Scrutatio

Mercoledi, 1 maggio 2024 - San Giuseppe Lavoratore ( Letture di oggi)

Juan 5


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Después de esto, hubo una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.1 Después de esto, se celebraba una fiesta de los judíos y Jesús subió a Jerusalén,
2 Hay en Jerusalén, junto a la Probática, una piscina que se llama en hebreo Betesda, que tiene cinco pórticos.2 Junto a la puerta de las Ovejas, en Jerusalén, hay una piscina llamada en hebreo Betsata, que tiene cinco pórticos.
3 En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua.3 Bajo estos pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, paralíticos y lisiados, que esperaban la agitación del agua.
4 Porque el Angel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua, quedaba curado de cualquier mal que tuviera.4 [Porque el Angel del Señor descendía cada tanto a la piscina y movía el agua. El primero que entraba en la piscina, después que el agua se agitaba, quedaba curado, cualquiera fuera su mal.]
5 Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.5 Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años.
6 Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: «¿Quieres curarte?»6 Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó: «¿Quieres curarte?».
7 Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo».7 El respondió: «Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes».
8 Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda».8 Jesús le dijo: «Levántate, toma tu camilla y camina».
9 Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar. Pero era sábado aquel día.9 En seguida el hombre se curó, tomó su camilla y empezó a caminar. Era un sábado,
10 Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es sábado y no te está permitido llevar la camilla».10 y los Judíos dijeron entonces al que acababa de ser curado: «Es sábado. No te está permitido llevar tu camilla».
11 El le respondió: «El que me ha curado me ha dicho: Toma tu camilla y anda».11 El les respondió: «El que me curó me dijo: «Toma tu camilla y camina».
12 Ellos le preguntaron: «¿Quién es el hombre que te ha dicho: Tómala y anda?»12 Ellos le preguntaron: «¿Quién es ese hombre que te dijo: «Toma tu camilla y camina?».
13 Pero el curado no sabía quién era, pues Jesús había desaparecido porque había mucha gente en aquel lugar.13 Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido entre la multitud que estaba allí.
14 Más tarde Jesús le encuentra en el Templo y le dice: «Mira, estás curado; no peques más, para que no te suceda algo peor».14 Después, Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: «Has sido curado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas todavía».
15 El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado.15 El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado.
16 Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado.16 Ellos atacaban a Jesús, porque hacía esas cosas en sábado.
17 Pero Jesús les replicó: «Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo».17 el les respondió: «Mi Padre trabaja siempre, y yo también trabajo».
18 Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios.18 Pero para los judíos esta era una razón más para matarlo, porque no sólo violaba el sábado, sino que se hacía igual a Dios, llamándolo su propio Padre.
19 Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: «En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo.19 Entonces Jesús tomó la palabra diciendo: «Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer al Padre; lo que hace el Padre, lo hace igualmente el Hijo.
20 Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis.20 Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. Y le mostrará obras más grandes aún, para que ustedes queden maravillados.
21 Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere.21 Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, del mismo modo el Hijo da vida al que él quiere.
22 Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo,22 Porque el Padre no juzga a nadie: él ha puesto todo juicio en manos de su Hijo,
23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado.23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.
24 En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida.24 Les aseguro que el que escucha mi palabra y cree en aquel que me ha enviado, tiene Vida eterna y no está sometido al juicio, sino que ya ha pasado de la muerte a la Vida.
25 En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán.25 Les aseguro que la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan, vivirán.
26 Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo,26 Así como el Padre dispone de la Vida, del mismo modo ha concedido a su Hijo disponer de ella,
27 y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre.27 y le dio autoridad para juzgar porque él es el Hijo del hombre.
28 No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz28 No se asombren: se acerca la hora en que todos los que están en las tumbas oirán su voz
29 y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio.29 y saldrán de ellas: los que hayan hecho el bien, resucitarán para la Vida; los que hayan hecho el mal, resucitarán para el juicio.
30 Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.30 Nada puedo hacer por mí mismo. Yo juzgo de acuerdo con lo que oigo, y mi juicio es justo, porque lo que yo busco no es hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.
31 «Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no sería válido.31 Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no valdría.
32 Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que es válido el testimonio que da de mí.32 Pero hay otro que da testimonio de mí, y yo sé que ese testimonio es verdadero.
33 Vosotros mandasteis enviados donde Juan, y él dio testimonio de la verdad.33 Ustedes mismos mandaron preguntar a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad.
34 No es que yo busque testimonio de un hombre, sino que digo esto para que os salvéis.34 No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para la salvación de ustedes.
35 El era la lámpara que arde y alumbra y vosotros quisisteis recrearos una hora con su luz.35 Juan era la lámpara que arde y resplandece, y ustedes han querido gozar un instante de su luz.
36 Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado.36 Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: son las obras que el Padre me encargó llevar a cabo. Estas obras que yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado.
37 Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de mí. Vosotros no habéis oído nunca su voz, ni habéis visto nunca su rostro,37 Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su rostro,
38 ni habita su palabra en vosotros, porque no creéis al que El ha enviado.38 y su palabra no permanece en ustedes, porque no creen al que él envió.
39 «Vosotros investigáis las escrituras, ya que creéis tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de mí;39 Ustedes examinan las Escrituras, porque en ellas piensan encontrar Vida eterna: ellas dan testimonio de mí,
40 y vosotros no queréis venir a mí para tener vida.40 y sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener Vida.
41 La gloria no la recibo de los hombres.41 Mi gloria no viene de los hombres.
42 Pero yo os conozco: no tenéis en vosotros el amor de Dios.42 Además, yo los conozco: el amor de Dios no está en ustedes.
43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése le recibiréis.43 He venido en nombre de mi Padre y ustedes no me reciben, pero si otro viene en su propio nombre, a ese sí lo van a recibir.
44 ¿Cómo podéis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros, y no buscáis la gloria que viene del único Dios?44 ¿Cómo es posible que crean, ustedes que se glorifican unos a otros y no se preocupan por la gloria que sólo viene de Dios?
45 No penséis que os voy a acusar yo delante del Padre. Vuestro acusador es Moisés, en quién habéis puesto vuestra esperanza.45 No piensen que soy yo el que los acusaré ante el Padre; el que los acusará será Moisés, en el que ustedes han puesto su esperanza.
46 Porque, si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribió de mí.46 Si creyeran en Moisés, también creerían en mí, porque él ha escrito acerca de mí.
47 Pero si no creéis en sus escritos, cómo vais a creer en mis palabras?»47 Pero si no creen lo que él ha escrito, ¿cómo creerán lo que yo les digo?».