Scrutatio

Mercoledi, 24 aprile 2024 - San Fedele da Sigmaringen ( Letture di oggi)

Eclesiástico/Ben Sirá 51


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1Quiero darte gracias, Señor, Rey,
y alabarte, oh Dios mi salvador,
a tu nombre doy gracias.
2Pues protector y auxilio has sido para mí,
y has rescatado mi cuerpo de la perdición,
del lazo de la lengua insidiosa,
de los labios que urden mentira;
frente a mis adversarios
has sido auxilio y me has rescatado,
3según la abundancia de tu misericordia y la gloria de tu
nombre,
de las dentelladas de los dispuestos a devorarme,
de la mano de los que buscan mi alma,
de las muchas tribulaciones que he sufrido,
4del ahogo del fuego que me envolvía,
de entre el fuego que yo no había encendido,
5de la hondura de las entrañas del seol,
de la lengua impura, de la palabra mentirosa,
6- calumnia de lengua injusta ante el rey.
Cerca de la muerte estaba mi alma,
mi vida estaba junto al seol, abajo.
7Por todas partes me asediaban y no había quien auxiliara,
volví los ojos a un apoyo humano y no había ninguno.
8Entonces me acordé de tu misericordia, Señor,
y de tu actuación desde la eternidad,
que tú levantas a los que en ti esperan,
y los salvas de la mano de enemigos.
9Y elevé de la tierra mi plegaria,
supliqué ser librado de la muerte.
10Clamé al Señor, padre de mi Señor:
«No me abandones en días de tribulación,
en la hora de los orgullosos, cuando no hay socorro.
Alabaré tu nombre sin cesar,
te cantaré en acción de gracias».
11Y mi oración fue escuchada,
pues tú me salvaste de la perdición,
y me libraste del momento malo.
12Por eso te daré gracias y te alabaré,
bendeciré el nombre del Señor.
13Siendo joven aún, antes de ir por el mundo,
me di a buscar abiertamente la sabiduría en mi
oración,
14a la puerta delante del templo la pedí,
y hasta mi último día la andaré buscando.
15En su flor, como en racimo que madura,
se recreó mi corazón.
Mi pie avanzó en derechura,
desde mi juventud he seguido sus huellas.
16Incliné un poco mi oído y la recibí,
y me encontré una gran enseñanza.
17Gracias a ella he hecho progesos,
a quien me dio sabiduría daré gloria.
18Pues decidí ponerla en práctica,
tuve celo por el bien y no quedaré confundido.
19Mi alma ha luchado por ella,
a la práctica de la ley he estado atento,
he tendido mis manos a la altura
y he llorado mi ignorancia de ella.
20Hacia ella endurecé mi alma,
y en la pureza la he encontrado.
Logré con ella un corazón desde el principio,
por eso no quedaré abandonado.
21Mis entrañas se conmovieron por buscarla,
por eso he logrado una buena adquisición.
22Me dio el Señor una lengua en recompensa,
y con ella le alabaré.
23Acercaos a mí, ignorantes,
instalaos en la casa de instrucción.
24¿Por qué habéis de decir que estáis privados de ella,
cuando vuestras almas tienen tanta sed?
25He abierto mi boca y he hablado:
Adquiridla sin dinero;
26someted al yugo vuestro cuello,
que vuestra alma reciba la instrucción:
está ahí a vuestro alcance.
27Ved con vuestros ojos lo poco que he penado
y el mucho descanso que he encontrado para mí.
28Participad de la instrucción con una gran suma de dinero,
que mucho oro adquiriréis con ella.
29Que vuestra alma se recree en la misericordia del Señor,
no os avergoncéis de su alabanza.
30Ejecutad vuestra obra antes del momento fijado,
y él os dará a su tiempo vuestra recompensa.
Firma: Sabiduría de Jesús, hijo de Sirá.