Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Juan 7


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Después de esto, Jesús andaba por Galilea, y no podía andar por Judea, porque los judíos buscaban matarle.1 Después de esto, Jesús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los judíos intentaban matarlo.
2 Pero se acercaba la fiesta judía de las Tiendas.2 Se acercaba la fiesta judía de las Chozas,
3 Y le dijeron sus hermanos: «Sal de aquí y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces,3 y sus hermanos le dijeron: «No te quedes aquí; ve a Judea, para que también tus discípulos de allí vean las obras que haces.
4 pues nadie actúa en secreto cuando quiere ser conocido. Si haces estas cosas, muéstrate al mundo».4 Cuando uno quiere hacerse conocer, no actúa en secreto; ya que tú haces estas cosas, manifiéstate al mundo».
5 Es que ni siquiera sus hermanos creían en él.5 Efectivamente, ni sus propios hermanos creían en él.
6 Entonces les dice Jesús: «Todavía no ha llegado mi tiempo, en cambio vuestro tiempo siempre está a mano.6 Jesús les dijo: «Mi tiempo no ha llegado todavía, mientras que para ustedes cualquier tiempo es bueno.
7 El mundo no puede odiaros; a mí sí me aborrece, porque doy testimonio de que sus obras son perversas.7 El mundo no tiene por qué odiarlos a ustedes; me odia a mí, porque atestiguo contra él que sus obras son malas.
8 Subid vosotros a la fiesta; yo no subo a esta fiesta porque aún no se ha cumplido mi tiempo».8 Suban ustedes para la fiesta. Yo no subo a esa fiesta, porque mi tiempo no se ha cumplido todavía».
9 Dicho esto, se quedó en Galilea.9 Después de decirles esto, permaneció en Galilea.
10 Pero después que sus hermanos subieron a la fiesta, entonces él también subió no manifiestamente, sino de incógnito.10 Sin embargo, cuando sus hermanos subieron para la fiesta, también él subió, pero en secreto, sin hacerse ver.
11 Los judíos, durante la fiesta, andaban buscándole y decían: «¿Dónde está ése?»11 Los judíos lo buscaban durante la fiesta y decían: «¿Dónde está ese?».
12 Entre la gente había muchos comentarios acerca de él. Unos decían: «Es bueno». Otros decían: «No, sino que engaña al pueblo».12 Jesús era el comentario de la multitud. Unos opinaban: «Es un hombre de bien». Otros, en cambio, decían: «No, engaña al pueblo».
13 Pero nadie hablaba de él abiertamente por miedo a los judíos.13 Sin embargo, nadie hablaba de él abiertamente, por temor a los judíos.
14 Mediada ya la fiesta, subió Jesús al Templo y se puso a enseñar.14 Promediaba ya la celebración de la fiesta, cuando Jesús subió al Templo y comenzó a enseñar.
15 Los judíos, asombrados, decían: «¿Cómo entiende de letras sin haber estudiado?»15 Los judíos, admirados, decían: «¿Cómo conoce las Escrituras sin haber estudiado?».
16 Jesús les respondió: «Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado.16 Jesús les respondió: «Mi enseñanza no es mía sino de aquel que me envió.
17 Si alguno quiere cumplir su voluntad, verá si mi doctrina es de Dios o hablo yo por mi cuenta.17 El que quiere hacer la voluntad de Dios conocerá si esta enseñanza es de Dios o si yo hablo por mi cuenta.
18 El que habla por su cuenta, busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le ha enviado, ese es veraz; y no hay impostura en él.18 El que habla por su cuenta busca su propia gloria, pero el que busca la gloria de aquel que lo envió, ese dice la verdad y no hay nada de falso en él.
19 ¿No es Moisés el que os dio la Ley? Y ninguno de vosotros cumple la Ley. ¿Por qué queréis matarme?»19 ¿Acaso Moisés no les dio la Ley? Pero ninguno de ustedes la cumple. ¿Por qué quieren matarme?».
20 Respondió la gente: «Tienes un demonio. ¿Quién quiere matarte?»20 La multitud respondió: «Estás poseído por el demonio: ¿quién quiere matarte?».
21 Jesús les respondió: «Una sola obra he hecho y todos os maravilláis.21 Jesús continuó: «Por una sola obra que realicé, ustedes están maravillados.
22 Moisés os dio la circuncisión (no que provenga de Moisés, sino de los patriarcas) y vosotros circuncidáis a uno en sábado.22 Moisés les dio la circuncisión –aunque ella no viene de Moisés, sino de los patriarcas– y ustedes la practican también en sábado.
23 Si se circuncida a un hombre en sábado, para no quebrantar la Ley de Moisés, ¿os irritáis contra mí porque he curado a un hombre entero en sábado?23 Si se circuncida a un hombre en sábado para no quebrantar la Ley de Moisés, ¿cómo ustedes se enojan conmigo porque he curado completamente a un hombre en sábado?
24 No juzguéis según la apariencia. Juzgad con juicio justo».24 No juzguen según las apariencias, sino conforme a la justicia».
25 Decían algunos de los de Jerusalén: «¿No es a ése a quien quieren matar?25 Algunos de Jerusalén decían: «¿No es este aquel a quien querían matar?
26 Mirad cómo habla con toda libertad y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido de veras las autoridades que este es el Cristo?26 ¡Y miren como habla abiertamente y nadie le dice nada! ¿Habrán reconocido las autoridades que es verdaderamente el Mesías?
