Scrutatio

Martedi, 23 aprile 2024 - San Giorgio ( Letture di oggi)

Proverbios 7


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1Guarda, hijo mío, mis palabras,
conserva como un tesoro mis mandatos.
2Guarda mis mandamientos y vivirás;
sea mi lección como la niña de tus ojos.
3Atalos a tus dedos,
escríbelos en la tablilla de tu corazón.
4Dile a la sabiduría: «Tú eres mi hermana»,
llama pariente a la inteligencia,
5para que te guarde de la mujer ajena,
de la extraña de palabras melosas.
6Estaba yo a la ventana de mi casa
y miraba a través de las celosías,
7cuando ví, en el grupo de los simples,
distinguí entre los muchachos a un joven falto de
juicio:
8pasaba por la calle, junto a la esquina donde ella vivía,
iba camino de su casa,
9al atardecer, ya oscurecido,
en lo negro de la noche y de las sombras.
10De repente, le sale al paso una mujer,
con atavío de ramera y astucia en el corazón.
11Es alborotada y revoltosa,
sus pies nunca paran en su casa.
12Tan pronto en las calles como en las plazas,
acecha por todas las esquinas.
13Ella lo agarró y lo abrazó,
y desvergonzada le dijo:
14«Tenía que ofrecer un sacrificio de comunión
y hoy he cumplido mi voto;
15por eso he salido a tu encuentro
para buscarte en seguida; y va te he encontrado.
16He puesto en mi lecho cobertores
policromos, lencería de Egipto,
17con mirra mi cama he rociado,
con áloes y cinamomo.
18Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana,
solacémonos los dos, entre caricias.
19Porque no está el marido en casa,
está de viaje muy lejos;
20ha llevado en su mano la bolsa del dinero,
volverá a casa para la luna llena».
21Con sus muchas artes lo seduce,
lo rinde con el halago de sus labios.
22Se va tras ella en seguida,
como buey al matadero,
como el ciervo atrapado en el cepo,
23hasta que una flecha le atraviese el hígado;
como pájaro que se precipita en la red,
sin saber que le va en ello la vida.
24Ahora pues, hijo mío, escúchame,
pon atención a las palabras de mi boca:
25no se desvíe tu corazón hacia sus caminos,
no te descarríes por sus senderos,
26porque a muchos ha hecho caer muertos,
robustos eran todos los que ella mató.
27Su morada es camino del seol,
que baja hacia las cámaras de la muerte.