Lettera agli Ebrei 12

BIBBIA CEI 2008	EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Anche noi dunque, circondati da tale moltitudine di testimoni, avendo deposto tutto ciò che è di peso e il peccato che ci assedia, corriamo con perseveranza nella corsa che ci sta davanti,	1 Por lo tanto, ya que estamos rodeados de una verdadera nube de testigos, despojémonos de todo lo que nos estorba, en especial del pecado, que siempre nos asedia, y corramos resueltamente al combate que se nos presenta.
2 tenendo fisso lo sguardo su Gesù, colui che dà origine alla fede e la porta a compimento. Egli, di fronte alla gioia che gli era posta dinanzi, si sottopose alla croce, disprezzando il disonore, e siede alla destra del trono di Dio.	2 Fijemos la mirada en el iniciador y consumador de nuestra fe, en Jesús, el cual, en lugar del gozo que se les ofrecía, soportó la cruz sin tener en cuenta la infamia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.
3 Pensate attentamente a colui che ha sopportato contro di sé una così grande ostilità dei peccatori, perché non vi stanchiate perdendovi d’animo.	3 Piensen en aquel que sufrió semejante hostilidad por parte de los pecadores, y así no se dejarán abatir por el desaliento.
4 Non avete ancora resistito fino al sangue nella lotta contro il peccato	4 Después de todo, en la lucha contra el pecado, ustedes no han resistido todavía hasta derramar su sangre.
5 e avete già dimenticato l’esortazione a voi rivolta come a figli: Figlio mio, non disprezzare la correzione del Signore e non ti perdere d’animo quando sei ripreso da lui;	5 Ustedes se han olvidado de la exhortación que Dios les dirige como a hijos suyos: "Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, y cuando te reprenda, no te desalientes.
6 perché il Signore corregge colui che egli ama e percuote chiunque riconosce come figlio.	6 Porque el Señor corrige al que ama y castiga a todo aquel que recibe por hijo".
7 È per la vostra correzione che voi soffrite! Dio vi tratta come figli; e qual è il figlio che non viene corretto dal padre?	7 Si ustedes tienen que sufrir es para su corrección; porque Dios los trata como a hijos, y ¿hay algún hijo que no sea corregido por su padre?
8 Se invece non subite correzione, mentre tutti ne hanno avuto la loro parte, siete illegittimi, non figli!	8 Si Dios no los corrigiera, como lo hace con todos, ustedes serían bastardos y no hijos.
9 Del resto noi abbiamo avuto come educatori i nostri padri terreni e li abbiamo rispettati; non ci sottometteremo perciò molto di più al Padre celeste, per avere la vita?	9 Después de todo, nuestros padres carnales nos corregían, y no por eso dejábamos de respetarlos. Con mayor razón, entonces, debemos someternos al Padre de nuestro espíritu, para poseer la Vida.
10 Costoro infatti ci correggevano per pochi giorni, come sembrava loro; Dio invece lo fa per il nostro bene, allo scopo di farci partecipi della sua santità.	10 Porque nuestros padres sólo nos corrigen por un breve tiempo y de acuerdo con su criterio. Dios, en cambio, nos corrige para nuestro bien, a fin de comunicarnos su santidad.
11 Certo, sul momento, ogni correzione non sembra causa di gioia, ma di tristezza; dopo, però, arreca un frutto di pace e di giustizia a quelli che per suo mezzo sono stati addestrati.	11 Es verdad que toda corrección, en el momento de recibirla, es motivo de tristeza y no de alegría; pero más tarde, produce frutos de paz y de justicia en los que han sido adiestrados por ella.
12 Perciò, rinfrancate le mani inerti e le ginocchia fiacche	12 Por eso, que recobren su vigor las manos que desfallecen y las rodillas que flaquean.
13 e camminate diritti con i vostri piedi, perché il piede che zoppica non abbia a storpiarsi, ma piuttosto a guarire.	13 Y ustedes, avancen por un camino llano, para que el rengo no caiga, sino que se cure.
14 Cercate la pace con tutti e la santificazione, senza la quale nessuno vedrà mai il Signore;	14 Busquen la paz con todos y la santificación, porque sin ella nadie verá al Señor.
