Scrutatio

Giovedi, 25 aprile 2024 - San Marco ( Letture di oggi)

Salmos 107


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1¡Aleluya!
Dad gracias a Yahveh, porque es bueno,
porque es eterno su amor.
2Que lo digan los redimidos de Yahveh,
los que él ha redimido del poder del adversario,
3los que ha reunido de entre los países,
de oriente y de poniente, del norte y mediodía.
4En el desierto erraban, por la estepa,
no encontraban camino de ciudad habitada;
5hambrientos, y sedientos,
desfallecía en ellos su alma.
6Y hacia Yahveh gritaron en su apuro,
y él los libró de sus angustias,
7les condujo por camino recto,
hasta llegar a ciudad habitada.
8¡Den gracias a Yahveh por su amor,
por sus prodigios con los hijos de Adán!
9Porque él sació el alma anhelante,
el alma hambrienta saturó de bienes.
10Habitantes de tiniebla y sombra,
cautivos de la miseria y de los hierros,
11por haber sido rebeldes a las órdenes de Dios
y haber despreciado el consejo del Altísimo,
12él sometió su corazón a la fatiga,
sucumbían, y no había quien socorriera.
13Y hacia Yahveh gritaron en su apuro,
y él los salvó de sus angustias,
14los sacó de la tiniebla y de la sombra,
y rompió sus cadenas.
15¡Den gracias a Yahveh por su amor,
por sus prodigios con los hijos de Adán!
16Pues las puertas de bronce quebrantó,
y los barrotes de hierro hizo pedazos.
17Embotados de resultas de sus yerros,
miserables a causa de sus culpas,
18todo manjar les daba náusea,
tocaban ya a las puertas de la muerte.
19Y hacia Yahveh gritaron en su apuro,
y él los salvó de sus angustias;
20su palabra envió para sanarlos
y arrancar sus vidas de la fosa.
21¡Den gracias a Yahveh por su amor,
por sus prodigios con los hijos de Adán!
22Ofrezcan sacrificios de acción de gracias, y sus obras
pregonen con gritos de alegría.
23Los que a la mar se hicieron en sus naves,
llevando su negocio por las muchas aguas,
24vieron las obras de Yahveh,
sus maravillas en el piélago.
25Dijo, y suscitó un viento de borrasca,
que entumeció las olas;
26subiendo hasta los cielos, bajando hasta el abismo,
bajo el peso del mal su alma se hundía;
27dando vuelcos, vacilando como un ebrio,
tragada estaba toda su pericia.
28Y hacia Yahveh gritaron en su apuro,
y él los sacó de sus angustias;
29a silencio redujo la borrasca,
y las olas callaron.
30Se alegraron de verlas amansarse,
y él los llevó hasta el puerto deseado.
31¡Den gracias a Yahveh por su amor,
por sus prodigios con los hijos de Adán!
32¡Ensálcenle en la asamblea del pueblo,
en el concejo de los ancianos le celebren!
33El cambia los ríos en desierto,
y en suelo de sed los manantiales,
34la tierra fértil en salinas,
por la malicia de sus habitantes.
35Y él cambia el desierto en un estanque,
y la árida tierra en manantial.
36Allí asienta a los hambrientos,
y ellos fundan una ciudad habitada.
37Y siembran campos, plantan viñas,
que producen sus frutos de cosecha.
38El los bendice y crecen mucho
y no deja que mengüen sus ganados.
39Menguados estaban, y abatidos
por la tenaza del mal y la aflicción.
40El que vierte desprecio sobre príncipes,
los hacía errar por caos sin camino.
41Mas él recobra de la miseria al pobre,
aumenta como un rebaño las familias;
42los hombres rectos lo ven y se recrean,
y toda iniquidad cierra su boca.
43¿Hay algún sabio? ¡Que garde estas cosas,
y comprenda el amor de Yahveh!