Scrutatio

Venerdi, 26 aprile 2024 - San Marcellino ( Letture di oggi)

Job 29


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1Job continuó pronunciando su discurso y dijo:2¡Quién me hiciera volver a los meses de antaño, aquellos días en que Dios me guardaba,3cuando su lámpara brillaba sobre mi cabeza, y yo a su luz por las tinieblas caminaba;4como era yo en los días de mi otoño, cuando vallaba Dios mi tienda,5cuando Sadday estaba aún conmigo, y en torno mío mis muchachos,6cuando mis pies se bañaban en manteca, y regatos de aceite destilaba la roca!7Si yo salía a la puerta que domina la ciudad y mi asiento en la plaza colocaba,8se retiraban los jóvenes al verme, y los viejos se levantaban y quedaban en pie.9Los notables cortaban sus palabras y ponían la mano en su boca.10La voz de los jefes se ahogaba, su lengua se pegaba al paladar.11Oído que lo oía me llamaba feliz, ojo que lo veía se hacía mi testigo.12Pues yo libraba al pobre que clamaba, y al huérfano que no tenía valedor.13La bendición del moribundo subía hacia mí, el corazón de la viuda yo alegraba.14Me había puesto la justicia, y ella me revestía, como manto y turbante, mi derecho.15Era yo los ojos del ciego y del cojo los pies.16Era el padre de los pobres, la causa del desconocido examinaba.17Quebraba los colmillos del inicuo, de entre sus dientes arrancaba su presa.18Y me decía: «Anciano moriré, como la arena aumentaré mis días.19Mi raíz está franca a las aguas, el rocío se posa de noche en mi ramaje.20Mi gloria será siempre nueva en mí, y en mi mano mi arco renovará su fuerza.21Me escuchaban ellos con expectación, callaban para oír mi consejo.22Después de hablar yo, no replicaban, y sobre ellos mi palabra caía gota a gota.23Me esperaban lo mismo que a la lluvia, abrían su boca como a lluvia tardía.24Si yo les sonreía, no querían creerlo, y la luz de mi rostro no dejaban perderse.25Les indicaba el camino y me ponía al frente, me asentaba como un rey en medio de su tropa, y por doquier les guiaba a mi gusto.