Scrutatio

Sabato, 20 aprile 2024 - Beata Chiara Bosatta ( Letture di oggi)

Eclesiástico/Ben Sirá 11


font

1La sabiduría del humilde le hace erguir la cabeza,
y le da asiento entre los grandes.
2No alabes nunca a un hombre por su buen parecer,
ni abomines de nadie por su aspecto.
3Pequeña entre los que vuelan es la abeja,
mas lo que ella elabora es lo más dulce.
4No te gloríes del manto que te envuelve,
el día de la gloria no te engrías;
pues admirables son las obras del Señor,
pero están ocultas a los hombres.
5Muchos tiranos se sentaron en el suelo,
y un desconocido se puso la diadema.
6Muchos poderosos fueron muy deshonrados,
y hombres ilustres entregados a otras manos.
7Sin haberte informado no reprendas,
reflexiona primero y haz luego tu reproche.
8Sin haber escuchado no respondas
ni interrumpas en medio del discuro.
9Por lo que no te incumbe no discutas,
y en las contiendas de los pecadores no te mezcles.
10Hijo, no te metas en múltiples asuntos,
si los multiplicas no saldrás bien parado;
aunque los persigas no los alcanzarás
ni podrás escapar aunque quieras huir.
11Hay quien se agota, se fatiga y se apresura,
y cuanto más, más tarde llega.
12Hay quien es débil, necesitado de apoyo,
falto de bienes y sobrado de pobreza,
mas los ojos del Señor le miran para bien,
él le recobra de su humillación.
13Levanta su cabeza,
y por él se admiran muchos.
14Bienes y males, vida y muerte,
pobreza y riqueza vienen del Señor.
17El don del Señor con los piadosos permanece,
y su complacencia les lleva por buen camino para
siempre.
18Hay quien se hace rico a fuerza de engaño y avaricia,
y esta es la parte de su recompensa:
19cuando dice: «Ya he logrado reposo,
ahora voy a comer de mis bienes»,
no sabe qué tiempo va a venir,
morirá y se lo dejará a otros.
20Manténte en tu quehacer y conságrate a él,
en tu tarea envejece.
21No te admires de las obras del pecador,
confía en el Señor y en tu esfuerzo persevera.
Que es cosa fácil a los ojos del Señor
enriquecer de golpe al indigente.
22La bendición del Señor es la recompensa del piadoso,
y en un instante hace florecer su bendición.
23No digas: «¿De qué he menester?
o ¿qué bienes me vendrán todavía?»
24No digas: «Tengo bastante con ellos,
¿qué mal puede alcanzarme ahora?»
25Día de bienes, olvido de males,
día de males, olvido de bienes.
26Que es fácil al Señor, el día de la muerte,
pagar a cada uno según su proceder.
27El mal de una hora el placer hace olvidar,
al final del hombre se descubren sus obras.
28Antes del fin no llames feliz a nadie,
que sólo a su término es conocido el hombre.
29No metas a cualquiera en tu casa,
que son muchos los lazos del taimado.
30Perdiz cautiva en su jaula, tal es el corazón del orgulloso,
como el espía acecha tu caída.
31Cambiando el bien por el mal, está al acecho,
y a las cosas más limpias pone mancha.
32Con una chispa se enciende un brasero,
así el pecador tiende lazos en busca de sangre.
33Guárdate del malvado, porque maquina el mal,
no sea que te manche para siempre.
34Mete en casa al extraño, y te traerá el desorden,
te hará extraño a tu propia familia.