27 Pero éste sabemos de dónde es, mientras que, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es».27 Pero nosotros sabemos de dónde es este; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde es».
28 Gritó, pues, Jesús, enseñando en el Templo y diciendo: «Me conocéis a mí y sabéis de dónde soy. Pero yo no he venido por mi cuenta; sino que verdaderamente me envía el que me envía; pero vosotros no le conocéis.28 Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó: «¿Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy? Sin embargo, yo no vine por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen.
29 Yo le conozco, porque vengo de él y él es el que me ha enviado».29 Yo sí lo conozco, porque vengo de él y es él el que me envió».
30 Querían, pues, detenerle, pero nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora.30 Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él, porque todavía no había llegado su hora.
31 Y muchos entre la gente creyeron en él y decían: «Cuando venga el Cristo, ¿hará más señales que las que ha hecho éste?»31 Muchos de la multitud creyeron en él y decían: «Cuando venga el Mesías, ¿podrá hacer más signos de los que hace este hombre?».
32 Se enteraron los fariseos que la gente hacía estos comentarios acerca de él y enviaron guardias para detenerle.32 Llegó a oídos de los fariseos lo que la gente comentaba de él, y enviaron guardias para detenerlo.
33 Entonces él dijo: «Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, y me voy al que me ha enviado.33 Después Jesús dijo: «Poco tiempo estaré aún con ustedes y me iré a aquel que me envió
34 Me buscaréis y no me encontraréis; y adonde yo esté, vosotros no podéis venir».34 Me buscarán y no me encontrarán, porque allí donde yo estoy ustedes no pueden venir».
35 Se decían entre sí los judíos: «¿A dónde se irá éste que nosotros no le podamos encontrar? ¿Se irá a los que viven dispersos entre los griegos para enseñar a los griegos?35 Los judíos comentaban entre ellos: «¿A dónde irá, para que no podamos encontrarlo? ¿Acaso irá a reunirse con los judíos dispersos entre los paganos, para enseñar a los paganos?
36 ¿Qué es eso que ha dicho: “Me buscaréis y no me encontraréis”, y “adonde yo esté, vosotros no podéis venir”?»36 ¿Qué quiso decir con estas palabras: «Me buscarán y no me encontrarán, y allí donde yo estoy ustedes no pueden venir»?.
37 El último día de la fiesta, el más solemne, Jesús puesto en pie, gritó: «Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba37 El último día, el más solemne de la fiesta, Jesús, poniéndose de pie, exclamó: «El que tenga sed, venga a mí; y beba
38 el que crea en mí», como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva.38 el que cree en mí». Como dice la Escritura: "De su seno brotarán manantiales de agua viva".
39 Esto lo deciá refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él. Porque aún no había Espíritu, pues todavía Jesús no había sido glorificado.39 El se refería al Espíritu que debían recibir los que creyeran en él. Porque el Espíritu no había sido dado todavía, ya que Jesús aún no había sido glorificado.
40 Muchos entre la gente, que le habían oído estas palabras, decían: «Este es verdaderamente el profeta».40 Algunos de la multitud que lo habían oído, opinaban: «Este es verdaderamente el Profeta».
41 Otros decían: «Este es el Cristo». Pero otros replicaban: «¿Acaso va a venir de Galilea el Cristo?41 Otros decían: «Este es el Mesías». Pero otros preguntaban: «¿Acaso el Mesías vendrá de Galilea?
42 ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David?»42 ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David y de Belén, el pueblo de donde era David?».
43 Se originó, pues, una disensión entre la gente por causa de él.43 Y por causa de él, se produjo una división entre la gente.
44 Algunos de ellos querían detenerle, pero nadie le echó mano.44 Algunos querían detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él.
45 Los guardias volvieron donde los sumos sacerdotes y los fariseos. Estos les dijeron: «¿Por qué no le habéis traído?»45 Los guardias fueron a ver a los sumos sacerdotes y a los fariseos, y estos les preguntaron: «¿Por qué no lo trajeron?».
46 Respondieron los guardias: «Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre».46 Ellos respondieron: «Nadie habló jamás como este hombre».
47 Los fariseos les respondieron: «¿Vosotros también os habéis dejado embaucar?47 Los fariseos respondieron: «¿También ustedes se dejaron engañar?
48 ¿Acaso ha creído en él algún magistrado o algún fariseo?48 ¿Acaso alguno de los jefes o de los fariseos ha creído en él?
49 Pero esa gente que no conoce la Ley son unos malditos».49 En cambio, esa gente que no conoce la Ley está maldita».
50 Les dice Nicodemo, que era uno de ellos, el que había ido anteriormente donde Jesús:50 Nicodemo, uno de ellos, que había ido a ver a Jesús, les dijo:
51 «¿Acaso nuestra Ley juzga a un hombre sin haberle antes oído y sin saber lo que hace?»51 «¿Acaso nuestra Ley permite juzgar a un hombre sin escucharlo antes para saber lo que hizo?».
52 Ellos le respondieron: «¿También tú eres de Galilea? Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta».52 Le respondieron: «¿Tú también eres galileo? Examina las Escrituras y verás que de Galilea no surge ningún profeta».
53 Y se volvieron cada uno a su casa.53 Y cada uno regresó a su casa.