Scrutatio

Venerdi, 29 marzo 2024 - Santi Simplicio e Costantino ( Letture di oggi)

Lucas 17


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1Dijo a sus discípulos: «Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen!2Más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino y sea arrojado al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños.3Cuidaos de vosotros mismos. «Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale.4Y si peca contra ti siete veces al día, y siete veces se vuelve a ti, diciendo: “Me arrepiento”, le perdonarás».5Dijeron los apóstoles al Señor; «Auméntanos la fe».6El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro: “Arráncate y plántate en el mar”, y os habría obedecido».7«¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: “Pasa al momento y ponte a la mesa?”8¿No le dirá más bien: “Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?”9¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado?10De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer».11Y sucedió que, de camino a Jerusalén, pasaba por los confines entre Samaría y Galilea,12y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia13y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!»14Al verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes». Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios.15Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz;16y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano.17Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están?18¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?»19Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado».20Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir.21Y no dirán: “Vedlo aquí o allá”, porque el Reino de Dios ya está entre vosotros».22Dijo a sus discípulos: «Días vendrán en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis.23Y os dirán: “Vedlo aquí, vedlo allá.” No vayáis, ni corráis detrás.24Porque, como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su Día.25Pero, antes, le es preciso padecer mucho y ser reprobado por esta generación.26«Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre.27Comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca; vino el diluvio y los hizo perecer a todos.28Lo mismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían;29pero el día que salió Lot de Sodoma, Dios hizo llover fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos.30Lo mismo sucederá el Día en que el Hijo del hombre se manifieste.31«Aquel Día, el que esté en el terrado y tenga sus enseres en casa, no baje a recogerlos; y de igual modo, el que esté en el campo, no se vuelva atrás.32Acordaos de la mujer de Lot.33Quien intente guardar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.34Yo os lo digo: aquella noche estarán dos en un mismo lecho: uno será tomado y el otro dejado;35habrá dos mujeres moliendo juntas: una será tomada y la otra dejada».36Y le dijeron: «¿Dónde, Señor?» El les respondió: «Donde esté el cuerpo, allí también se reunirán los buitres».