Scrutatio

Mercoledi, 24 aprile 2024 - San Fedele da Sigmaringen ( Letture di oggi)

Eclesiástico/Ben Sirá 31


font

1El insomnio por la riqueza consume las carnes,
las preocupaciones que trae ahuyentan el sueño.
2Las preocupaciones del día impiden dormir,
la enfermedad grave quita el sueño.
3Se afana el rico por juntar riquezas,
y cuando descansa, se hastía de sus placeres.
4Se afana el pobre por falta de sustento,
y cuando descansa, se acaba en la indigencia.
5El que ama el oro no se verá justificado,
el que anda tras el lucro se extraviará en él.
6Muchos se arruinaron por causa del oro,
su perdición la tenían delante.
7Es leño de tropiezo para los que le ofrecen sacrificios,
y todo insensato queda preso en él.
8Feliz el rico que fue hallado intachable,
que tras el oro no se fue.
9¿Quién es, y le felicitaremos?,
pues obró maravillas en su pueblo.
10¿Quién sufrió esta prueba y fue hallado perfecto?
será para él motivo de gloria.
¿Quién pudo prevaricar y no prevaricó,
hacer mal y no lo hizo?
11Sus bienes se consolidarán,
y la asamblea hablará de sus bondades.
12¿En mesa suntuosa te has sentado?,
no abras hacia ella tus fauces,
no digas: «¡Qué de cosas hay aquí!»
13Recuerda que es cosa mala tener un ojo ávido,
¿qué ha sido creado peor que el ojo?
por eso, por cualquier cosa llora.
14Donde mire tu huésped no extiendas tú la mano,
y no te eches sobre el plato al tiempo que él.
15Juzga al prójimo como a ti mismo,
y en todo asunto actúa con reflexión.
16Come como hombre bien educado lo que tienes delante,
no te muestres glotón, para no hacerte odioso.
17Termina el primero por educación,
no seas insaciable, y no tendrás tropiezo.
18Si en medio de muchos te has sentado a la mesa,
no alargues tu mano antes que ellos.
19¡Qué poco le basta a un hombre bien educado!,
y luego en el lecho no resuella.
20A vientre moderado, sueño saludable,
se levanta temprano y es dueño de sí.
Insomnio, vómitos y cólicos
le esperan al hombre insaciable.
21Si te viste obligado a comer demasiado,
levántate, vomítalo lejos, y quedarás tranquilo.
22Oyeme, hijo, y no me desprecies,
al fin comprenderás mis palabras.
En todo lo que hagas sé moderado,
y no te vendrá enfermedad alguna.
23Al espléndido en las comidas le bendicen los labios,
el testimonio de su munificencia es firme.
24Al mezquino en la comida le murmura la ciudad,
el testimonio de su mezquindad es minucioso.
25Con el vino no te hagas el valiente,
porque a muchos ha perdido el vino.
26El horno prueba el temple del acero,
así el vino a los corazones en disputa de orgullosos.
27Como la vida es el vino para el hombre,
si lo bebes con medida.
¿Qué es la vida a quien le falta el vino,
que ha sido creado para contento de los hombres?
28Regocijo del corazón y contento del alma
es el vino bebido a tiempo y con medida.
29Amargura del alma, el vino bebido con exceso
por provocación o desafío.
30La embriaguez acrecienta el furor del insensato hasta su
caída,
disminuye la fuerza y provoca las heridas.
31En banquete no reproches a tu prójimo,
no le desprecies cuando está contento,
palabra injuriosa no le digas
ni le molestes reclamándole dinero.