Scrutatio

Domenica, 5 maggio 2024 - Beato Nunzio Sulprizio ( Letture di oggi)

Salmos 22


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Del maestro de coro. Sobre «la cierva de la aurora».
Salmo. De David.
1 Del maestro de coro. Según la melodía de «La cierva de la aurora». Salmo de David.

2 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
¡lejos de mi salvación la voz de mis rugidos!
2 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

¿Por qué estás lejos de mi clamor y mis gemidos?

3 Dios mío, de día clamo, y no respondes,
también de noche, no hay silencio para mí.
3 Te invoco de día, y no respondes,

de noche, y no encuentro descanso;

4 ¡Mas tú eres el Santo,
que moras en las laudes de Israel!
4 y sin embargo, tú eres el Santo,

que reinas entre las alabanzas de Israel.

5 En ti esperaron nuestros padres,
esperaron y tú los liberaste;
5 En ti confiaron nuestros padres:

confiaron, y tú los libraste;

6 a ti clamaron, y salieron salvos,
en ti esperaron, y nunca quedaron confundidos.
6 clamaron a ti y fueron salvados,

confiaron en ti y no quedaron defraudados.

7 Y yo, gusano, que no hombre,
vergüenza del vulgo, asco del pueblo,
7 Pero yo soy un gusano, no un hombre;

la gente me escarnece y el pueblo me desprecia;

8 todos los que me ven de mí se mofan,
tuercen los labios, menean la cabeza:
8 los que me ven, se burlan de mí,

hacen una mueca y mueven la cabeza, diciendo:

9 «Se confió a Yahveh, ¡pues que él le libre,
que le salve, puesto que le ama!»
9 «Confió en el Señor, que él lo libre;

que lo salve, si lo quiere tanto».

10 Sí, tú del vientre me sacaste,
me diste confianza a los pechos de mi madre;
10 Tú, Señor, me sacaste del seno materno,

me confiaste al regazo de mi madre;

11 a ti fui entregado cuando salí del seno,
desde el vientre de mi madre eres tú mi Dios.
11 a ti fui entregado desde mi nacimiento,

desde el seno de mi madre, tú eres mi Dios.

12 ¡No andes lejos de mí, que la angustia está cerca,
no hay para mí socorro!
12 No te quedes lejos, porque acecha el peligro

y no hay nadie para socorrerme.

13 Novillos innumerables me rodean,
acósanme los toros de Basán;
13 Me rodea una manada de novillos,

me acorralan toros de Basán;

14 ávidos abren contra mí sus fauces;
leones que desgarran y rugen.
14 abren sus fauces contra mí

como leones rapaces y rugientes.

15 Como el agua me derramo,
todos mis huesos se dislocan,
mi corazón se vuelve como cera,
se me derrite entre mis entrañas.
15 Soy como agua que se derrama

y todos mis huesos están dislocados;

mi corazón se ha vuelto como cera

y se derrite en mi interior;

16 Está seco mi paladar como una teja
y mi lengua pegada a mi garganta;
tú me sumes en el polvo de la muerte.
16 mi garganta está seca como una teja

y la lengua se me pega al paladar.

17 Perros innumerables me rodean,
una banda de malvados me acorrala
como para prender mis manos y mis pies.
17 Me rodea una jauría de perros,

me asalta una banda de malhechores;

taladran mis manos y mis pies

18 Puedo contar todos mis huesos;
ellos me observan y me miran,
18 Yo puedo contar todos mis huesos;

ellos me miran con aire de triunfo,

19 repártense entre sí mis vestiduras
y se sortean mi túnica.
19 se reparten entre sí mi ropa

y sortean mi túnica.

20 ¡Mas tú, Yahveh, no te estés lejos,
corre en mi ayuda, oh fuerza mía,
20 Pero tú, Señor, no te quedes lejos;

tú que eres mi fuerza, ven pronto a socorrerme

21 libra mi alma de la espada,
mi única de las garras del perro;
21 Libra mi cuello de la espada

y mi vida de las garras del perro.

22 sálvame de las fauces del león,
y mi pobre ser de los cuernos de los búfalos!
22 Sálvame de la boca del león,

salva a este pobre de los toros salvajes.

23 ¡Anunciaré tu nombre a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré!:
23 Yo anunciaré tu Nombre a mis hermanos,

te alabaré en medio de la asamblea:

24 «Los que a Yahveh teméis, dadle alabanza,
raza toda de Jacob, glorificadle,
temedle, raza toda de Israel».
24 «Alábenlo, los que temen al Señor;

glorifíquenlo, descendientes de Jacob;

témanlo, descendientes de Israel.

25 Porque no ha despreciado
ni ha desdeñado la miseria del mísero;
no le ocultó su rostro,
mas cuando le invocaba le escuchó.
25 Porque él no ha mirado con desdén

ni ha despreciado la miseria del pobre:

no le ocultó su rostro

y lo escuchó cuando pidió auxilio»

26 De ti viene mi alabanza en la gran asamblea,
mis votos cumpliré ante los que le temen.
26 Por eso te alabaré en la gran asamblea

y cumpliré mis votos delante de los fieles:

27 Los pobres comerán, quedarán hartos,
los que buscan a Yahveh le alabarán:
«¡Viva por siempre vuestro corazón!»
27 los pobres comerán hasta saciarse

y los que buscan al Señor lo alabarán.

¡Que sus corazones vivan para siempre!

28 Le recordarán y volverán a Yahveh todos los confines de la
tierra,
ante él se postrarán todas las familias de las gentes.
28 Todos los confines de la tierra

se acordarán y volverán al Señor;

todas las familias de los pueblos

se postrarán en su presencia.

29 Que es de Yahveh el imperio, del señor de las naciones.
29 Porque sólo el Señor es rey

y él gobierna a las naciones.

30 Ante él solo se postrarán todos los poderosos de la tierra,
ante él se doblarán cuantos bajan al polvo.
Y para aquél que ya no viva,
30 Todos los que duermen en el sepulcro

se postrarán en su presencia;

todos los que bajaron a la tierra

doblarán la rodilla ante él,

y los que no tienen vida

31 le servirá su descendencia:
ella hablará del Señor a la edad
31 glorificarán su poder.

Hablarán del Señor a la generación futura,

32 venidera,
contará su justicia al pueblo por nacer:
Esto hizo él.
32 anunciarán su justicia a los que nacerán después,

porque esta es la obra del Señor.