Scrutatio

Venerdi, 29 marzo 2024 - Santi Simplicio e Costantino ( Letture di oggi)

Salmos 69


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1Del maestro de coro. Según la melodía: «Lirios..». De
David.
2¡Sálvame, oh Dios, porque las aguas
me llegan hasta el cuello!
3Me hundo en el cieno del abismo,
sin poder hacer pie;
he llegado hasta el fondo de las aguas,
y las olas me anegan.
4Estoy exhausto de gritar, arden mis fauces,
mis ojos se consumen de esperar a mi Dios.
5Son más que los cabellos de mi cabeza
los que sin causa me odian;
más duros que mis huesos
los que me hostigan sin razón.
(¿Lo que yo no he robado tengo que devolver?)
6Tú, oh Dios, mi torpeza conoces,
no se te ocultan mis ofensas.
7¡No se avergüencen por mí los que en ti esperan,
oh Yahveh Sebaot!
¡No sufran confusión por mí los que te buscan,
oh Dios de Israel!
8Pues por ti sufro el insulto,
y la vergüenza cubre mi semblante;
9para mis hermanos soy un extranjero,
un desconocido para los hijos de mi madre;
10pues me devora el celo de tu casa,
y caen sobre mí los insultos de los que te insultan.
11Si mortifico mi alma con ayuno,
se me hace un pretexto de insulto;
12si tomo un sayal por vestido,
para ellos me convierto en burla,
13cuento de los que están sentados a la puerta,
y copla de los que beben licor fuerte.
14Mas mi oración hacia ti, Yahveh,
en el tiempo propicio:
por tu gran amor, oh Dios, respóndeme,
por la verdad de tu salvación.
15¡Sácame del cieno, no me hunda,
escape yo a los que me odian,
a las honduras de las aguas!
16¡El flujo de las aguas no me anegue
no me trague el abismo,
ni el pozo cierre sobre mí su boca!
17¡Respóndeme, Yahveh, pues tu amor es bondad;
en tu inmensa ternura vuelve a mí tus ojos;
18no retires tu rostro de tu siervo,
que en angustias estoy, pronto, respóndeme;
19acércate a mi alma, rescátala,
por causa de mis enemigos, líbrame!
20Tú conoces mi oprobio,
mi vergüenza y mi afrenta,
ante ti están todos mis opresores.
21El oprobio me ha roto el corazón y desfallezco.
Espero compasión, y no la hay,
consoladores, y no encuentro ninguno.
22Veneno me han dado por comida,
en mi sed me han abrevado con vinagre.
23¡Que su mesa ante ellos se convierta en un lazo,
y su abundancia en una trampa;
24anúblense sus ojos y no vean,
haz que sus fuerzas sin cesar les fallen!
25Derrama tu enojo sobre ellos,
los alcance el ardor de tu cólera;
26su recinto quede hecho un desierto,
en sus tiendas no haya quien habite:
27porque acosan al que tú has herido,
y aumentan la herida de tu víctima.
28Culpa añade a su culpa,
no tengan más acceso a tu justicia;
29del libro de la vida sean borrados,
no sean inscritos con los justos.
30Y yo desdichado, dolorido,
¡tu salvación, oh Dios, me restablezca!
31El nombre de Dios celebraré en un cántico,
le ensalzaré con la acción de gracias;
32y más que un toro agradará a Yahveh,
más que un novillo con cuernos y pezuñas.
33Lo han visto los humildes y se alegran;
¡viva vuestro corazón, los que buscáis a Dios!
34Porque Yahveh escucha a los pobres,
no desprecia a sus cautivos.
35¡Alábenle los cielos y la tierra,
el mar y cuanto bulle en él!
36Pues salvará Dios a Sión,
reconstruirá las ciudades de Judá:
habitarán allí y las poseerán;
37la heredará la estirpe de sus siervos,
los que aman su nombre en ella morarán.