Scrutatio

Giovedi, 2 maggio 2024 - Sant´ Atanasio ( Letture di oggi)

Proverbios 24


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 No tengas envidia de los malos,
no desees estar con ellos,
1 No envidies a los malvados ni desees estar con ellos,
2 porque su corazón trama violencias,
y sus labios hablan de desgracias.
2 porque su corazón sólo trama violencia y sus labios no hablan más que de fechorías.
3 Con la sabiduria se construye una casa,
y con la prudencia se afianza;
3 Con la sabiduría se construye una casa y con la inteligencia se mantiene firme;
4 con la ciencia se llenan los cilleros
de todo bien precioso y deseable.
4 con la ciencia se llenan las despensas de todos los bienes precios y agradables.
5 El varón sabio está fuerte,
el hombre de ciencia fortalece su vigor;
5 Más vale un sabio que un hombre fuerte y un hombre instruido que uno muy vigoroso,
6 porque con sabios consejos harás la guerra,
y en la abundancia de consejeros está el éxito.
6 porque la guerra se gana con estrategia y la victoria, con el número de consejeros.
7 Muy alta está la sabiduría para el necio:
no abre su boca en la puerta.
7 La sabiduría es demasiado elevada para el necio: en la puerta de la ciudad, él no abre la boca.
8 Al que piensa en hacer mal,
se le llama maestro en intrigas.
8 Al que sólo piensa en hacer el mal se lo llama maestro en malignidad.
9 La necedad sólo maquina pecados,
el arrogante es abominable a los hombres.
9 La necedad no trama más que el pecado, y el insolente se hace abominable a los hombres.
10 Si te dejas abatir el día de la angustia,
angosta es tu fuerza.
10 Si flaqueas en el día de la adversidad, ¡qué poca fuerza tienes!
11 Libra a los que son llevados a la muerte,
y a los conducidos al suplicio ¡si los puedieras
retener!
11 Libra a los que son arrastrados a la muerte, salva a los que van con pasos vacilantes al suplicio.
12 Si dices: «Mira que no lo sabíamos»,
¿acaso el que pesa los corazones no comprende?
¿el que vigila tu alma, no lo sabe?
El da a cada hombre según sus obras.
12 Si dices: «¡Este no es asunto mío!», ¿no lo tendrá en cuenta el que pesa los corazones? Aquel que te observa lo sabrá y retribuirá a cada uno según sus obras.
13 Come miel, hijo mío, porque es buena.
Panal de miel es dulce a tu paladar.
13 Come miel, hijo mío, porque es buena; la miel de panal es dulce a tu paladar.
14 Pues sábete que así será la sabiduría para tu alma,
y si la hallas, hay un mañana,
y tu esperanza no será aniquilada.
14 Ten presente que así es la sabiduría para tu alma: si la encuentras, tendrás un porvenir y tu esperanza no quedará defraudada.
15 No pongas, malvado, asechanzas en la mansión del justo,
no hagas violencia a su morada.
15 No aceches, malvado, la morada del justo ni despojes su vivienda,
16 Que siete veces cae el justo, pero se levanta,
mientras los malos se hunden en la desgracia.
16 porque el justo, aunque caiga siete veces, se levantará, mientras que los malvados se hunden en la desgracia.
17 No te alegres por la caída de tu enemigo,
no se goce tu corazón cuando se hunde;
17 Si cae tu enemigo, no te alegres, y si tropieza, no te regocijes,
18 no sea que lo vea Yahveh y le desagrade,
y aparte de él su ira.
18 no sea que el Señor lo vea y lo tome a mal, y aparte de él su indignación.
19 No te enfurezcas por causa de los malvados,
ni tengas envidia de los malos.
19 No te exasperes contra los malhechores ni tengas envidia de los malvados,
20 Porque para el malvado no hay un mañana:
la lámpara de los malos se extinguirá.
20 porque el malvado no tiene porvenir y su lámpara se extinguirá.
21 Teme, hijo mío, a Yahveh y al rey,
no te relaciones con los innovadores,
21 Teme al Señor, hijo mío, y también al rey, y no te mezcles con los sediciosos,
22 porque al instante surgirá su calamidad,
y ¿quién sabe el castigo que pueden ambos dar?
22 porque su calamidad surgirá de repente y ¿quién conoce la ruina que causarán ellos dos?
23 También esto pertenece a los sabios:
Hacer acepción de personas en el juicio no está bien.
23 También estas son palabras de los sabios. No está bien hacer acepción de personas en el juicio.
24 Al que dice al malo: «Eres justo»,
le maldicen los pueblos y le detestan las naciones;
24 Al que dice a un culpable: «Tú eres inocente», lo maldicen los pueblos y lo execran las naciones;
25 los que los castigan, viven felices,
y viene sobre ellos la bendición del bien.
25 a quienes lo condenan todo les va bien y serán bendecidos con la felicidad.
26 Besa en los labios,
el que responde con franqueza.
26 Da un beso en los labios el que da una respuesta acertada.
27 Ordena tus trabajos de fuera
y prepara tus faenas en el campo;
y después puedes construirte tu casa.
27 Ordena tu trabajo afuera, prepáralo en el campo, y después edificarás tu casa.
28 No des testimonio, en vano, contra tu prójimo,
ni engañes con tus labios.
28 No atestigües sin motivo contra tu prójimo: ¿acaso pretendes engañar con tus labios?
29 No digas: «Como él me ha hecho a mí, le haré yo a él,
daré a cada uno según sus obras».
29 No digas: «Le haré lo mismo que él me hizo, le pagaré conforme a sus obras».
30 He pasado junto al campo de un perezoso,
y junto a la viña de un hombre insensato,
30 Yo pasé junto al campo de un holgazán y junto a la viña de un falto de entendimiento,
31 y estaba todo invadido de ortigas,
los cardos cubrían el suelo,
la cerca de piedras estaba derruída.
31 y vi que las ortigas habían crecido por todas partes, los cardos cubrían la superficie y su cerco de piedras estaba demolido.
32 Al verlo, medité en mi corazón,
al contemplarlo aprendí la lección:
32 Al ver esto, me puse a reflexionar, miré y aprendí la lección:
33 «Un poco dormir, otro poco dormitar,
otro poco tumbarse con los brazos cruzados
33 «Dormir un poco, dormitar otro poco, y descansar otro poco de brazos cruzados»:
34 y llegará, como vagabundo, tu miseria
y como un mendigo tu pobreza».
34 así te llegará la pobreza como un salteador y la miseria como un hombre armado.