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Giovedi, 28 marzo 2024 - San Castore di Tarso ( Letture di oggi)

Salmos 119


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1Alef Dichosos los que van por camino perfecto,
los que proceden en la ley de Yahveh.
2Dichosos los que guardan sus dictámenes,
los que le buscan de todo corazón,
3y los que, sin cometer iniquidad,
andan por sus caminos.
4Tú tus ordenanzas promulgaste,
para que sean guardadas cabalmente.
5¡Ojalá mis caminos se aseguren
para observar tus preceptos!
6Entonces no tendré vergüenza alguna
al mirar a todos tus mandamientos.
7Con rectitud de corazón te daré gracias,
al aprender tus justos juicios.
8Tus preceptos, los observaré,
no me abandones tú del todo.
9Bet. ¿Cómo el joven guardará puro su camino?
Observando tu palabra.
10De todo corazón ando buscándote,
no me desvíes de tus mandamientos.
11Dentro del corazón he guardado tu promesa,
para no pecar contra ti.
12Bendito tú, Yahveh,
enséñame tus preceptos.
13Con mis labios he contado
todos los juicios de tu boca.
14En el camino de tus dictámenes me recreo
más que en toda riqueza.
15En tus ordenanzas quiero meditar
y mirar a tus caminos.
16En tus preceptos tengo mis delicias,
no olvido tu palabra.
17Guímel. Haz merced a tu siervo y viviré.
y guardaré tu palabra.
18Abre mis ojos para que contemple
las maravillas de tu ley.
19Un forastero soy sobre la tierra,
tus mandamientos no me ocultes.
20Mi alma se consume deseando
tus juicios en todo tiempo.
21Tú increpas a los soberbios, los malditos,
que se desvían de tus mandamientos.
22Echa lejos de mí oprobio y menosprecio,
porque he guardado tus dictámenes.
23Aunque los príncipes hablen en sesión contra mí,
tu servidor medita en tus preceptos.
24Tus dictámenes hacen mis delicias,
mis consejeros, tus preceptos.
25Dálet. Mi alma está pegada al polvo,
hazme vivir conforme a tu palabra.
26Mis caminos expuse, y tú me respondiste,
enséñame tus preceptos.
27Hazme entender el camino de tus ordenanzas,
y meditaré en tus maravillas.
28Se va en lágrimas mi alma por el tedio,
sosténme conforme a tu palabra.
29Aléjame del camino de mentira,
y dame la gracia de tu ley,
30He escogido el camino de la lealtad,
a tus juicios me conformo.
31A tus dictámenes me mantengo adherido,
no me confundas, tú, Yahveh.
32Corro por el camino de tus mandamientos,
pues tú mi corazón dilatas.
33He. Enséñame, Yahveh, el camino de tus preceptos,
yo lo quiero guardar en recompensa.
34Hazme entender, para guardar tu ley
y observarla de todo corazón.
35Llévame por la senda de tus mandamientos
porque mi complacencia tengo en ella.
36Inclina mi corazón hacia tus dictámenes,
y no a ganancia injusta.
37Aparta mis ojos de mirar vanidades,
por tu palabra vivifícame.
38Mantén a tu siervo tu promesa,
que conduce a tu temor.
39Aparta de mí el oprobio que me espanta,
pues son buenos tus juicios.
40Mira que deseo tus ordenanzas,
hazme vivir por tu justicia.
41Vau. ¡Llegue hasta mí tu amor, Yahveh,
tu salvación, conforme a tu promesa!
42Y daré respuesta al que me insulta,
porque confio en tu palabra.
43No quites de mi boca la palabra de verdad,
porque espero en tus juicios.
44Yo observaré sin descanso tu ley
para siempre jamás.
45Y andaré por camino anchuroso,
porque tus ordenanzas voy buscando.
46De tus dictámenes hablaré ante los reyes,
y no tendré que avergonzarme.
47Y me deleitaré en tus mandamientos,
que amo mucho.
48Tiendo mis manos hacia tus mandamientos,
en tus preceptos medito.
49Zain. Recuerda la palabra dada a tu servidor,
de la que has hecho mi esperanza.
50Este es mi consuelo en mi miseria:
que tu promesa me da vida.
51Los soberbios me insultan hasta el colmo,
yo no me aparto de tu ley.
52Me acuerdo de tus juicios de otro tiempo,
oh Yahveh, y me consuelo.
53Me arrebata el furor por los impíos
que abandonan tu ley.
54Tus preceptos son cantares para mí
en mi mansión de forastero.
55Me acuerdo por la noche de tu nombre, Yahveh,
quiero guardar tu ley.
56Esta es mi tarea:
guardar tus ordenanzas.
57Jet. Mi porción, Yahveh, he dicho,
es guardar tus palabras.
58Con todo el corazón busco tu favor,
tenme piedad conforme a tu promesa.
