Scrutatio

Mercoledi, 1 maggio 2024 - San Giuseppe Lavoratore ( Letture di oggi)

Salmos 31


font
BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Del maestro de coro. Salmo. De David.
1 Del maestro de coro. Salmo de David.

2 En ti, Yahveh, me cobijo,
¡oh, no sea confundido jamás!
¡Recóbrame por tu justicia, líbrame,
2 Yo me refugio en ti, Señor,

¡que nunca me vea defraudado!

Líbrame, por tu justicia

3 tiende hacia mí tu oído, date prisa!
Sé para mí una roca de refugio,
alcázar fuerte que me salve;
3 inclina tu oído hacia mí

y ven pronto a socorrerme.

Sé para mí una roca protectora,

un baluarte donde me encuentre a salvo,

4 pues mi roca eres tú, mi fortaleza,
y, por tu nombre, me guías y diriges.
4 porque tú eres mi Roca y mi baluarte:

por tu Nombre, guíame y condúceme.

5 Sácame de la red que me han tendido,
que tú eres mi refugio;
5 Sácame de la red que me han tendido,

porque tú eres mi refugio.

6 en tus manos mi espíritu encomiendo,
tú, Yahveh, me rescatas.
Dios de verdad,
6 Yo pongo mi vida en tus manos:

tú me rescatarás, Señor, Dios fiel.

7 tú detestas
a los que veneran vanos ídolos;
mas yo en Yahveh confío:
7 Yo detesto a los que veneran ídolos vanos

y confío en el Señor.

8 ¡exulte yo y en tu amor me regocije!
Tú que has visto mi miseria,
y has conocido las angustias de mi alma,
8 ¡Tu amor será mi gozo y mi alegría!

Cuando tú viste mi aflicción

y supiste que mi vida peligraba,

9 no me has entregado en manos del enemigo,
y has puesto mis pies en campo abierto.
9 no me entregaste al poder del enemigo,

me pusiste en un lugar espacioso.

10 Tenme piedad, Yahveh,
que en angustias estoy.
De tedio se corroen mis ojos,
mi alma, mis entrañas.
10 Ten piedad de mí, Señor,

porque estoy angustiado:

mis ojos, mi garganta y mis entrañas

están extenuados de dolor.

11 Pues mi vida se consume en aflicción,
y en suspiros mis años;
sucumbe mi vigor a la miseria,
mis huesos se corroen.
11 Mi vida se consume de tristeza,

mis años, entre gemidos;

mis fuerzas decaen por la aflicción

y muy huesos están extenuados.

12 De todos mis opresores
me he hecho el oprobio;
asco soy de mis vecinos,
espanto de mis familiares.
Los que me ven en la calle
huyen lejos de mí;
12 Soy la burla de todos mis enemigos

y la irrisión de mis propios vecinos;

para mis amigos soy motivo de espanto,

los que me ven por la calle huyen de mí,

13 dejado estoy de la memoria como un muerto,
como un objeto de desecho.
13 Como un muerto, he caído en el olvido,

me he convertido en una cosa inútil.

14 Escucho las calumnias de la turba,
terror por todos lados,
mientras se aúnan contra mí en conjura,
tratando de quitarme la vida.
14 Oigo los rumores de la gente

y amenazas por todas partes,

mientras se confabulan contra mí

y traman quitarme la vida.

15 Mas yo confío en ti, Yahveh,
me digo: «¡Tú eres mi Dios!»
15 Pero yo confío en ti, Señor,

y te digo: «Tú eres mi Dios,

16 Está en tus manos mi destino, líbrame
de las manos de mis enemigos y perseguidores;
16 mi destino está en tus manos».

Líbrame del poder de mis enemigos

y de aquellos que me persiguen.

17 haz que alumbre a tu siervo tu semblante,
¡sálvame, por tu amor!
17 Que brille tu rostro sobre tu servidor,

sálvame por tu misericordia;

18 Yahveh, no haya confusión para mí, que te invoco,
¡confusión sólo para los impíos;
que bajen en silencio al seol,
18 Señor, que no me avergüence

de haberte invocado.

Que se avergüencen los malvados

y bajen mudos al Abismo;

19 enmudezcan los labios mentirosos
que hablan con insolencia contra el justo,
con orgullo y desprecio!
19 que enmudezcan los labios mentirosos,

los que profieren insolencias contra el justo

con soberbia y menosprecio.

20 ¡Qué grande es tu bondad, Yahveh!
Tú la reservas para los que te temen,
se la brindas a los que a ti se acogen,
ante los hijos de Adán.
20 ¡Qué grande es tu bondad, Señor!

Tú la reservas para tus fieles;

y la brindas a los que se refugian en ti,

en la presencia de todos.

21 Tú los escondes en el secreto de tu rostro,
lejos de las intrigas de los hombres;
bajo techo los pones a cubierto
de la querella de las lenguas.
21 Tú los ocultas al amparo de tu rostro

de las intrigas de los hombres;

y los escondes en tu Tienda de campaña,

lejos de las lenguas pendencieras.

22 ¡Bendito sea Yahveh que me ha brindado
maravillas de amor
(en ciudad fortificada)!
22 ¡Bendito sea el Señor!

El me mostró las maravillas de su amor

en el momento del peligro.

23 ¡Y yo que decía en mi inquietud:
«Estoy dejado de tus ojos!»
Mas tú oías la voz de mis plegarias,
cuando clamaba a ti.
23 En mi turbación llegué a decir:

«He sido arrojado de tu presencia».

Pero tú escuchaste la voz de mi súplica,

cuando yo te invocaba.

24 Amad a Yahveh, todos sus amigos;
a los fieles protege Yahveh,
pero devuelve muy sobrado
al que obra por orgullo.
24 Amen al Señor, todos sus fieles,

porque él protege a los que son leales

y castiga con severidad a los soberbios.

25 ¡Valor, que vuestro corazón se afirme,
vosotros todos que esperáis en Yahveh!
25 Sean fuertes y valerosos,

todos los que esperan en el Señor.