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Lunedi, 29 aprile 2024 - Santa Caterina da Siena ( Letture di oggi)

Secondo libro dei Re 4


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BIBBIA CEI 2008BIBLIA
1 Una donna, una delle mogli dei figli dei profeti, gridò a Eliseo: «Mio marito, tuo servo, è morto; tu sai che il tuo servo temeva il Signore. Ora è venuto il creditore per prendersi come schiavi i miei due bambini».1 Una de las mujeres de la comunidad de los profetas clamó a Eliseo diciendo: «Tu siervo, mi marido, ha muerto; tú sabes que tu siervo temía a Yahveh. Pero el acreedor ha venido a tomar mis dos hijos para esclavos suyos».
2 Eliseo le disse: «Che cosa posso fare io per te? Dimmi che cosa hai in casa». Quella rispose: «In casa la tua serva non ha altro che un orcio d’olio».2 Eliseo dijo: «¿Qué puedo hacer por ti? Dime qué tienes en casa». Respondió ella: «Tu sierva no tiene en casa más que una orza de aceite».
3 Le disse: «Va’ fuori a chiedere vasi da tutti i tuoi vicini: vasi vuoti, e non pochi!3 Dijo él: «Anda y pide fuera vasijas a todas tus vecinas, vasijas vacías, no te quedes corta.
4 Poi entra in casa e chiudi la porta dietro a te e ai tuoi figli. Versa olio in tutti quei vasi e i pieni mettili da parte».4 Entra luego y cierra la puerta tras de ti y tras de tus hijos, y vierte sobre todas esas vasijas, y las pones aparte a medida que se vayan llenando».
5 Si allontanò da lui e chiuse la porta dietro a sé e ai suoi figli; questi le porgevano e lei versava.5 Se fue ella de su lado y cerró la puerta tras de sí y tras de sus hijos; éstos le acercaban las vasijas y ella iba vertiendo.
6 Quando i vasi furono pieni, disse a suo figlio: «Porgimi ancora un vaso». Le rispose: «Non ce ne sono più». L’olio cessò.6 Cuando las vasijas se llenaron, dijo ella a su hijo: «Tráeme otra vasija». El dijo: «Ya no hay más». Y el aceite se detuvo.
7 Ella andò a riferire la cosa all’uomo di Dio, che le disse: «Va’, vendi l’olio e paga il tuo debito; tu e i tuoi figli vivete con quanto ne resterà».
7 Fue ella a decírselo al hombre de Dios, que dijo: «Anda y vende el aceite y paga a tu acreedor, y tú y tus hijos viviréis de lo restante».
8 Un giorno Eliseo passava per Sunem, ove c’era un’illustre donna, che lo trattenne a mangiare. In seguito, tutte le volte che passava, si fermava a mangiare da lei.8 Un día pasó Eliseo por Sunem; había allí una mujer principal y le hizo fuerza para que se quedara a comer, y después, siempre que pasaba, iba allí a comer.
9 Ella disse al marito: «Io so che è un uomo di Dio, un santo, colui che passa sempre da noi.9 Dijo ella a su marido: «Mira, sé que es un santo hombre de Dios que siempre viene por casa.
10 Facciamo una piccola stanza superiore, in muratura, mettiamoci un letto, un tavolo, una sedia e un candeliere; così, venendo da noi, vi si potrà ritirare».10 Vamos a hacerle una pequeña alcoba de fábrica en la terraza y le pondremos en ella una cama, una mesa, una silla y una lámpara, y cuando venga por casa, que se retire allí».
11 Un giorno che passò di lì, si ritirò nella stanza superiore e si coricò.11 Vino él en su día, se retiró a la habitación de arriba, y se acostó en ella.
12 Egli disse a Giezi, suo servo: «Chiama questa Sunammita». La chiamò e lei si presentò a lui.12 Dijo él a Guejazí su criado: «Llama a esta sunamita». La llamó y ella se detuvo ante él.
13 Eliseo disse al suo servo: «Dille tu: “Ecco, hai avuto per noi tutta questa premura; che cosa possiamo fare per te? C’è forse bisogno di parlare in tuo favore al re o al comandante dell’esercito?”». Ella rispose: «Io vivo tranquilla con il mio popolo».13 El dijo a su criado: «Dile: Te has tomado todos estos cuidados por nosotros, ¿qué podemos hacer por ti?, ¿quieres que hablemos en tu favor al rey o al jefe del ejército?» Ella dijo: «Vivo en medio de mi pueblo».
14 Eliseo replicò: «Che cosa si può fare per lei?». Giezi disse: «Purtroppo lei non ha un figlio e suo marito è vecchio».14 Dijo él: «¿Qué podemos hacer por ella?» Respondió Guejazí: «Por desgracia ella no tiene hijos y su marido es viejo».
