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Martedi, 30 aprile 2024 - San Pio V ( Letture di oggi)

Salmos 49


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo.
1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo.

2 ¡Oídlo, pueblos todos,
escuchad, habitantes todos de la tierra,
2 Oigan esto, todos los pueblos;

escuchen, todos los habitantes del mundo:

3 hijos de Adán, así como hijos de hombre,
ricos y pobres a la vez!
3 tanto los humildes como los poderosos,

el rico lo mismo que el pobre.

4 Mi boca va a decir sabiduría,
y cordura el murmullo de mi corazón;
4 Mi boca hablará sabiamente,

mis reflexiones serán muy sensatas.

5 tiendo mi oído a un proverbio,
al son de cítara descubriré mi enigma.
5 Voy a inspirarme para componer un proverbio,

revelaré mi enigma al son de la cítara.

6 ¿Por qué temer en días de desgracia
cuando me cerca la malicia de los que me hostigan,
6 ¿Por qué voy a temer en los momentos de peligro,

cuando me rodea la maldad de mis opresores,

7 los que ponen su confianza en su fortuna,
y se glorían de su gran riqueza?
7 de esos que confían en sus riquezas

y se jactan de su gran fortuna?

8 ¡Si nadie puede redimirse
ni pagar a Dios por su rescate!;
8 No, nadie puede rescatarse a sí mismo

ni pagar a Dios el precio de su liberación,

9 es muy cara la redención de su alma,
y siempre faltará,
9 el precio de su rescate es demasiado caro,

y todos desaparecerán para siempre.

10 para que viva aún y nunca vea la fosa.
10 para poder seguir viviendo eternamente

sin llegar a ver el sepulcro:

11 Se ve, en cambio, fenecer a los sabios,
perecer a la par necio y estúpido,
y dejar para otros sus riquezas.
11 Cualquiera ve que mueren los sabios,

necios e ignorantes perecen por igual,

y dejan a otros sus riquezas:

12 Sus tumbas son sus casas para siempre,
sus moradas de edad en edad;
¡y a sus tierras habían puesto sus nombres!
12 la tumba es su residencia perpetua,

su morada por los siglos de los siglos,

por más que hayan poseído muchas tierras.

13 El hombre en la opulencia no comprende,
a las bestias mudas se asemeja.
13 Ningún hombre permanece en la opulencia,

sino que muere lo mismo que los animales:

14 Así andan ellos, seguros de sí mismos,
y llegan al final, contentos de su suerte. Pausa.
14 este es el destino de los que tienen riquezas,

y el final de la gente insaciable.

15 Como ovejas son llevados al seol,
los pastorea la Muerte,
y los rectos dominarán sobre ellos.
Por la mañana se desgasta su imagen,
¡el seol será su residencia!
15 Serán puestos como ovejas en el Abismo,

la Muerte será su pastor;

bajarán derecho a la tumba,

su figura se desvanecerá

y el Abismo será su mansión.

16 Pero Dios rescatará mi alma,
de las garras del seol me cobrará.
16 Pero Dios rescatará mi vida,

me sacará de las garras del Abismo.

17 No temas cuando el hombre se enriquece,
cuando crece el boato de su casa.
17 No te preocupes cuando un hombre se enriquece

o aumenta el esplendor de su casa:

18 Que a su muerte, nada ha de llevarse,
su boato no bajará con él.
18 cuando muera, no podrá llevarse nada,

su esplendor no bajará con él.

19 Aunque en vida se bendecía a sí mismo
- te alaban, porque te has tratado bien -,
19 Aunque en vida se congratulaba, diciendo:

«Te alabarán porque lo pasas bien»,

20 irá a unirse a la estirpe de sus padres,
que nunca ya verán la luz.
20 igual irá a reunirse con sus antepasados,

con esos que nunca verán la luz.

21 El hombre en la opulencia no comprende,
a las bestias mudas se asemeja.
21 El hombre rico no reflexiona,

y muere lo mismo que los animales.