Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Proverbios 23


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Si te sientas a comer con poderoso,
mira bien al que está frente a ti;
1 Si te sientas a la mesa con un señor, fíjate bien en lo que tienes delante;
2 pon un cuchillo a tu garganta
si eres hombre de apetito;
2 clava un cuchillo en tu garganta, si tienes mucho apetito.
3 no desees sus manjares,
porque es alimento engañoso.
3 No ambiciones sus manjares, porque son un alimento engañoso.
4 No te fatigues por eniquecerte,
deja de pensar en ello.
4 No te afanes por enriquecerte, deja de pensar en eso.
5 Pones tus ojos en ello y no hay nada.
Porque se hace alas como águila,
y se vuela hasta el cielo.
5 Tus ojos vuelan hacia la riqueza, y ya no hay nada, porque ella se pone alas y vuela hacia el cielo como un águila.
6 No comas pan con hombre de malas intenciones,
ni desees sus manjares.
6 No comas el pan del hombre malicioso ni codicies sus manjares,
7 Porque, según lo que calcula en su interior,
te dice: «¡Come y bebe!»,
pero su corazón no está contigo.
7 porque él es en realidad como piensa dentro de sí: «Come y bebe», te dice, pero su corazón no está contigo.
8 Nada más comer lo vomitarías
y tus palabras amables serían tu ruina.
8 El bocado que comiste, lo vomitarás, y habrás desperdiciado tus lindas palabras.
9 A oídos de necio no hables,
porque se burlará de la prudencia de tus dichos.
9 No hables a los oídos de un insensato, porque despreciará el buen sentido de tus palabras.
10 No desplaces el lindero antiguo,
no entres en el campo de los huérfanos,
10 No desplaces los linderos antiguos, ni te metas en los campos de los huérfanos,
11 porque su vengador es poderoso,
y defendería su pleito contra ti.
11 porque su Vengador es poderoso y defenderá su causa contra ti.
12 Aplica tu corazón a la instrucción,
y tus oídos a las palabras de la ciencia.
12 Abre tu corazón a la instrucción y tus oídos a las palabras de la ciencia.
13 No ahorres corrección al niño,
que no se va a morir porque le castigues con la vara.
13 No mezquines la corrección a un niño: si lo golpeas con la vara, no morirá.
14 Con la vara le castigarás
y librarás su alma del seol.
14 Tú lo golpearás con la vara, y librarás su vida del Abismo.
15 Hijo mío, si tu corazón es sabio,
se alegrará también mi corazón,
15 Hijo mío, si tu corazón es sabio, también se alegrará mi corazón:
16 y exultarán mis riñones
al decir tus labios cosas rectas.
16 mis entrañas se regocijarán, cuando tus labios hablen con rectitud.
17 No envidie tu corazón a los pecadores,
más bien en el temor de Yahveh permanezca todo el día,
17 Que tu corazón no envidie a los pecadores, sino que siempre tema al Señor.
18 porque hay un mañana,
y tu esperanza no será aniquilada.
18 Así, ciertamente, tendrás un porvenir y tu esperanza no quedará defraudada.
19 Escucha, hijo, y serás sabio,
y endereza tu corazón por el camino...
19 Escucha, hijo mío, y te harás sabio, y enderezarás tu corazón por el buen camino.
20 No seas de los que se emborrachan de vino,
ni de los que se ahítan de carne,
20 No te juntes con los borrachos ni con los que se hartan de carne,
21 porque borracho y glotón se empobrecen
y el sopor se viste de harapos.
21 porque el borracho y el glotón se empobrecen, y la modorra hace andar vestido con harapos.
22 Escucha a tu padre, que él te engendró,
y no desprecies a tu madre por ser vieja.
22 Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando sea vieja.
23 Adquiere la verdad y no la vendas:
la sabiduría, la instrucción, la inteligencia.
23 Adquiere la verdad y no la vendas, lo mismo que la sabiduría, la instrucción y la inteligencia.
24 El padre del justo rebosa de gozo,
quien engendra un sabio por él se regocija.
24 El padre de un justo se llena de gozo, el que tiene un hijo sabio se alegra por él:
25 Se alegrarán tu padre y tu madre,
y gozará la que te ha engendrado.
25 ¡que se alegren tu padre y tu madre y se llene de gozo la que te hizo nacer!
26 Dame, hijo mío, tu corazón,
y que tus ojos hallen deleite en mis caminos.
26 Hijo mío, préstame atención y acepta de buena gana mis caminos.
27 Fosa profunda es la prostituta,
pozo angosto la mujer extraña.
27 Porque la prostituta es una fosa profunda y la mujer extraña, un pozo estrecho:
28 También ella como ladrón pone emboscadas,
y multiplica entre los hombres los traidores.
28 también ella está al acecho como un ladrón y multiplica las traiciones entre los hombres.
29 ¿Para quién las «Desgracias»? ¿para quién los «Ayes»?
¿para quién los litigios? ¿para quién los lloros?
¿para quién los golpes sin motivo?
¿para quién los ojos turbios?
29 ¿Para quién los lamentos? ¿Para quién los quejidos? ¿Para quién las querellas? ¿Para quién los suspiros? ¿Para quién las heridas sin motivo? ¿Para quién la mirada turbia?
30 Para los que se eternizan con el vino,
los que van en busca de vinos mezclados.
30 Para los que se pasan bebiendo y van en busca de vino aromatizado.
31 No mires el vino: ¡Qué buen color tiene!
¡cómo brinca en la copa!
¡qué bien entra!
31 No mires el vino: ¡qué rojo es! ¡Cómo centellea en la copa! ¡Cómo fluye suavemente!
32 Pero, a la postre, como serpiente muerde,
como víbora pica.
32 Pero al fin muerde como una serpiente y pica como una víbora.
33 Tus ojos verán cosas extrañas,
y tu corazón hablará sin ton ni son.
33 Tus ojos verán cosas extrañas, tu corazón hablará sin ton ni son;
34 Estarás como acostado en el corazón del mar,
o acostado en la punta de un mástil.
34 serás como un hombre acostado en alta mar, acostado en la punta de un mástil.
35 «Me han golpeado, pero no estoy enfermo;
me han tundido a palos, pero no lo he sentido,
¿Cuándo me despertaré...?, me lo seguiré
preguntando».
35 «Me han golpeado, pero no me dolió; me han pegado, pero no me di cuenta. ¿Cuándo me despertaré? ¡Volveré a pedir más todavía!».