Scrutatio

Lunedi, 6 maggio 2024 - San Pietro Nolasco ( Letture di oggi)

Proverbios 29


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 El hombre que, reprendido, endurece la cerviz,
será pronto deshecho y sin remedio.
1 El hombre reacio a las reprensiones será destrozado de golpe y sin remedio.
2 Cuando los justos se multiplican, el pueblo se alegra,
cuando dominan los malos, el pueblo gime.
2 Cuando gobiernan los justos, el pueblo se alegra; cuando domina un malvado, el pueblo gime.
3 El que ama la sabiduría, da alegría a su padre,
el que anda con prostitutas, disipa su fortuna.
3 El que ama la sabiduría es la alegría de su padre, el que frecuenta prostitutas dilapida sus bienes.
4 El rey, con la equidad, mantiene el país,
el hombre exactor lo arruina.
4 Con el derecho, un rey da estabilidad al país, pero el que lo abruma con impuestos lo arruina.
5 El hombre que adula a su prójimo
pone una red bajo sus pasos.
5 El hombre que adula a su prójimo le tiende una red bajo sus pies.
6 En el pecado del malo hay una trampa,
pero el justo se regocija y alegra.
6 En el crimen del malvado hay una trampa, pero el justo corre lleno de alegría.
7 El justo conoce la causa de los débiles,
el malo no tiene inteligencia para conocerla.
7 El justo se preocupa por la causa de los pobres, pero el malvado es incapaz de comprender.
8 Los arrogantes turban la ciudad,
los sabios alejan la cólera.
8 Los provocadores alborotan la ciudad, pero los sabios calman la efervescencia.
9 Cuando el sabio tiene un pleito con el necio,
ya se exaspere o se ría, no logrará sosiego.
9 Cuando un sabio entra en pleito con un necio, sea que se irrite o se divierta, no resuelve nada.
10 Los hombres sanguinarios odian al intachable,
los rectos van en busca de su persona.
10 Los sanguinarios odian al hombre íntegro, pero los rectos buscan su compañía.
11 El necio da salida a toda su pasión;
el sabio la reprime y apacigua.
11 El insensato da libre curso a su mal humor, pero el sabio lo refrena y apacigua.
12 Si un jefe hace caso de las palabras mentirosas,
todos sus servidores serán malos.
12 Si un jefe se deja llevar de habladurías, todos sus servidores se vuelven malvados.
13 El pobre y el opresor se encuentran,
Yahveh da la luz a los ojos de ambos.
13 El pobre y el opresor tienen esto en común: el Señor ilumina los ojos de los dos.
14 El rey que juzga con verdad a los débiles,
asegura su trono para siempre.
14 Si un rey juzga a los pobres conforme a la verdad, su trono estará firme para siempre.
15 Vara y reprensión dan sabiduría,
muchacho dejado a sí mismo, avergüenza a su madre.
15 La vara y la reprensión dan sabiduría, pero el joven consentido avergüenza a su madre.
16 Cuando se multiplican los malos, se multiplican los delitos,
pero los justos contemplarán su caída.
16 Cuando se multiplican los malvados, aumentan los crímenes, pero los justos verán su caída.
17 Corrige a tu hijo y te dejará tranquilo;
y hará las delicias de tu alma.
17 Corrige a tu hijo, y él te dará tranquilidad y colmará tu alma de delicias.
18 Cuando no hay visiones, el pueblo se relaja,
pero el que guarda la ley es dichoso.
18 Cuando no hay visión profética, el pueblo queda sin freno, pero ¡feliz el que observa la Ley!
19 No se corrige a un siervo con palabras,
porque aunque las entienda, no las cumple.
19 A un esclavo no se lo corrige con palabras: aunque entienda, no las tiene en cuenta.
20 ¿Has visto un hombre dispuesto siempre a hablar?
más se puede esperar de un necio que de él.
20 ¿Has visto a un hombre que se apura a hablar? Se puede esperar más de un necio que de él.
21 Si se mima a un esclavo desde niño,
al final será un ingrato.
21 Si a un esclavo se le consiente desde su infancia, terminará por convertirse en un rebelde.
22 El hombre violento provoca querellas,
el hombre airado multiplica los delitos.
22 El hombre irascible siembra discordias, el furibundo multiplica los crímenes.
23 El orgullo del pobre lo humillará;
el humilde de espíritu obtendrá honores.
23 El orgullo lleva al hombre a la humillación, el de espíritu humilde alcanzará honores.
24 El que reparte con ladrón se odia a sí mismo,
oye la imprecación, pero no revela nada.
24 El cómplice de un ladrón se odia a sí mismo: oye la fórmula imprecatoria, pero no lo denuncia.
25 Temblar ante los hombres es un lazo;
el que confía en Yahveh está seguro.
25 El miedo tiende al hombre una trampa, pero el que confía en el Señor se pone a salvo.
26 Son muchos los que buscan el favor del jefe,
pero es Yahveh el que juzga a cada uno.
26 Muchos buscan el favor del que gobierna, pero el derecho de cada uno viene del Señor.
27 Abominación para los justos es el hombre inicuo
abominación para el malo el de recto camino.
27 El hombre inicuo es abominable para los justos, el que sigue el camino recto es abominable para el malvado.