Scrutatio

Venerdi, 29 marzo 2024 - Santi Simplicio e Costantino ( Letture di oggi)

Eclesiástico/Ben Sirá 22


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1A una piedra sucia se parece el perezoso,
todo el mundo silba sobre su deshonra.
2Bola de excrementos es el perezoso,
que todo el que la toca se sacude la mano.
3Es vergüenza de un padre tener un hijo ineducado,
pero la hija le nace ya para su confusión.
4Para la hija prudente la herencia es su marido,
la desvergonzada es la tristeza de su progenitor.
5La hija insolente es la vergüenza del padre y del marido,
y por los dos es despreciada.
6Música en duelo es un relato inoportuno,
azotes y corrección son siempre sabiduría.
9Como pegar cascotes es enseñar al necio,
o despertar al que duerme con sueño pesado.
10Conversar con el necio es conversar con un dormido;
al acabar dirá: «¿Qué estás diciendo?»
11Llora al muerto, pues la luz le abandonó,
llora también al necio, porque dejó la inteligencia.
Llora más suavemente al muerto, porque ya reposa,
que la vida del necio es peor que la muerte.
12El duelo por un muerto dura siete días,
por el necio y el impío, todos los días de su vida.
13Con el insensato no multipliques las palabras,
con el tonto no vayas de camino;
guárdate de él para evitar el aburrimiento,
y para que su contacto no te manche.
Apártate de él y encontrarás descanso,
y no te enervarán sus arrebatos.
14¿Qué hay más pesado que el plomo?
¿qué nombre dar a esto sino «necio»?
15Arena, sal, o una bola de hierro
son más fáciles de llevar que el hombre tonto.
16El maderamen bien trabado de una casa
ni por un terremoto es dislocado;
así un corazón firme por reflexión madura,
llegado el momento no se achica.
17Corazón apoyado en reflexión prudente
es como revoque de arena en pared raspada.
18Estacas plantadas en altura
no resisten al viento;
así el corazón del necio, falto de reflexión,
ante un miedo cualquiera no resiste.
19Quien hiere el ojo hace correr las lágrimas,
quien hiere el corazón descubre el sentimiento.
20Quien tira una piedra a un pájaro, lo ahuyenta,
quien afrenta al amigo, rompe la amistad.
21Si has sacado la espada contra tu amigo,
no desesperes, que aún puede volver;
22si contra tu amigo has abierto la boca,
no te inquietes, que aún cabe reconciliación,
salvo caso de ultraje, altanería, revelación de
secreto, golpe traidor,
que ante esto se marcha todo amigo.
23Gana la confianza de tu prójimo en la pobreza,
para que, en su prosperidad, con él te satisfagas;
en tiempo de tribulación permanece con él,
para que cuando herede con él lo compartas.
24Antes del fuego sale vapor del horno y humo,
así las injurias preceden a la sangre.
25No me avergonzaré yo de proteger a un amigo,
de su presencia no me esconderé;
26y si por su causa me ocurre algún mal,
todo el que lo oiga se guardará de él.
27¿Quién pondrá guardia a mi boca,
y a mis labios sello de prudencia,
para que no venga a caer por su culpa,
y que mi lengua no me pierda?