Scrutatio

Martedi, 7 maggio 2024 - Santa Flavia ( Letture di oggi)

Juan 13


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.1 Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin.
2 Durante la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle,2 Durante la Cena, cuando el demonio ya había inspirado a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarlo,
3 sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía,3 sabiendo Jesús que el Padre había puesto todo en sus manos y que él había venido de Dios y volvía a Dios,
4 se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó.4 se levantó de la mesa, se sacó el manto y tomando una toalla se la ató a la cintura.
5 Luego echa agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido.5 Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura.
6 Llega a Simón Pedro; éste le dice: «Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?»6 Cuando se acercó a Simón Pedro, este le dijo: «¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?».
7 Jesús le respondió: «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde».7 Jesús le respondió: «No puedes comprender ahora lo que estoy haciendo, pero después lo comprenderás».
8 Le dice Pedro: «No me lavarás los pies jamás». Jesús le respondió: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo».8 «No, le dijo Pedro, ¡tú jamás me lavarás los pies a mí!». Jesús le respondió: «Si yo no te lavo, no podrás compartir mi suerte».
9 Le dice Simón Pedro: «Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza».9 «Entonces, Señor, le dijo Simón Pedro, ¡no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!».
10 Jesús le dice: «El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos».10 Jesús le dijo: «El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque está completamente limpio. Ustedes también están limpios, aunque no todos».
11 Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo: «No estáis limpios todos».11 El sabía quién lo iba a entregar, y por eso había dicho: «No todos ustedes están limpios».
12 Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros?12 Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo: «¿comprenden lo que acabo de hacer con ustedes?
13 Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy.13 Ustedes me llaman Maestro y Señor, y tienen razón, porque lo soy.
14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.14 Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros.
15 Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros.15 Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes.
16 «En verdad, en verdad os digo: no es más el siervo que su amo, ni el enviado más que el que le envía.16 Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía.
17 «Sabiendo esto, dichosos seréis si lo cumplís.17 Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican.
18 No me refiero a todos vosotros; yo conozco a los que he elegido; pero tiene que cumplirse la Escritura: El que come mi pan ha alzado contra mí su talón.18 No lo digo por todos ustedes; yo conozco a los que he elegido. Pero es necesario que se cumpla la Escritura que dice: El que comparte mi pan se volvió contra mí.
19 «Os lo digo desde ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, creáis que Yo Soy.19 Les digo esto desde ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy.
20 En verdad, en verdad os digo: quien acoja al que yo envíe me acoge a mí, y quien me acoja a mí, acoge a Aquel que me ha enviado».20 Les aseguro que el que reciba al que yo envíe, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me envió».
21 Cuando dijo estas palabras, Jesús se turbó en su interior y declaró: «En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregará».21 Después de decir esto, Jesús se estremeció y manifestó claramente: «Les aseguro que uno de ustedes me entregará:.
22 Los discípulos se miraban unos a otros, sin saber de quién hablaba.22 Los discípulos se miraban unos a otros, no sabiendo a quién se refería.
23 Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa al lado de Jesús.23 Uno de ellos –el discípulo al que Jesús amaba– estaba reclinado muy cerca de Jesús.
24 Simón Pedro le hace una seña y le dice: «Pregúntale de quién está hablando».24 Simón Pedro le hizo una seña y le dijo: «Pregúntale a quién se refiere».
25 El, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice: «Señor, ¿quién es?»25 El se reclinó sobre Jesús y le preguntó: «Señor, ¿quién es?».
26 Le responde Jesús: «Es aquel a quien dé el bocado que voy a mojar». Y, mojando el bocado, le toma y se lo da a Judas, hijo de Simón Iscariote.26 Jesús le respondió: «Es aquel al que daré el bocado que voy a mojar en el plato». Y mojando un bocado, se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote.
27 Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás. Jesús le dice: «Lo que vas a hacer, hazlo pronto».27 En cuanto recibió el bocado, Satanás entró en él. Jesús le dijo entonces: «Realiza pronto lo que tienes que hacer».
28 Pero ninguno de los comensales entendió por qué se lo decía.28 Pero ninguno de los comensales comprendió por qué le decía esto.
29 Como Judas tenía la bolsa, algunos pensaban que Jesús quería decirle: «Compra lo que nos hace falta para la fiesta», o que diera algo a los pobres.29 Como Judas estaba encargado de la bolsa común, algunos pensaban que Jesús quería decirle: «Compra lo que hace falta para la fiesta», o bien que le mandaba dar algo a los pobres.
30 En cuanto tomó Judas el bocado, salió. Era de noche.30 Y en seguida, después de recibir el bocado, Judas salió. Ya era de noche.
31 Cuando salió, dice Jesús: «Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él.31 Después que Judas salió, Jesús dijo: «Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en él.
32 Si Dios ha sido glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto».32 Si Dios ha sido glorificado en él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto.
33 «Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. Vosotros me buscaréis, y, lo mismo que les dije a los judíos, que adonde yo voy, vosotros no podéis venir, os digo también ahora a vosotros.33 Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes. Ustedes me buscarán, pero yo les digo ahora lo mismo que dije a los judíos: «A donde yo voy, ustedes no pueden venir».
34 Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros.34 Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros.
35 En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros».35 En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros».
36 Simón Pedro le dice: «Señor, ¿a dónde vas?» Jesús le respondió: «Adonde yo voy no puedes seguirme ahora; me seguirás más tarde».36 Simón Pedro le dijo: «Señor, ¿a dónde vas?». Jesús le respondió: «Adonde yo voy, tú no puedes seguirme ahora, pero más adelante me seguirás».
37 Pedro le dice: «¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti».37 Pedro le preguntó: «¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti».
38 Le responde Jesús: «¿Que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes que tú me hayas negado tres veces».38 Jesús le respondió: «¿Darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces».