Scrutatio

Venerdi, 3 maggio 2024 - Santi Filippo e Giacomo ( Letture di oggi)

Salmos 74


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Poema. De Asaf.
¿Por qué has de rechazar, oh Dios, por siempre,
por qué humear de cólera contra el rebaño de tu pasto?
1 Poema de Asaf.

¿Por qué, oh Dios, nos rechazaste para siempre

y arde tu indignación contra las ovejas de tu rebaño?

2 Acuérdate de la comunidad que de antiguo adquiriste,
la que tú rescataste, tribu de tu heredad,
y del monte Sión donde pusiste tu morada.
2 Acuérdate de pueblo que adquiriste en otro tiempo,

de la tribu que rescataste para convertirla en tu herencia;

acuérdate de Sión, donde pusiste tu Morada.

3 Guía tus pasos a estas ruinas sin fin:
todo en el santuario lo ha devastado el enemigo.
3 Vuelve tus pasos hacia esta ruina completa:

todo lo destruyó el enemigo en el Santuario.

4 En el lugar de tus reuniones rugieron tus adversarios,
pusieron sus enseñas, enseñas
4 Rugieron tus adversarios en el lugar de tu asamblea,

pusieron como señales sus propios estandartes.

5 que no se conocían,
en el frontón de la entrada.
Machetes en bosque espeso,
5 Alzaron sus hachas como en la espesura de la selva;

6 a una cercenaban sus jambas,
y con hacha y martillo desgajaban.
6 destrozaron de un golpe todos los adornos,

los deshicieron con martillos y machetes;

7 Prendieron fuego a tu santuario,
por tierra profanaron la mansión de tu nombre.
7 prendieron fuego a tu Santuario,

profanaron, hasta arrasarla, la Morada de tu Nombre.

8 Dijeron en su corazón: «¡Destruyámoslos en bloque!»
Quemaron en la tierra todo lugar de santa reunión.
8 Habían pensado: «Acabemos con ellos,

quememos todos los templos de Dios en el país».

9 No vemos nuestras enseñas, no existen ya profetas,
ni nadie entre nosotros que sepa hasta cuándo.
9 Ya no vemos señales ni quedan profetas:

no hay nadie entre nosotros que sepa hasta cuándo.

10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, provocará el adversario?
¿Ultrajará tu nombre por siempre el enemigo?
10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, te insultará el enemigo?

¿Nunca cesará el adversario de despreciar tu Nombre?

11 ¿Por qué retraes tu mano,
y en tu seno retienes escondida tu diestra?
11 ¿Por qué retiras tu mano, Señor,

y la mantienes oculta en el pecho?

12 Oh Dios, mi rey desde el principio,
autor de salvación en medio de la tierra,
12 Pero tú, oh Dios, eres mi Rey desde el principio,

tú lograste victorias en medio de la tierra:

13 tú hendiste el mar con tu poder,
quebraste las cabezas de los montruos en las aguas;
13 deshiciste el Mar con tu poder

y quebraste las cabezas del dragón marino;

14 tú machacaste las cabezas de Leviatán
y las hiciste pasto de las fieras;
14 aplastaste las cabezas de Leviatán

y lo diste como alimento a las fieras del desierto.

15 tú abriste manantiales y torrentes,
y secaste ríos inagotables;
15 Hiciste brotar manantiales y torrentes,

secaste los ríos caudalosos;

16 tuyo es el día, tuya también la noche,
tú la luna y el sol estableciste,
16 tuyo es el día, tuya también la noche,

tú afirmaste la luna y el sol;

17 tú trazaste todos los confines de la tierra,
el verano y el invierno tú formaste.
17 fijaste las fronteras de la tierra,

formaste el verano y el invierno.

18 Recuérdalo, Yahveh: provoca el enemigo,
tu nombre ultraja un pueblo necio.
18 Recuerda, Señor, que el enemigo te ha ultrajado,

un pueblo insensato ha despreciado tu Nombre:

19 No entregues a la bestia el alma de tu tórtola,
la vida de tus pobres no olvides para siempre.
19 no entregues a los buitres la vida de tu Paloma

ni te olvides para siempre de los pobres.

20 Piensa en la alianza, que están llenos
los rincones del país de guaridas de violencia.
20 Ten presente tu alianza,

porque todos los rincones del país

están repletos de violencia.

21 ¡No vuelva cubierto de vergüenza el oprimido;
el humilde y el pobre puedan loar tu nombre!
21 Que el débil no retroceda lleno de confusión,

que el pobre y el oprimido alaben tu Nombre.

22 ¡Alzate, oh Dios, a defender tu causa,
acuérdate del necio que te provoca todo el día!
22 Levántate, oh Dios, defiende tu causa,

recuerda que el insensato te ultraja sin cesar.

23 No olvides el griterío de tus adversarios,
el clamor de tus agresores que crece sin cesar!
23 No olvides los gritos de tus adversarios,

porque crece el tumulto de los que se alzan contra ti.