Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Salmos 19


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BIBLIAVULGATA
1 Del maestro de coro. Salmo. De David.
1 In finem. Psalmus David.
2 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
la obra de sus manos anuncia el firmamento;
2 Exaudiat te Dominus in die tribulationis ;
protegat te nomen Dei Jacob.
3 el día al día comunica el mensaje,
y la noche a la noche trasmite la noticia.
3 Mittat tibi auxilium de sancto,
et de Sion tueatur te.
4 No es un mensaje, no hay palabras,
ni su voz se puede oír;
4 Memor sit omnis sacrificii tui,
et holocaustum tuum pingue fiat.
5 mas por toda la tierra se adivinan los rasgos,
y sus giros hasta el confín del mundo.
En el mar levantó para el sol una tienda,
5 Tribuat tibi secundum cor tuum,
et omne consilium tuum confirmet.
6 y él, como un esposo que sale de su tálamo,
se recrea, cual atleta, corriendo su carrera.
6 Lætabimur in salutari tuo ;
et in nomine Dei nostri magnificabimur.
7 A un extremo del cielo es su salida,
y su órbita llega al otro extremo,
sin que haya nada que a su ardor escape.
7 Impleat Dominus omnes petitiones tuas ;
nunc cognovi quoniam salvum fecit Dominus christum suum.
Exaudiet illum de cælo sancto suo,
in potentatibus salus dexteræ ejus.
8 La ley de Yahveh es perfecta,
consolación del alma,
el dictamen de Yahveh, veraz,
sabiduría del sencillo.
8 Hi in curribus, et hi in equis ;
nos autem in nomine Domini Dei nostri invocabimus.
9 Los preceptos de Yahveh son rectos,
gozo del corazón;
claro el mandamiento de Yahveh,
luz de los ojos.
9 Ipsi obligati sunt, et ceciderunt ;
nos autem surreximus, et erecti sumus.
10 El temor de Yahveh es puro,
por siempre estable;
verdad, los juicios de Yahveh,
justos todos ellos,
10 Domine, salvum fac regem,
et exaudi nos in die qua invocaverimus te.
11 apetecibles más que el oro,
más que el oro más fino;
sus palabras más dulces que la miel,
más que el jugo de panales.
12 Por eso tu servidor se empapa en ellos,
gran ganancia es guardarlos.
13 Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?
De las faltas ocultas límpiame.
14 Guarda también a tu siervo del orgullo,
no tenga dominio sobre mí.
Entonces seré irreprochable,
de delito grave exento.
15 ¡Sean gratas las palabras de mi boca,
y el susurro de mi corazón,
sin tregua ante ti, Yahveh,
roca mía, mi redentor.