59He examinado mis caminos
y quiero volver mis pies a tus dictámenes.
60Me doy prisa y no me tardo
en observar tus mandamientos.
61Las redes de los impíos me aprisionan,
yo no olvido tu ley.
62Me levanto a medianoche a darte gracias
por tus justos juicios.
63Amigo soy de todos los que te temen
y observan tus ordenanzas.
64De tu amor, Yahveh, está la tierra llena,
enséñame tus preceptos.
65Tet. Has sido generoso con tu siervo,
oh Yahveh, conforme a tu palabra.
66Cordura y sabiduría enséñame,
pues tengo fe en tus mandamientos.
67Antes de ser humillado, me descarriaba,
mas ahora observo tu promesa.
68Tú, que eres bueno y bienhechor,
enséñame tus preceptos.
69Los soberbios me enredan con mentira,
yo guardo tus ordenanzas de todo corazón.
70Como de grasa su corazón está embotado.
mas yo en tu ley tengo mis delicias.
71Un bien para mí ser humillado,
para que aprenda tus preceptos.
72Un bien para mí la ley de tu boca,
más que miles de oro y plata.
73Yod. Tus manos me han hecho y me han formado,
hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
74Los que te temen me ven con alegría,
porque espero en tu palabra.
75Yo sé, Yahveh, que son justos tus juicios,
que con lealtad me humillas tú.
76Sea tu amor consuelo para mí,
según tu promesa a tu servidor.
77Me alcancen tus ternuras y viviré,
porque tu ley es mi delicia.
78Sean confundidos los soberbios que me afligen con mentira,
yo en tus ordenanzas medito.
79Vuélvanse hacia mí los que te temen,
los que conocen tus dictámenes.
80Sea mi corazón perfecto en tus preceptos,
para que no sea confundido.
81Kaf. En pos de tu salvación mi alma languidece,
en tu palabra espero.
82Languidecen mis ojos en pos de tu promesa
diciendo: «¿Cuándo vas a consolarme?»
83Aun hecho igual que un pellejo que se ahúma,
de tus preceptos no me olvido.
84¿Cuántos serán los días de tu siervo?
¿cuándo harás justicia de mis perseguidores?
85Los soberbios han cavado fosas para mí
en contra de tu ley.
86Todos tus mandamientos son verdad,
con mentira se me persigue, ¡ayúdame!
87Poco falta para que me borren de la tierra,
mas yo tus ordenanzas no abandono.
88Según tu amor dame la vida,
y guardaré el dictamen de tu boca.
89Lámed. Para siempre, Yahveh, tu palabra,
firme está en los cielos.
90Por todas las edades tu verdad,
tú fijaste la tierra, ella persiste.
91Por tus juicios subsiste todo hasta este día,
pues toda cosa es sierva tuya.
92Si tu ley no hubiera sido mi delicia,
ya habría perecido en mi miseria.
93Jamás olvidaré tus ordenanzas,
por ellas tú me das la vida.
94Tuyo soy, sálvame,
pues tus ordenanzas voy buscando.
95Para perderme me acechan los impíos,
yo estoy atento a tus dictámenes.
96De todo lo perfecto he visto el límite:
¡Qué inmenso es tu mandamiento!
97Mem. ¡Oh, cuánto amo tu ley!
Todo el día es ella mi meditación.
98Más sabio me haces que mis enemigos por tu mandamiento,
que por siempre es mío.
99Tengo más prudencia que todos mis maestros,
porque mi meditación son tus dictámenes.
100Poseo más cordura que los viejos,
porque guardo tus ordenanzas.
101Retraigo mis pasos de toda mala senda
para guardar tu palabra.
102De tus juicios no me aparto,
porque me instruyes tú.
103¡Cuán dulce al paladar me es tu promesa,
más que miel a mi boca!
104Por tus ordenanzas cobro inteligencia,
por eso odio toda senda de mentira.
105Nun. Para mis pies antorcha es tu palabra,
luz para mi sendero.
106He jurado, y he de mantenerlo,
guardar tus justos juicios.
107Humillado en exceso estoy, Yahveh,
dame la vida conforme a tu palabra.
108Acepta los votos de mi boca, Yahveh,
y enséñame tus juicios.
109Mi alma está en mis manos sin cesar,
mas no olvido tu ley.
110Me tienden un lazo los impíos,
mas yo no me desvío de tus ordenanzas.
111Tus dictámenes son mi herencia por siempre,
ellos son la alegría de mi corazón.
112Inclino mi corazón a practicar tus preceptos,
recompensa por siempre.
113Sámek. Aborrezco la doblez
y amo tu ley.
114Mi refugio y mi escudo eres tú,
yo espero en tu palabra.
115¡Apartaos de mí, malvados,
quiero guardar los mandamientos de mi Dios!
116Sosténme conforme a tu promesa, y viviré,
no defraudes mi esperanza.
