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Lunedi, 29 aprile 2024 - Santa Caterina da Siena ( Letture di oggi)

Salmos 41


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Del maestro de coro. Salmo. De David.
1 Del maestro de coro. Salmo de David.

2 ¡Dichoso el que cuida del débil y del pobre!
En día de desgracia le libera Yahveh;
2 Feliz el que se ocupa del débil y del pobre:

el Señor lo librará en el momento del peligro.

3 Yahveh le guarda, vida y dicha en la tierra le depara,
y no le abandona a la saña de sus enemigos;
3 El Señor lo protegerá y le dará larga vida,

lo hará dichoso en la tierra

y no lo entregará a la avidez de sus enemigos.

4 le sostiene Yahveh en su lecho de dolor;
tú rehaces entera la postración en que se sume.
4 El Señor lo sostendrá en su lecho de dolor

y le devolverá la salud.

5 Yo he dicho: «Tenme piedad, Yahveh,
sana mi alma, pues contra ti he pecado!»
5 Yo dije: «Ten piedad de mí, Señor,

sáname, porque pequé contra ti».

6 Mis enemigos hablan mal contra mí:
«¿Cuándo se morirá y se perderá su nombre?»
6 Mis enemigos sólo me auguran desgracias:

«¿Cuándo se morirá y desaparecerá su nombre?».

7 Si alguien viene a verme, habla de cosas fútiles,
el corazón repleto de maldad, va a murmurar afuera.
7 Si alguien me visita, habla con falsedad,

recoge malas noticias y las divulga al salir.

8 A una cuchichean contra mí todos los que me odian,
me achacan la desgracia que me aqueja:
8 Mis adversarios se juntan para murmurar contra mí,

y me culpan de los males que padezco, diciendo:

9 «Cosa de infierno ha caído sobre él,
ahora que se ha acostado, ya no ha de levantarse».
9 «Una enfermedad incurable ha caído sobre él;

ese que está postrado no volverá a levantarse».

10 Hasta mi amigo íntimo en quien yo confiaba,
el que mi pan comía, levanta contra mí su calcañar.
10 Hasta mi amigo más íntimo, en quien yo confiaba,

el que comió mi pan, se puso contra mí.

11 Mas tú, Yahveh, tenme piedad,
levántame y les daré su merecido;
11 Pero tú, Señor, ten piedad de mí;

levántame y les daré su merecido.

12 en esto sabré que tú eres mi amigo:
si mi enemigo no lanza más su grito contra mí;
12 En esto reconozco que tú me amas,

en que mi enemigo no canta victoria sobre mí.

13 y a mí me mantendrás en mi inocencia,
y ante tu faz me admitirás por siempre.
13 Tú me sostuviste a causa de mi integridad,

y me mantienes para siempre en tu presencia.

14 ¡Bendito sea Yahveh, Dios de Israel,
desde siempre hasta siempre!
¡Amén! ¡Amén!
14 ¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel,

desde siempre y para siempre!

¡Amén! ¡Amén!