Scrutatio

Mercoledi, 24 aprile 2024 - San Fedele da Sigmaringen ( Letture di oggi)

Salmos 10


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1Lámed ¿Por qué, Yahveh, te quedas lejos,
te escondes en las horas de la angustia?
2Por el orgullo del impío es perseguido el desdichado,
queda preso en la trampa que le ha urdido.
3(Mem.) Sí, el impío se jacta de los antojos de su alma,
el avaro que bendice menosprecia a Yahveh,
4(Nun.) el impío, insolente, no le busca:
«¡No hay Dios!», es todo lo que piensa.
5En todo tiempo se afianzan sus caminos,
allá arriba tus juicios muy lejos de él están,
a todos sus rivales da soplidos.
6Dice en su corazón: «¡Jamás vacilaré!»
(Sámek.) porque en desgracia no se ve,
7maldice.
(Pe.) De fraude y perfidia está llena su boca,
bajo su lengua sólo maldad e iniquidad;
8al acecho se aposta entre las cañas
en los recodos mata al inocente.
(Ain.) Todo ojos, espía al desvalido,
9al acecho escondido como león en su guarida,
al acecho para atrapar al desdichado,
atrapa al desdichado arrastrándole en su red.
10(Sade.) Espía, se agazapa, se encoge,
el desvalido cae en su poder;
11dice en su corazón: «Dios se ha olvidado,
tiene tapado el rostro, no ha de ver jamás».
12Qof. ¡Levántate, Yahveh, alza tu mano, oh Dios!
¡No te olvides de los desdichados!
13¿Por qué el impío menosprecia a Dios,
dice en su corazón: «No vendrás a indagar?»
14Res. Lo has visto ya, que la pena y la tristeza
las miras tú para tomarlas en tu mano:
el desvalido se abandona a ti,
tú socorres al huérfano.
15Sin. ¡Quiebra el brazo del impío, del malvado;
indaga su impiedad sin dejar rastro!
16¡Yahveh es rey por siempre, por los siglos;
los gentiles han sido barridos de su tierra!
17Tau. El deseo de los humildes escuchas tú, Yahveh,
su corazón confortas, alarguas tus oídos,
18para hacer justicia al huérfano, al vejado:
¡cese de dar terror el hombre salido de la tierra!