Scrutatio

Venerdi, 29 marzo 2024 - Santi Simplicio e Costantino ( Letture di oggi)

Eclesiástico/Ben Sirá 3


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1A mí que soy vuestro padre escuchadme, hijos,
y obrad así para salvaros.
2Pues el Señor glorifica al padre en los hijos,
y afirma el derecho de la madre sobre su prole.
3Quien honra a su padre expía sus pecados;
4como el que atesora es quien da gloria a su madre.
5Quien honra a su padre recibirá contento de sus hijos,
y en el día de su oración será escuchado.
6Quien da gloria al padre vivirá largos días,
obedece al Señor quien da sosiego a su madre:
7como a su Señor sirve a los que le engendraron.
8En obra y palabra honra a tu padre,
para que te alcance su bendición.
9Pues la bendición del padre afianza la casa de los hijos,
y la maldición de la madre destruye los cimientos.
10No te gloríes en la deshonra de tu padre,
que la deshonra de tu padre no es gloria para ti.
11Pues la gloria del hombre procede de la honra de su padre,
y baldón de los hijos es la madre en desdoro.
12Hijo, cuida de tu padre en su vejez,
y en su vida no le causes tristeza.
13Aunque haya perdido la cabeza, sé indulgente,
no le desprecies en la plenitud de tu vigor.
14Pues el servicio hecho al padre no quedará en olvido,
será para ti restauración en lugar de tus pecados.
15El día de tu tribulación se acordará El de ti;
como hielo en buen tiempo, se disolverán tus pecados.
16Como blasfemo es el que abandona a su padre,
maldito del Señor quien irrita a su madre.
17Haz, hijo, tus obras con dulzura,
así serás amado por el acepto a Dios.
18Cuanto más grande seas, más debes humillarte,
y ante el Señor hallarás gracia.
20Pues grande es el poderío del Señor,
y por los humildes es glorificado.
21No busques lo que te sobrepasa,
ni lo que excede tus fuerzas trates de escrutar.
22Lo que se te encomienda, eso medita,
que no te es menester lo que está oculto.
23En lo que excede a tus obras no te fatigues,
pues más de lo que alcanza la inteligencia humana se
te ha mostrado ya.
24Que a muchos descaminaron sus prejuicios,
una falsa ilusión extravió sus pensamientos.
26El corazón obstinado en mal acaba,
y el que ama el peligro caerá en él.
27El corazón obstinado se carga de fatigas,
el pecador acumula pecado tras pecado.
28Para la adversidad del orgulloso no hay remedio,
pues la planta del mal ha echado en él raíces.
29El corazón del prudente medita los enigmas.
un oído que le escuche es el anhelo del sabio.
30El agua apaga el fuego llameante,
la limosma perdona los pecados.
31Quien con favor responde prepara el porvenir,
el día de su caída encontrará un apoyo.