15 Eliseo disse: «Chiamala!». La chiamò; ella si fermò sulla porta.15 Dijo él: «Llámala». La llamó y ella se detuvo a la entrada.
16 Allora disse: «L’anno prossimo, in questa stessa stagione, tu stringerai un figlio fra le tue braccia». Ella rispose: «No, mio signore, uomo di Dio, non mentire con la tua serva».16 Dijo él: «Al año proximo, por este mismo tiempo, abrazarás un hijo». Dijo ella: «No, mi señor, hombre de Dios, no engañes a tu sierva».
17 Ora la donna concepì e partorì un figlio, nel tempo stabilito, in quel periodo dell’anno, come le aveva detto Eliseo.
17 Concibió la mujer y dio a luz un niño en el tiempo que le había dicho Eliseo.
18 Il bambino crebbe e un giorno uscì per andare dal padre presso i mietitori.18 Creció el niño y un día se fue donde su padre junto a los segadores.
19 Egli disse a suo padre: «La mia testa, la mia testa!». Il padre ordinò a un servo: «Portalo da sua madre».19 Dijo a su padre: «¡Mi cabeza, mi cabeza!» El padre dijo a un criado: «Llévaselo a su madre».
20 Questi lo prese e lo portò da sua madre. Il bambino sedette sulle ginocchia di lei fino a mezzogiorno, poi morì.20 Lo tomó y lo llevó a su madre. Estuvo sobre las rodillas de ella hasta el mediodía y murió.
21 Ella salì a coricarlo sul letto dell’uomo di Dio; chiuse la porta e uscì.21 Subió y le acostó sobre el lecho del hombre de Dios, cerró tras el niño y salió.
22 Chiamò il marito e gli disse: «Mandami per favore uno dei servi e un’asina; voglio correre dall’uomo di Dio e tornerò subito».22 Llamó a su marido y le dijo: «Envíame uno de los criados con una asna. Voy a salir donde el hombre de Dios y volveré».
23 Quello domandò: «Perché vuoi andare da lui oggi? Non è il novilunio né sabato». Ma lei rispose: «Addio».23 Dijo él: «¿Por qué vas donde él? No es hoy novilunio ni sábado». Pero ella dijo: «Paz».
24 Sellò l’asina e disse al proprio servo: «Conducimi, cammina, non trattenermi nel cavalcare, a meno che non te lo ordini io».24 Hizo aparejar el asna y dijo a su criado: «Guía y anda, no me detengas en el viaje hasta que yo te diga».
25 Si incamminò; giunse dall’uomo di Dio sul monte Carmelo. Quando l’uomo di Dio la vide da lontano, disse a Giezi, suo servo: «Ecco la Sunammita!25 Fue ella y llegó donde el hombre de Dios, al monte Carmelo. Cuando el hombre de Dios la vio a lo lejos, dijo a su criado Guejazí: «Ahí viene nuestra sunamita.
26 Su, corrile incontro e domandale: “Stai bene? Tuo marito sta bene? E tuo figlio sta bene?”». Quella rispose: «Bene!».26 Así que corre a su encuentro y pregúntale: ¿Estás bien tú? ¿Está bien tu marido? ¿Está bien el niño?» Ella respondió: «Bien».
27 Giunta presso l’uomo di Dio sul monte, gli afferrò i piedi. Giezi si avvicinò per tirarla indietro, ma l’uomo di Dio disse: «Lasciala stare, perché il suo animo è amareggiato e il Signore me ne ha nascosto il motivo; non me l’ha rivelato».27 Llegó donde el hombre de Dios, al monte, y se abrazó a sus pies; se acercó Guejazí para apartarla, pero el hombre de Dios dijo: «Déjala, porque su alma está en amargura y Yahveh me lo ha ocultado y no me lo ha manifestado».
28 Ella disse: «Avevo forse domandato io un figlio al mio signore? Non ti dissi forse: “Non mi ingannare”?».
28 Ella dijo: «¿Acaso pedí un hijo a mi señor? ¿No te dije que no me engañaras?»
29 Eliseo disse a Giezi: «Cingi i tuoi fianchi, prendi in mano il mio bastone e parti. Se incontrerai qualcuno, non salutarlo; se qualcuno ti saluta, non rispondergli. Metterai il mio bastone sulla faccia del ragazzo».29 Dijo a Guejazí: «Ciñe tu cintura, toma mi bastón en tu mano y vete; si te incuentras con alguien no le saludes, y y si alguien te saluda no le respondas, y pon mi bastón sobre la cara del niño».
30 La madre del ragazzo disse: «Per la vita del Signore e per la tua stessa vita, non ti lascerò». Allora egli si alzò e la seguì.30 Pero la madre del niño dijo: «Vive Yahveh y vive tu alma, que no te dejaré». El pues, se levantó y se fue tras ella.
31 Giezi li aveva preceduti; aveva posto il bastone sulla faccia del ragazzo, ma non c’era stata voce né reazione. Egli tornò incontro a Eliseo e gli riferì: «Il ragazzo non si è svegliato».31 Guejazí había partido antes que ellos y había colocado el bastón sobre la cara del niño, pero no tenía voz ni señales de vida, de modo que se volvió a su encuentro y le manifestó: «El niño no se despierta».
32 Eliseo entrò in casa. Il ragazzo era morto, coricato sul letto.32 Llegó Eliseo a la casa; el niño muerto estaba acostado en su lecho.
33 Egli entrò, chiuse la porta dietro a loro due e pregò il Signore.33 Entró y cerró la puerta tras de ambos, y oró a Yahveh.
34 Quindi salì e si coricò sul bambino; pose la bocca sulla bocca di lui, gli occhi sugli occhi di lui, le mani sulle mani di lui, si curvò su di lui e il corpo del bambino riprese calore.34 Subió luego y se acostó sobre el niño, y puso su boca sobre la boca de él, sus ojos sobre los ojos, sus manos sobre las manos, se recostó sobre él y la carne del niño entró en calor.
35 Quindi desistette e si mise a camminare qua e là per la casa; poi salì e si curvò su di lui. Il ragazzo starnutì sette volte, poi aprì gli occhi.35 Se puso a caminar por la casa de un lado para otro, volvió a subir y a recostarse sobre él hasta siete veces y el niño estornudó y abrió sus ojos.
36 Eliseo chiamò Giezi e gli disse: «Chiama questa Sunammita!». La chiamò e, quando lei gli giunse vicino, le disse: «Prendi tuo figlio!».36 Llamó a Guejazí y le dijo: «Llama a la sunamita». La llamó y ella llegó donde él. Dijo él: «Toma tu hijo».
37 Quella entrò, cadde ai piedi di lui, si prostrò a terra, prese il figlio e uscì.
37 Entró ella y, cayendo a sus pies, se postró en tierra y salió llevándose a su hijo.
38 Eliseo tornò a Gàlgala. Nella regione c’era carestia. Mentre i figli dei profeti stavano seduti davanti a lui, egli disse al suo servo: «Metti la pentola grande e cuoci una minestra per i figli dei profeti».38 Cuando Eliseo se volvió a Guilgal había hambre en el país. La comunidad de los profetas estaba sentada ante él y dijo a su criado: «Toma la olla grande y pon a cocer potaje para los profetas».
39 Uno di essi andò in campagna per cogliere erbe selvatiche e trovò una specie di vite selvatica: da essa colse zucche agresti e se ne riempì il mantello. Ritornò e gettò i frutti a pezzi nella pentola della minestra, non sapendo che cosa fossero.39 Uno de ellos salió al campo a recoger hierbas comestibles; encontró una viña silvestre y recogió una especie de calabazas silvestres hasta llenar su vestido; fue y las cortó en pedazos en la olla del potaje, pues no sabía lo que era.
40 Si versò da mangiare agli uomini, che appena assaggiata la minestra gridarono: «Nella pentola c’è la morte, uomo di Dio!». Non ne potevano mangiare.40 Lo sirvieron después para que comieran los hombres y, cuando estaban comiendo, comenzaron a gritar diciendo: «¡La muerte en la olla, hombre de Dios!» Y no pudieron comer.
41 Allora Eliseo ordinò: «Andate a prendere della farina». Versatala nella pentola, disse: «Danne da mangiare a questa gente». Non c’era più nulla di cattivo nella pentola.
41 El dijo: «Traedme harina», y la echó en la olla. Dijo: «Repartid entre la gente». Comieron y no había nada malo en la olla.
42 Da Baal-Salisà venne un uomo, che portò pane di primizie all’uomo di Dio: venti pani d’orzo e grano novello che aveva nella bisaccia. Eliseo disse: «Dallo da mangiare alla gente».42 Vino un hombre de Baal Salisa y llevó al hombre de Dios primicias de pan, veinte panes de cebada y grano fresco en espiga; y dijo Eliseo: «Dáselo a la gente para que coman».
43 Ma il suo servitore disse: «Come posso mettere questo davanti a cento persone?». Egli replicò: «Dallo da mangiare alla gente. Poiché così dice il Signore: “Ne mangeranno e ne faranno avanzare”».43 Su servidor dijo: «¿Cómo voy a dar esto a cien hombres?» El dijo: «Daselo a la gente para que coman, porque así dice Yahveh: Comerán y sobrará».
44 Lo pose davanti a quelli, che mangiarono e ne fecero avanzare, secondo la parola del Signore.44 Se lo dio, comieron y dejaron de sobra, según la palabra de Yahveh.