Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Salmos 44


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BIBLIABIBBIA RICCIOTTI
1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Poema.
1 - Al corifeo: su «Gigli». Ode dei figliuoli di Core. Cantico d'amore.
2 Oh Dios, con nuestros propios oídos lo oímos,
nos lo contaron nuestros padres,
la obra que tú hiciste en sus días,
en los días antiguos,
2 Effonde il mio cuore una soave parola, canto i miei versi al re: la mia lingua è uno stile di scriba che scrive veloce.
3 y con tu propia mano.
Para plantarlos a ellos, expulsaste naciones,
para ensancharlos, maltrataste pueblos;
3 Bello tu sei d'aspetto più de' figliuoli degli uomini, cosparsa è la grazia sulle tue labbra; perciò t'ha benedetto Dio in eterno.
4 no por su espada conquistaron la tierra,
ni su brazo les dio la victoria,
sino que fueron tu diestra y tu brazo,
y la luz de tu rostro, porque los amabas.
4 Cingiti la tua spada al fianco, o fortissimo,
5 Tú sólo, oh Rey mío, Dios mío,
decidías las victorias de Jacob;
5 [rivestiti] del tuo splendore e della tua maestà. Va', procedi fortunato, cavalcaper la verità e la pietà e la giustizia, e mirabilmente ti guiderà la tua destra.
6 por ti nosotros hundíamos a nuestros adversarios,
por tu nombre pisábamos a nuestros agresores.
6 Le frecce tue [sono] acute, i popoli cadran sotto di te:[s'infiggono] nel cuore de' nemici del re.
7 No estaba en mi arco mi confianza,
ni mi espada me hizo vencedor;
7 Il tuo trono, o Dio, [sta] per i secoli de' secoli; scettro di rettitudine è lo scettro del tuo regno.
8 que tú nos salvabas de nuestros adversarios,
tú cubrías de vergüenza a nuestros enemigos;
8 Tu ami la giustizia e odii l'iniquità: perciò ti unse Dio, Iddio tuo, con olio di letizia a preferenza de' tuoi compagni.
9 en Dios todo el día nos gloriábamos,
celebrando tu nombre sin cesar. Pausa.
9 Mirra e aloè e cassia [spiran] dalle tue vesti, [s'effondono] da' palagi d'avorio, dove t'allietanofiglie di re rendendoti onore.
10 Y con todo, nos has rechazado y confundido,
no sales ya con nuestras tropas,
10 Sta la regina alla tua destra in veste d'oro, ravvolta in variopinto abbigliamento.
11 nos haces dar la espalda al adversario,
nuestros enemigos saquean a placer.
11 Ascolta, o figlia, guarda e china il tuo orecchio, e dimentica il tuo popolo e la casa del padre tuo.
12 Como ovejas de matadero nos entregas,
y en medio de los pueblos nos has desperdigado;
12 Si invaghirà il re della tua bellezza; poichè egli è il tuo signore, ti prostra a lui.
13 vendes tu pueblo sin ventaja,
y nada sacas de su precio.
13 E le figliuole di Tiro imploreranno con doni il [favor del] tuo volto[e così pure] tutti i ricchi del popolo.
14 De nuestros vecinos nos haces la irrisión,
burla y escarnio de nuestros circundantes;
14 Tutta la gloria di lei, figliuola di re, è all' interno [del palazzo]: con frange d'oro [è adorna],
15 mote nos haces entre las naciones,
meneo de cabeza entre los pueblos.
15 ravvolta in variopinto abbigliamento. Son condotte al re le fanciulle del suo seguito, le sue damigelle ti son presentate, [o re].
16 Todo el día mi ignominia está ante mí,
la vergüenza cubre mi semblante,
16 Son condotte con letizia ed esultanza, son introdotte nel palazzo del re.
17 bajo los gritos de insulto y de blasfemia,
ante la faz del odio y la venganza.
17 Al posto de' tuoi padri, [o re] staranno i tuoi figliuoli: li costituirai principi su tutta la terra.
18 Nos llegó todo esto sin haberte olvidado,
sin haber traicionado tu alianza.
18 Ricorderanno il tuo nome di generazione in generazione; perciò i popoli ti celebreranno in eterno e ne' secoli.
19 ¡No habían vuelto atrás nuestros corazones,
ni habían dejado nuestros pasos tu sendero,
20 para que tú nos aplastaras en morada de chacales,
y nos cubrieras con la sombra de la muerte!
21 Si hubiésemos olvidado el nombre de nuestro Dios
o alzado nuestras manos hacia un dios extranjero,
22 ¿no se habría dado cuenta Dios,
él, que del corazón conoce los secretos?
23 Pero por ti se nos mata cada día,
como ovejas de matadero se nos trata.
24 ¡Despierta ya! ¿Por qué duermes, Señor?
¡Levántate, no rechaces para siempre!
25 ¿Por qué ocultas tu rostro,
olvidas nuestra opresión, nuestra miseria?
26 Pues nuestra alma está hundida en el polvo,
pegado a la tierra nuestro vientre.
27 ¡Alzate, ven en nuestra ayuda,
rescátanos por tu amor!