Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Salmi 115


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BIBBIA RICCIOTTIEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Io ebbi fede e perciò parlai [a Dio]. Ma ero afflitto oltremodo!1 No nos glorifiques a nosotros, Señor:

glorifica solamente a tu Nombre,

por tu amor y tu fidelidad.

2 Dicevo nel mio turbamento: «Ogni uomo è bugiardo!».2 ¿Por qué han de decir las naciones:

«¿Dónde está su dios»?

3 Che renderò al Signoreper tutti [i benefizi] che m'ha largito?3 Nuestro Dios está en el cielo y en la tierra,

él hace todo lo que quiere.

4 Il calice della salvezza prenderò in mano, e il nome del Signore invocherò.4 Los ídolos, en cambio, son plata y oro,

obra de las manos de los hombres.

5 I miei voti al Signore scioglieròalla presenza di tutto il suo popolo. 15 Ha un prezzo assai alto al cospetto del Signorela morte de' suoi santi!5 Tienen boca, pero no hablan,

tienen ojos, pero no ven;

6 O Signore, io son tuo servo, tuo servo e figlio d'una tua serva: tu hai spezzato le mie catene!6 tienen orejas, pero no oyen,

tienen nariz, pero no huelen.

7 A te immolerò una vittima di lode [e di ringraziamento], e il nome del Signore invocherò.7 Tienen manos, pero no palpan,

tienen pies, pero no caminan;

ni un solo sonido sale de su garganta.

8 I miei voti al Signore scioglieròalla presenza di tutto il suo popolo,8 Como ellos serán los que los fabrican,

los que ponen en ellos su confianza.

9 negli atri della casa del Signore, in mezzo a te, o Gerusalemme. [Alleluia!]9 Pueblo de Israel, confía en el Señor:

él es tu ayuda y tu escudo;

10 familia de Aarón, confía en el Señor;

él es tu ayuda y tu escudo;

11 confíen en el Señor todos los que lo temen:

él es su ayuda y su escudo.

12 Que el Señor se acuerde de nosotros y nos bendiga:

bendiga al pueblo de Israel,

bendiga a la familia de Aarón,

13 bendiga a los que temen al Señor,

a los pequeños y a los grandes.

14 Que el Señor los multiplique,

a ustedes y a sus hijos;

15 y sean bendecidos por el Señor,

que hizo el cielo y la tierra.

16 El cielo pertenece al Señor,

y la tierra la entregó a los hombres.

17 Los muertos ya no alaban al Señor,

ni tampoco a los que bajaron del sepulcro.

18 Nosotros, los vivientes, bendecimos al Señor,

desde ahora y para siempre.

¡Aleluya!