Scrutatio

Venerdi, 29 marzo 2024 - Santi Simplicio e Costantino ( Letture di oggi)

Eclesiástico/Ben Sirá 41


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1¡Oh muerte, qué amargo es tu recuerdo
para el hombre que vive en paz entre sus bienes,
para el varón desocupado a quien en todo le va bien,
y todavía con fuerzas para servirse el alimento!
2¡Oh muerte, buena es tu sentencia
para el hombre necesitado y carente de fuerzas,
para el viejo acabado, ahíto de cuidados,
que se rebela y ha perdido la paciencia!
3No temas la sentencia de la muerte,
recuerda tus comienzos y tu fin.
4Esta sentencia viene del Señor sobre toda carne,
¿por qué desaprobar el agrado del Altísimo?
Ya se viva diez, cien, mil años,
no se reprocha en el seol la vida.
5Hijos abominables son los hijos de los pecadores
que viven en vecindad de impíos.
6La herencia de los hijos de los pecadores va a la ruina,
con su linaje se perpetúa el oprobio.
7Al padre impío le reprochan sus hijos,
porque por causa de él viven en oprobio.
8¡Ay de vosotros, impíos,
que la ley del Altísimo habéis abandonado!
9Si nacéis, para la maldición nacéis,
si morís, la maldición heredáis.
10Todo cuanto viene de tierra, a tierra volverá,
así irán los impíos de la maldición a la ruina.
11El duelo de los hombres se dirige a sus cuerpos,
pero el nombre de los pecadores, que no es bueno, se
borrará.
12Preocúpate de tu nombre, que eso te queda,
más que mil grandes tesoros de oro.
13La vida buena tiene un límite de días,
pero el buen nombre permanece para siempre.
14Conservad la instrucción en paz, hijos.
Sabiduría escondida y tesoro invisible,
¿qué provecho hay en ambos?
15Más vale hombre que oculta su necedad,
que hombre que oculta su sabiduría.
16Así pues, ruborizaos de lo que os voy a señalar,
que no es bueno guardar toda vergüenza,
ni todo es apreciato fielmente por todos.
17Ante un padre y una madre avergonzaos de la fornicación,
de la mentira, ante el jefe y el poderoso;
18del extravío, ante juez y el magistrado,
de la iniquidad, ante la asamblea y el pueblo;
19de la injusticia, ante el compañero y el amigo,
del robo, ante el lugar en que resides;
20y ante la verdad de Dios y la alianza:
de clavar los codos en los panes,
21de despreciar la recepción y el don,
de callarse ante los que saludan,
22de mirar a mujer prostituta,
de volver la cara a tu pariente,
23de quitar la parte y el don de otro,
de clavar los ojos en mujer casada,
24de intimidades con la criada
- ¡no te acerques a su lecho! -
25de palabras injuriosas ante los amigos
- después de dar no hagas reproches -
26de repetir la palabra oída,
de revelar las palabras secretas.
27Serás entonces de verdad un hombre ruboroso,
y ante todo el mundo hallarás gracia.