Scrutatio

Domenica, 5 maggio 2024 - Beato Nunzio Sulprizio ( Letture di oggi)

Salmi 81


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BIBBIA TINTORIEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Dio si alza nell'assemblea. degli dèi, in mezzo agli dèi pronunzia la sua sentenza.1 Del maestro de coro. Con la cítara de Gat. De Asaf.

2 «Fino a quando pronunzierete sentenze ingiuste ed userete parzialità cogli empi?2 ¡Canten con júbilo a Dios, nuestra fuerza,

aclamen al Dios de Jacob!

3 Giudicate in favore del bisognoso e dell'orfano, rendete giustizia all'umile e al povero.3 Entonen un canto, toquen el tambor,

y la cítara armoniosa, junto con el arpa.

4 Salvate il povero e l'indigente strappatelo dalla mano degli iniqui ».4 Toquen la trompeta al salir la luna nueva,

y el día de luna llena, el día de nuestra fiesta.

5 Non conoscono, non capiscono, camminano nelle tenebre. Sono scossi tutti i fondamenti del la terra.5 Porque esta es una ley para Israel,

un precepto del Dios de Jacob:

6 Io dissi: « Voi siete dèi e figli butti dell'Altissimo.6 él se la impuso como norma a José,

cuando salió de la tierra de Egipto.

Oigo una voz desconocida que dice:

7 Eppure morrete come gli altri uomini e cadrete come un principe qualunque ».7 Yo quité el peso de tus espaldas

y tus manos quedaron libres de la carga.

8 Sorgi, o Dio, giudica la terra, perchè tu hai il dominio su tutte le nazioni.8 Clamaste en la aflicción, y te salvé;

te respondí oculto entre los truenos,

aunque me provocaste junto a las aguas de Meribá.

9 Oye, pueblo mío, yo atestiguo contra ti,

¡ojalá me escucharas, Israel!

10 No tendrás ningún Dios extraño,

no adorarás a ningún dios extranjero:

11 yo, el Señor, soy tu Dios,

que te hice subir de la tierra de Egipto.

12 Pero mi pueblo no escuchó mi voz,

Israel no me quiso obedecer;

13 por eso los entregué a su obstinación,

para que se dejaran llevar por sus caprichos.

14 ¡Ojalá mi pueblo me escuchara,

e Israel siguiera mis caminos!

15 Yo sometería a sus adversarios en un instante,

y volvería mi mano contra sus opresores.

16 Los enemigos del Señor tendrían que adularlo,

y ese sería su destino para siempre;

17 yo alimentaría a mi pueblo con lo mejor del trigo

y lo saciaría con miel silvestre».