Scrutatio

Venerdi, 29 marzo 2024 - Santi Simplicio e Costantino ( Letture di oggi)

Proverbios 1


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1Proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel:
2para aprender sabiduría e instrucción,
para entender los discursos profundos,
3para alcanzar intrucción y perspicacia,
- justicia, equidad y rectitud -,
4para enseñar a los simples la prudencia,
a los jóvenes ciencia y reflexión,
5Que atienda el sabio y crecerá en doctrina,
y el inteligente aprenderá a hacer proyectos.
6para descifrar proverbios y enigmas,
los dichos de los sabios y sus adivinanzas.
7El temor de Yahveh es el principio de la ciencia;
los necios desprecian la sabiduría y la instrucción.
8Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre
y no desprecies la lección de tu madre:
9corona graciosa son para tu cabeza
y un collar para tu cuello.
10Hijo mío, si los pecadores te quieren seducir,
no vayas.
11Si te dicen: «¡Vente con nosotros,
estemos al acecho para derramar sangre,
apostémonos contra el inocente sin motivo alguno,
12devorémoslos vivos como el seol,
enteros como los que bajan a la fosa!;
13¡hallaremos toda clase de riquezas,
llenaremos nuestras casas de botín,
14te tocará tu parte igual que a nosotros,
para todos habrá bolsa común!»:
15no te pongas, hijo mío, en camino con ellos,
tu pie detén ante su senda,
16porque sus pies corren hacia el mal
y a derramar sangre se apresuran;
17pues es inútil tender la red
a los ojos mismos de los pajarillos.
18Contra su propia sangre están acechando,
apostados están contra sus propias vidas.
19Esa es la senda de todo el que se entrega a la rapiña:
ella quita la vida a su propio dueño.
20La Sabiduría clama por las calles,
por las plazas alza su voz,
21llama en la esquina de las calles concurridas,
a la entrada de las puertas de la ciudad pronuncia sus
discursos:
22«¿Hasta cuándo, simples, amaréis vuestra simpleza
y arrogantes os gozaréis en la arrogancia
y necios tendréis odio a la ciencia?
23Convertíos por mis reprensiones:
voy a derramar mi espíritu para vosotros,
os voy a comunicar mis palabras.
24Ya que os he llamado y no habéis querido,
he tendido mi mano y nadie ha prestado atención,
25habéis despreciado todos mis consejos,
no habéis hecho caso de mis reprensiones;
26también yo me reiré de vuestra desgracia,
me burlaré cuando llegue vuestro espanto,
27cuando llegue, como huracán, vuestro espanto,
vuestra desgracia sobrevenga como torbellino,
cuando os alcancen la angustia y la tribulación.
28Entonces me llamarán y no responderé,
me buscarán y no me hallarán.
29Porque tuvieron odio a la ciencia
y no eligieron el temor de Yahveh,
30no hicieron caso de mi consejo,
ni admitieron de mí ninguna reprensión;
31comerán del fruto de su conducta,
de sus propios consejos se hartarán.
32Su propio descarrío matará a los simples,
la despreocupación perderá a los insensatos.
33Pero el que me escucha vivirá seguro,
tranquilo, sin temor a la desgracia».