117Sé tú mi apoyo, y seré salvo,
y sin cesar tendré a la vista tus preceptos.
118Tú deshaces a todos los que se desvían de tus preceptos,
mentira es su astucia.
119Tienes por escoria a todos los impíos de la tierra,
por eso amo yo tus dictámenes.
120Por tu terror tiembla mi carne,
de tus juicios tengo miedo.
121Ain. Juicio y justicia he practicado,
a mis opresores no me entregues.
122Sé fiador de tu siervo para el bien,
no me opriman los soberbios.
123En pos de tu salvación languidecen mis ojos,
tras tu promesa de justicia.
124Según tu amor trata a tu siervo,
enséñame tus preceptos.
125Yo soy tu servidor, hazme entender,
y aprenderé tus dictámenes.
126Ya es hora de actuar, Yahveh,
se ha violado tu ley.
127Por eso amo yo tus mandamientos
más que el oro, más que el oro fino.
128Por eso me guío por todas tus ordenanzas
y odio toda senda de mentira.
129Pe. Maravillas son tus dictámenes,
por eso mi alma los guarda.
130Al abrirse, tus palabras iluminan
dando inteligencia a los sencillos.
131Abro mi boca franca, y hondo aspiro,
que estoy ansioso de tus mandamientos.
132Vuélvete a mí y tenme piedad,
como es justo para los que aman tu nombre.
133Mis pasos asegura en tu promesa,
que no me domine ningún mal.
134Rescátame de la opresión del hombre,
y tus ordenanzas guardaré.
135Haz que brille tu faz para tu siervo,
y enséñame tus preceptos.
136Mis ojos destilan ríos de lágrimas,
porque tu ley no se guarda.
137Sade. ¡Justo eres tú, Yahveh,
y rectitud tus juicios!
138Con justicia impones tus dictámenes,
con colmada verdad.
139Mi celo me consume,
porque mis adversarios olvidan tus palabras.
140Acendrada en extremo es tu promesa,
tu servidor la ama.
141Pequeño soy y despreciado,
mas no olvido tus ordenanzas.
142Justicia eterna es tu justicia,
verdad tu ley.
143Angustia y opresión me han alcanzado,
tus mandamientos hacen mis delicias.
144Justicia eterna tus dictámenes,
hazme entender para que viva.
145Qof. Invoco con todo el corazón, respóndeme, Yahveh,
y guardaré tus preceptos.
146Yo te invoco, sálvame,
y guardaré tus dictámenes.
147Me adelanto a la aurora y pido auxilio,
en tu palabra espero.
148Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche,
a fin de meditar en tu promesa.
149Por tu amor, Yahveh, escucha mi voz,
por tus juicios, vivifícame.
150Se acercan a la infamia los que me persiguen,
se alejan de tu ley.
151Tú estás cerca, Yahveh,
todos tus mandamientos son verdad.
152De tus dictámenes sé desde hace tiempo
que para siempre los fundaste.
153Res Mira mi aflicción y líbrame,
porque tu ley no olvido.
154Aboga por mi causa tú, rescátame,
dame la vida conforme a tu promesa.
155Lejos de los impíos la salvación,
pues no van buscando tus preceptos.
156Muchas son tus ternuras, Yahveh,
por tus juicios, vivifícame.
157Numerosos mis perseguidores y adversarios,
yo no me aparto de tus dictámenes.
158He visto a los traidores, me disgusta
que no guarden tu promesa.
159Mira que amo tus ordenanzas, Yahveh,
dame la vida por tu amor.
160Es verdad el principio de tu palabra,
por siempre, todos tus justos juicios.
161Sin. Príncipes me persiguen sin razón,
mas mi corazón teme tus palabras.
162Me regocijo en tu promesa
como quien halla un gran botín.
163La mentira detesto y abomino,
amo tu ley.
164Siete veces al día te alabo
por tus justos juicios.
165Mucha es la paz de los que aman tu ley,
no hay tropiezo para ellos.
166Espero tu salvación, Yahveh,
tus mandamientos cumplo.
167Mi alma guarda tus dictámenes,
mucho los amo.
168Guardo tus ordenanzas y dictámenes
que ante ti están todos mis caminos.
169Tau. Mi grito llegue hasta tu faz, Yahveh,
por tu palabra dame inteligencia.
170 Mi súplica llegue ante tu rostro,
por tu promesa líbrame.
171Mis labios proclaman tu alabanza,
pues tú me enseñas tus preceptos.
172Mi lengua repita tu promesa,
pues todos tus mandamientos son justicia.
173Venga tu mano en mi socorro,
porque tus ordenanzas he escogido.
174Anhelo tu salvación, Yahveh,
tu ley hace mis delicias.
175Viva mi alma para alabarte,
y ayúdenme tus juicios.
176Me he descarriado como oveja perdida:
ven en busca de tu siervo.
No, no me olvido de tus mandamientos.