15 vigilate perché nessuno si privi della grazia di Dio. Non spunti né cresca in mezzo a voi alcuna radice velenosa, che provochi danni e molti ne siano contagiati.	15 Estén atentos para que nadie sea privado de la gracia de Dios, y para que no brote ninguna raíz venenosa capaz de perturbar y contaminar a la comunidad.
16 Non vi sia nessun fornicatore, o profanatore, come Esaù che, in cambio di una sola pietanza, vendette la sua primogenitura.	16 Que no haya ningún impúdico ni profanador, como Esaú, que vendió su derecho a la primogenitura por un plato de comida.
17 E voi ben sapete che in seguito, quando volle ereditare la benedizione, fu respinto: non trovò, infatti, spazio per un cambiamento, sebbene glielo richiedesse con lacrime.	17 Recuerden que después, cuando quiso heredar la bendición de su padre fue rechazado, y por más que la imploró con lágrimas, no pudo obtener un cambio de decisión.
18 Voi infatti non vi siete avvicinati a qualcosa di tangibile né a un fuoco ardente né a oscurità, tenebra e tempesta,	18 Ustedes, en efecto, no se han acercado a algo tangible: fuego ardiente, oscuridad, tinieblas, tempestad,
19 né a squillo di tromba e a suono di parole, mentre quelli che lo udivano scongiuravano Dio di non rivolgere più a loro la parola.	19 sonido de trompeta, y un estruendo tal de palabras, que aquellos que lo escuchaban no quisieron que se les siguiera hablando.
20 Non potevano infatti sopportare quest’ordine: Se anche una bestia toccherà il monte, sarà lapidata.	20 Porque no podrían soportar esta prescripción: Cualquiera que toque la montaña será apedreado, incluso los animales.
21 Lo spettacolo, in realtà, era così terrificante che Mosè disse: Ho paura e tremo.	21 Este espectáculo era tan terrible, que Moisés exclamó: Estoy aterrado y tiemblo.
22 Voi invece vi siete accostati al monte Sion, alla città del Dio vivente, alla Gerusalemme celeste e a migliaia di angeli, all’adunanza festosa	22 Ustedes, en cambio, se han acercado a la montaña de Sión, a la Ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, a una multitud de ángeles, a una fiesta solemne,
23 e all’assemblea dei primogeniti i cui nomi sono scritti nei cieli, al Dio giudice di tutti e agli spiriti dei giusti resi perfetti,	23 a la asamblea de los primogénitos cuyos nombres están escritos en el cielo. Se han acercado a Dios, que es el Juez del universo, y a los espíritus de los justos que ya han llegado a la perfección,
24 a Gesù, mediatore dell’alleanza nuova, e al sangue purificatore, che è più eloquente di quello di Abele.	24 a Jesús, el mediador de la Nueva Alianza, y a la sangre purificadora que habla más elocuentemente que la de Abel.
25 Perciò guardatevi bene dal rifiutare Colui che parla, perché, se quelli non trovarono scampo per aver rifiutato colui che proferiva oracoli sulla terra, a maggior ragione non troveremo scampo noi, se volteremo le spalle a Colui che parla dai cieli.	25 Tengan cuidado de no desoír al que habla. Porque si los que rehusaron escuchar al que promulgaba oráculos en la tierra, no pudieron escapar al castigo, ¿cómo podremos escapar nosotros si volvemos las espaldas al que habla desde el cielo?
26 La sua voce un giorno scosse la terra; adesso invece ha fatto questa promessa: Ancora una volta io scuoterò non solo la terra, ma anche il cielo.	26 Aquel que en esa ocasión hizo temblar la tierra con su voz, ahora nos ha hecho esta promesa: Una vez más haré temblar no sólo la tierra, sino también el cielo.
27 Quando dice ancora una volta, vuole indicare che le cose scosse, in quanto create, sono destinate a passare, mentre rimarranno intatte quelle che non subiscono scosse.	27 Estas palabras una vez más quieren decir que las cosas que se conmueven van a cambiar –porque son creadas– para que permanezcan las que son inconmovibles.
28 Perciò noi, che possediamo un regno incrollabile, conserviamo questa grazia, mediante la quale rendiamo culto in maniera gradita a Dio con riverenza e timore;	28 Así, habiendo recibido la posesión de un Reino inconmovible, aferrémonos a esta gracia, y con piedad y temor, tributemos a Dios un culto que le sea agradable,
29 perché il nostro Dio è un fuoco divorante.	29 porque nuestro Dios es un fuego devorador.