Scrutatio

Giovedi, 25 aprile 2024 - San Marco ( Letture di oggi)

2 Pedro 1


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1Simeón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo les ha cabido en suerte una fe tan preciosa como la nuestra.2A vosotros, gracia y paz abundantes por el conocimiento de nuestro Señor.3Pues su divino poder nos ha concedido cuanto se refiere a la vida y a la piedad, mediante el conocimiento perfecto del que nos ha llamado por su propia gloria y virtud,4por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina, huyendo de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia.5Por esta misma razón, poned el mayor empeño en añadir a vuestra fe la virtud, a la virtud el conocimiento,6al conocimiento la templanza, a la templanza la tenacidad, a la tenacidad la piedad,7a la piedad el amor fraterno, al amor fraterno la caridad.8Pues si tenéis estas cosas y las tenéis en abundancia, no os dejarán inactivos ni estériles para el conocimiento perfecto de nuestro Señor Jesucristo.9Quien no las tenga es ciego y corto de vista; ha echado al olvido la purificación de sus pecados pasados.10Por tanto, hermanos, poned el mayor empeño en afianzar vuestra vocación y vuestra elección. Obrando así nunca caeréis.11Pues así se os dará amplia entrada en el Reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.12Por esto, estaré siempre recordándoos estas cosas, aunque ya las sepáis y estéis firmes en la verdad que poseéis.13Me parece justo, mientras me encuentro en esta tienda, estimularos con el recuerdo,14sabiendo que pronto tendré que dejar mi tienda, según me lo ha manifestado nuestro Señor Jesucristo.15Pero pondré empeño en que, en todo monento, después de mi partida, podáis recordar estas cosas.16Os hemos dado a conocer el poder y la Venida de nuestro Señor Jesucristo, no siguiendo fábulas ingeniosas, sino después de haber visto con nuestros propios ojos su majestad.17Porque recibió de Dios Padre honor y gloria, cuando la sublime Gloria le dirigió esta voz: «Este es mi Hijo muy amado en quien me complazco».18Nosotros mismos escuchamos esta voz, venida del cielo, estando con él en el monte santo.19Y así se nos hace más firme la palabra de los profetas, a la cual hacéis bien en prestar atención, como a lámpara que luce en lugar oscuro, hasta que despunte el día y se levante en vuestros corazones el lucero de la mañana.20Pero, ante todo, tened presente que ninguna profecía de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia;21porque nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana, sino que hombres movidos por el Espíritu Santo, han hablado de parte de Dios.