Scrutatio

Lunedi, 6 maggio 2024 - San Pietro Nolasco ( Letture di oggi)

Job 3


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Después de esto, abrió Job la boca y maldijo su día.1 Después de esto, Job rompió el silencio y maldijo el día de su nacimiento.
2 Tomó Job la palabra y dijo:2 Tomó la palabra y exclamó:
3 ¡Perezca el día en que nací, y la noche que dijo: «Un varón ha sido concebido!»3 ¡Desaparezca el día en que nací y la noche que dijo: «Ha sido engendrado un varón»!
4 El día aquel hágase tinieblas, no lo requiera Dios desde lo alto, ni brille sobre él la luz.4 ¡Que aquel día se convierta en tinieblas! Que Dios se despreocupe de él desde lo alto y no brille sobre él ni un rayo de luz.
5 Lo reclamen tinieblas y sombras, un nublado se cierna sobre él, lo estremezca un eclipse.5 Que lo reclamen para sí las tinieblas y las sombras, que un nubarrón se cierna sobre él y lo aterrorice un eclipse de sol.
6 Sí, la oscuridad de él se apodere, no se añada a los días del año, ni entre en la cuenta de los meses.6 ¡Sí, que una densa oscuridad se apodere de él y no se lo añada a los días del año ni se lo incluya en el cómputo de los meses!
7 Y aquella noche hágase inerte, impenetrable a los clamores de alegría.7 ¡Que aquella noche sea estéril y no entre en ella ningún grito de alegría!
8 Maldíganla los que maldicen el día, los dispuestos a despertar a Leviatán.8 Que la maldigan los que maldicen los días, los expertos en excitar a Leviatán.
9 Sean tinieblas las estrellas de su aurora, la luz espere en vano, y no vea los párpados del alba.9 Que se oscurezcan las estrellas de su aurora; que espere en vano la luz y nos vea los destellos del alba.
10 Porque no me cerró las puertas del vientre donde estaba, ni ocultó a mis ojos el dolor.10 Porque no me cerró las puertas del seno materno ni ocultó a mis ojos tanta miseria.
11 ¿Por qué no morí cuando salí del seno, o no expiré al salir del vientre?11 ¿Por qué no me morí al nacer? ¿Por qué no expiré al salir del vientre materno?
12 ¿Por qué me acogieron dos rodillas? ¿por qué hubo dos pechos para que mamara?12 ¿Por qué me recibieron dos rodillas y dos pechos me dieron de mamar?
13 Pues ahora descansaría tranquilo, dormiría ya en paz,13 Ahora yacería tranquilo estaría dormido y así descansaría,
14 con los reyes y los notables de la tierra, que se construyen soledades;14 junto con los reyes y consejeros de la tierra que se hicieron construir mausoleos,
15 o con los príncipes que poseen oro y llenan de plata sus moradas.15 o con los príncipes que poseían oro y llenaron de plata sus moradas.
16 O ni habría existido, como aborto ocultado, como los fetos que no vieron la luz.16 O no existiría, como un aborto enterrado, como los niños que nunca vieron la luz.
17 Allí acaba la agitación de los malvados, allí descansan los exhaustos.17 Allí, los malvados dejan de agitarse, allí descansan los que están extenuados.
18 También están tranquilos los cautivos, sin oír más la voz del capataz.18 También los prisioneros están en paz, no tienen que oír los gritos del carcelero.
19 Chicos y grandes son allí lo mismo, y el esclavo se ve libre de su dueño.19 Pequeños y grandes son allí una misma cosa, y el esclavo está liberado de su dueño.
20 ¿Para qué dar la luz a un desdichado, la vida a los que tienen amargada el alma,20 ¿Para qué dar a luz a un desdichado y la vida a los que están llenos de amargura,
21 a los que ansían la muerte que no llega y excavan en su búsqueda más que por un tesoro,21 a los que ansían en vano la muerte y la buscan más que a un tesoro,
22 a los que se alegran ante el túmulo y exultan cuando alcanzan la tumba,22 a los que se alegrarían de llegar a la tumba y se llenarían de júbilo al encontrar un sepulcro,
23 a un hombre que ve cerrado su camino, y a quien Dios tiene cercado?23 al hombre que se le cierra el camino y al que Dios cerca por todas partes?
24 Como alimento viene mi suspiro, como el agua se derraman mis lamentos.24 Los gemidos se han convertido en mi pan y mis lamentos se derramen como agua.
25 Porque si de algo tengo miedo, me acaece, y me sucede lo que temo.25 Porque me sucedió lo que más temía y me sobrevino algo terrible.
26 No hay para mí tranquilidad ni calma, no hay reposo: turbación es lo que llega.26 ¡No tengo calma, ni tranquilidad, ni sosiego, sólo una constante agitación!