Salmi 94

BIBBIA TINTORI	EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 (Cantico di lode. Di David). Venite, cantiamo giulivi al Signore, alziamo gridi di gioia a Dio nostro salvatore.	1 ¡Dios vengador de las injusticias, Señor, Dios justiciero, manifiéstate!
2 Presentiamoci a lui con irmi di ringraziamento, e, salmeggiando, giubiliamo davanti a lui.	2 ¡Levántate, Juez de la tierra, dales su merecido a los soberbios!
3 Perché il Signore è il gran Dio, è il sommo re sopra tutti gli dèi.	3 ¿Hasta cuándo triunfarán, Señor, hasta cuando triunfarán los malvados?
4 Sono in sua mano tutte le profondità della terra e sue sono le altezze dei monti.	4 ¿Hasta cuando hablarán con arrogancia y se jactarán los malhechores?
5 Suo è il mare: è lui che l'ha fatto, e il continente l'han formato le sue mani.	5 Ellos pisotean a tu pueblo, Señor, y oprimen a tu herencia;
6 Venite, adoriamo, prostriamoci, piangiamo dinanzi al Signore che ci ha creati.	6 matan a la viuda y al extranjero, asesinan a los huérfanos;
7 Perchè Egli è il Signore Dio nostro, e noi il popolo da lui nutrito, il gregge da lui guidato.	7 y exclaman: «El Señor no lo ve, no se da cuenta el Dios de Jacob».
8 Oggi, se udirete la sua voce, non indurite i vostri cuori,	8 ¡Entiendan, los más necios del pueblo! y ustedes, insensatos, ¿cuándo recapacitarán?
9 Come nell'irritazione, nel giorno della tentazione nel deserto, dove mi tentarono i vostri padri, mi misero alla prova e videro le mie opere.	9 El que hizo el oído, ¿no va a escuchar? El que formó los ojos, ¿no va a ver?
10 Per quarant'anni rimasi irritato con tal generazione, ed ebbi a dire: « Han sempre il cuore traviato! »	10 ¿Dejará de castigar el que educa a las naciones y da a los hombres el conocimiento?
11 Essi non conobbero le mie vie, ond'io giurai nell'ira mia che non entreranno nel mio riposo.	11 ¡El Señor conoce los planes de los hombres y sabe muy bien que son vanos!
	12 Feliz el que es educado por ti, Señor, aquel a quien instruyes con tu ley,
	13 para darle un descanso después de la adversidad, mientras se cava una fosa para el malvado.
	14 Porque el Señor no abandona a su pueblo ni deja desamparada a su herencia:
	15 la justicia volverá a los tribunales y los rectos de corazón la seguirán.
	16 ¿Quién se pondrá a mi favor contra los impíos? ¿Quién estará a mi lado contra los malhechores?
	17 Si el Señor no me hubiera ayudado, ya estaría habitando en la región del silencio.
	18 Cuando pienso que voy a resbalar, tu misericordia, Señor, me sostiene;
	19 cuando estoy cargado de preocupaciones, tus consuelos me llenan de alegría.
	20 ¿Podrá aliarse contigo un tribunal inicuo, que comete injusticias en nombre de la ley?
	21 Ellos atentan contra la vida de los justos y condenan a muerte al inocente.
	22 Pero el Señor es mi fortaleza, mi Dios es la Roca en que me refugio:
	23 él les devolverá a su misma iniquidad y los destruirá por su malicia, ¡El Señor, nuestro Dios, los destruirá!