oprimido de manos del opresor,
y a la hora de juzgar no seas pusilánime.
10Sé para los huérfanos un padre,
haz con su madre lo que hizo su marido.
Y serás como un hijo del Altísimo;
él te amará más que tu madre.
11La sabiduría a sus hijos exalta,
y cuida de los que la buscan.
12El que la ama, ama la vida,
los que en su busca madrugan serán colmados de
contento.
13El que la posee tendrá gloria en herencia,
dondequiera que él entre, le bendecirá el Señor.
14Los que la sirven, rinden culto al Santo,
a los que la aman, los ama el Señor.
15El que la escucha, juzgará a las naciones,
el que la sigue, su tienda montará en seguro.
16Si se confía a ella, la poseerá en herencia,
y su posteridad seguirá poseyéndola.
17Pues, al principio, le llevará por recovecos,
miedo y pavor hará caer sobre él,
con su disciplina le atormentará
hasta que tenga confianza en su alma
y le pondrá a prueba con sus preceptos,
18mas luego le volverá al camino recto, le regocijará
y le revelará sus secretos.
19Que si él se descarría, le abandonará,
y le dejará a merced de su propia caída.
20Ten en cuenta el momento y guárdate del mal,
no te avergüences de ti mismo.
21Porque hay una vergüenza que conduce al pecado,
y otra vergüenza hay que es gloria y gracia.
22No tengas miramientos en contra de ti mismo,
y no mudes de color por tu caída.
23No contengas la palabra cuando pueda salvar,
y no escondas tu sabiduría.
24Que la sabiduría se da a conocer en la palabra,
y la educación en los discursos de la lengua.
25A la verdad no contradigas,
mas ruborízate de no estar educado.
26No te avergüences de confesar tus pecados,
no te opongas a la corriente del río.
27No te aplanes ante el hombre insensato,
ni tengas miramiento al poderoso.
28Hasta la muerte por la verdad combate,
y el Señor Dios peleará por ti.
29No seas atrevido con tu lengua,
ni perezoso y negligente en tus obras.
30No seas un león en tu casa
y un corbade entre tus servidores.
31No sea tu mano abierta para recibir,
y cerrada para dar.