Scrutatio

Venerdi, 26 aprile 2024 - San Marcellino ( Letture di oggi)

Juan 13


font

1Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.2Durante la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle,3sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía,4se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó.5Luego echa agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido.6Llega a Simón Pedro; éste le dice: «Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?»7Jesús le respondió: «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde».8Le dice Pedro: «No me lavarás los pies jamás». Jesús le respondió: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo».9Le dice Simón Pedro: «Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza».10Jesús le dice: «El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos».11Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo: «No estáis limpios todos».12Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros?13Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy.14Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.15Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros.16«En verdad, en verdad os digo: no es más el siervo que su amo, ni el enviado más que el que le envía.17«Sabiendo esto, dichosos seréis si lo cumplís.18No me refiero a todos vosotros; yo conozco a los que he elegido; pero tiene que cumplirse la Escritura: El que come mi pan ha alzado contra mí su talón.19«Os lo digo desde ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, creáis que Yo Soy.20En verdad, en verdad os digo: quien acoja al que yo envíe me acoge a mí, y quien me acoja a mí, acoge a Aquel que me ha enviado».21Cuando dijo estas palabras, Jesús se turbó en su interior y declaró: «En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregará».22Los discípulos se miraban unos a otros, sin saber de quién hablaba.23Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa al lado de Jesús.24Simón Pedro le hace una seña y le dice: «Pregúntale de quién está hablando».25El, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice: «Señor, ¿quién es?»26Le responde Jesús: «Es aquel a quien dé el bocado que voy a mojar». Y, mojando el bocado, le toma y se lo da a Judas, hijo de Simón Iscariote.27Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás. Jesús le dice: «Lo que vas a hacer, hazlo pronto».28Pero ninguno de los comensales entendió por qué se lo decía.29Como Judas tenía la bolsa, algunos pensaban que Jesús quería decirle: «Compra lo que nos hace falta para la fiesta», o que diera algo a los pobres.30En cuanto tomó Judas el bocado, salió. Era de noche.31Cuando salió, dice Jesús: «Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él.32Si Dios ha sido glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto».33«Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. Vosotros me buscaréis, y, lo mismo que les dije a los judíos, que adonde yo voy, vosotros no podéis venir, os digo también ahora a vosotros.34Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros.35En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros».36Simón Pedro le dice: «Señor, ¿a dónde vas?» Jesús le respondió: «Adonde yo voy no puedes seguirme ahora; me seguirás más tarde».37Pedro le dice: «¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti».38Le responde Jesús: «¿Que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes que tú me hayas negado tres veces».