Scrutatio

Mercoledi, 24 aprile 2024 - San Fedele da Sigmaringen ( Letture di oggi)

Job 6


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1Job tomó la palabra y dijo:2¡Ah, si pudiera pesarse mi aflicción, si mis males se pusieran en la balanza juntos!3Pesarían más que la arena de los mares: por eso mis razones se desmandan.4Pues las flechas de Sadday están en mí, mi espíritu bebe su veneno, y contra mí se alinean los terrores de Dios.5¿Rozna el onagro junto a la hierba verde? ¿muge el buey junto al forraje?6¿Se come acaso lo insípido sin sal? en la clara del huevo ¿hay algún gusto?7Lo que aun tocar me repugnaba eso es ahora mi comida de enfermo.8¡Ojalá se realizara lo que pido, que Dios cumpliera mi esperanza,9que él consintiera en aplastarme, que soltara su mano y me segara!10Tendría siquiera este consuelo, exultaría de gozo en mis tormentos crueles, por no haber eludido los decretos del Santo.11¿Cuál es mi fuerza para que aún espere, qué fin me espera para que aguante mi alma?12¿Es mi fuerza la fuerza de la roca? ¿es mi carne de bronce?13¿No está mi apoyo en una nada? ¿no se me ha ido lejos toda ayuda?14El que retira la compasión al prójimo abandona el temor de Sadday.15Me han defraudado mis hermanos lo mismo que un torrente, igual que el lecho de torrentes que pasan:16turbios van de aguas de hielo, sobre ellos se disuelve la nieve;17pero en tiempo de estiaje se evaporan, en cuanto hace calor se extinguen en su lecho.18Por ellos las caravanas se apartan de su ruta, en el desierto se adentran y se pierden.19Las caravanas de Temá los otean, en ellos esperan los convoyes de Sabá.20Pero se ve corrida su confianza; al llegar junto a ellos se quedan confundidos.21Así sois ahora vosotros para mí: veis algo horrible y os amedrentáis.22¿He dicho acaso: «Dadme algo, haced regalos por mí de vuestros bienes;23arrancadme de la mano de un rival, de la mano de tiranos rescatadme?»24Instruidme, que yo me callaré; hacedme ver en qué me he equivocado.25¡Qué dulces son las razones ecuánimes!, pero, ¿qué es lo que critican vuestras críticas?26¿Intentáis criticar sólo palabras, dichos desesperados que se lleva el viento?27¡Vosotros echáis a suerte al mismo huérfano, especuláis con vuestro propio amigo!28Y ahora, por favor, volveos a mí, que no he de mentiros a la cara.29¡Tornad, pues, que no haya entuerto! ¡Tornad, que está en juego mi justicia!30¿Hay entuerto en mis labios? ¿no distingue mi paladar las cosas malas?