Scrutatio

Venerdi, 19 aprile 2024 - San Leone IX Papa ( Letture di oggi)

Job 24


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1¿Por qué Sadday no se reserva tiempos, y los que le conocen no contemplan sus días?2Los malvados remueven los mojones, roban el rebaño y su pastor.3Se llevan el asno de los huérfanos, toman en prenda el buey de la viuda.4Los mendigos tienen que retirarse del camino, a una se ocultan los pobres del país.5Como onagros del desierto salen a su tarea, buscando presa desde el alba, y a la tarde, pan para sus crías.6Cosechan en el campo del inicuo, vendimian la viña del malvado.7Pasan la noche desnudos, sin vestido, sin cobertor contra el frío.8Calados por el turbión de las montañas, faltos de abrigo, se pegan a la roca.9Al huérfano se le arranca del pecho, se toma en prenda al niño del pobre.10Desnudos andan, sin vestido; hambrientos, llevan las gavillas.11Pasan el mediodía entre dos paredes, pisan los lagares y no quitan la sed.12Desde la ciudad gimen los que mueren, el herido de muerte pide auxilio, ¡y Dios sigue sordo a la oración!13Otros hay rebeldes a la luz: no reconocen sus caminos ni frecuentan sus senderos.14Aún no es de día cuando el asesino se levanta para matar al pobre y al menesteroso. Por la noche merodea el ladrón.15El ojo del adúltero el crepúsculo espía: «Ningún ojo - dice - me divisa», y cubre su rostro con un velo.16Las casas perfora en las tinieblas. Durante el día se ocultan los que no quieren conocer la luz.17Para todos ellos la mañana es sombra, porque sufren entonces sus terrores.18No es más que una paja sobre el agua, su hacienda es maldita en el país, nadie toma el camino de su viña.19Como el calor de sequía arrebata el agua de nieve, así el seol al que ha pecado.20El seno que le formó se olvida de él, y su nombre no se recuerda más. Así la iniquidad es desgajada como un árbol.21Maltrataba a la estéril, la que no da a luz, y a la viuda no trataba bien.22Pero Aquel que agarra con su fuerza a los tiranos se levanta, y va el otro no cuenta con la vida.23Le dejaba apoyarse con seguridad, pero sus ojos vigilaban sus caminos.24Se encumbró por un instante, y ya no existe, se abate como el armuelle que se corta, como la cresta de la espiga se amustia.25¿No es así? ¿quién me puede desmentir y reducir a nada mi palabra?