Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Salmos 32


font
BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 De David. Poema.
¡Dichoso el que es perdonado de su culpa,
y le queda cubierto su pecado!
1 De David. Poema.

¡Feliz el que ha sido absuelto de su pecado

y liberado de su falta!

2 Dichoso el hombre a quien Yahveh
no le cuenta el delito,
y en cuyo espíritu no hay fraude.
2 ¡Feliz el hombre a quien el Señor

no le tiene en cuenta las culpas,

y en cuyo espíritu no hay doblez!

3 Cuando yo me callaba, se sumían mis huesos
en mi rugir de cada día,
3 Mientras me quedé callado,

mis huesos se consumían entre continuos lamentos,

4 mientras pesaba, día y noche,
tu mano sobre mí;
mi corazón se alteraba como un campo
en los ardores del estío. Pausa.
4 porque de día y de noche tu mano pesaba sobre mí;

mi savia se secaba por los ardores del verano.

5 Mi pecado te reconocí,
y no oculté mi culpa;
dije: «Me confesaré
a Yahveh de mis rebeldías».
Y tú absolviste mi culpa,
perdonaste mi pecado. Pausa.
5 Pero yo reconocí mi pecado,

no te escondí mi culpa,

pensando: «Confesaré mis faltas al Señor».

¡Y tú perdonaste mi culpa y mi pecado!

6 Por eso te suplica todo el que te ama
en la hora de la angustia.
Y aunque las muchas aguas se desborden,
no le alcanzarán.
6 Por eso, que todos tus fieles te supliquen

en el momento de la angustia;

y cuando irrumpan las aguas caudalosas

no llegarán hasta ellos.

7 Tú eres un cobijo para mí,
de la angustia me guardas,
estás en torno a mí para salvarme. Pausa.
7 Tú eres mi refugio,

tú me libras de los peligros

y me colmas con la alegría de la salvación.

8 Voy a instruirte, a mostrarte el camino a seguir;
fijos en ti los ojos, seré tu consejero.
8 Yo te instruiré,

te enseñaré el camino que debes seguir;

con los ojos puestos en ti, seré tu consejero.

9 No seas cual caballo o mulo sin sentido,
rienda y freno hace falta para domar su brío,
si no, no se te acercan.
9 No sean irracionales como el caballo y la mula,

cuyo brío hay que contener con el bozal y el freno

para poder acercarse.

10 Copiosas son las penas del impío,
al que confía en Yahveh el amor le envuelve.
10 ¡Cuántos son los tormentos del malvado!

Pero el Señor cubrirá con su amor

al que confía en él.

11 ¡Alegraos en Yahveh,
oh justos, exultad,
gritad de gozo, todos los de recto corazón!
11 ¡Alégrense en el Señor, regocíjense los justos!

¡Canten jubilosos los rectos de corazón!