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Lunedi, 29 aprile 2024 - Santa Caterina da Siena ( Letture di oggi)

Mateo 23


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos1 Entonces Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos:
2 y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos.2 «Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés;
3 Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen.3 ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen.
4 Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas.4 Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo.
5 Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto;5 Todo lo hacen para que los vean: agradan las filacterias y alargas los flecos de sus mantos;
6 quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas,6 les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas,
7 que se les salude en las plazas y que la gente les llame “Rabbí”.7 ser saludamos en las plazas y oírse llamar "mi maestro" por la gente.
8 «Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “Rabbí”, porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos.8 En cuanto a ustedes, no se hagan llamar "maestro", porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos.
9 Ni llaméis a nadie “Padre” vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo.9 a Nadie en el mundo llamen "padre", porque no tienen sino uno, el Padre celestial.
10 Ni tampoco os dejéis llamar “Directores”, porque uno solo es vuestro Director: el Cristo.10 No se dejen llamar tampoco "doctores", porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías.
11 El mayor entre vosotros será vuestro servidor.11 Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros,
12 Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.12 porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado».
13 «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos! Vosotros ciertamente no entráis; y a los que están entrando no les dejáis entrar.13 «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran.
14 [¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones! Por eso serán juzgados con más severidad.]
15 «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que vosotros!15 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y cuando lo han conseguido lo hacen dos veces más digno de la Gehena que ustedes!
16 «¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: “Si uno jura por el Santuario, eso no es nada; mas si jura por el oro del Santuario, queda obligado!”16 ¡Ay de ustedes, guías, ciegos, que dicen: "Si se jura por el santuario, el juramento no vale; pero si se jura por el oro del santuario, entonces sí que vale"!
17 ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro, o el Santuario que hace sagrado el oro?17 ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro o el santuario que hace sagrado el oro?
18 Y también: “Si uno jura por el altar, eso no es nada; mas si jura por la ofrenda que está sobre él, queda obligado.”18 Ustedes dicen también: "Si se jura por el altar, el juramento no vale, pero vale si se jura por la ofrenda que está sobre el altar".
19 ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda, o el altar que hace sagrada la ofrenda?19 ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar que hace sagrada esa ofrenda?
20 Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él.20 Ahora bien, jurar por el altar, es jurar por él y por todo lo que está sobre él.
21 Quien jura por el Santuario, jura por él y por Aquel que lo habita.21 Jurar por el santuario, es jurar por él y por aquel que lo habita.
22 Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado en él.22 Jurar por el cielo, es jurar por el trono de Dios y por aquel que está sentado en él.
23 «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello.23 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del hinojo y del comino, y descuidan lo esencial de la Ley; la justicia, la misericordia y la fidelidad! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello.
24 ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello!24 ¡Guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello!
25 «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña e intemperancia!25 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras que por dentro están llenos de codicia y desenfreno!
26 ¡Fariseo ciego, purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura!26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia por fuera.
27 «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia!27 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que parecen sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero por dentro llenos de huesos de muertos y de podredumbre!
28 Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.28 Así también son ustedes: por fuera parecen justos delante de los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad.
29 «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos,29 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan las tumbas de los justos,
30 y decís: “Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido parte con ellos en la sangre de los profetas!”30 diciendo: "Si hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no nos hubiéramos unido a ellos para derramar la sangre de los profetas"!
31 Con lo cual atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas.31 De esa manera atestiguan contra ustedes mismos que son hijos de los que mataron a los profetas.
32 ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!32 ¡Colmen entonces la medida de sus padres!
33 «¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo vais a escapar a la condenación de la gehenna?33 ¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo podrán escapar a la condenación de la Gehena?
34 Por eso, he aquí que yo envío a vosotros profetas, sabios y escribas: a unos los mataréis y los crucificaréis, a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad,34 Por eso, yo voy a enviarles profetas, sabios y escribas; ustedes matarán y crucificarán a unos, azotarán a otros en las sinagogas, y los perseguirán de ciudad en ciudad.
35 para que caiga sobre vosotros toda la sangre inocente derramada sobre la tierra, desde la sangre del inocente Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, a quien matasteis entre el Santuario y el altar.35 Así caerá sobre ustedes toda la sangre del justo Abel, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, al que ustedes asesinaron entre el santuario y el altar.
36 Yo os aseguro: todo esto recaerá sobre esta generación.36 Les aseguro que todo esto sobrevendrá a la presente generación.
37 «¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no habéis querido!37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste!
38 Pues bien, se os va a dejar desierta vuestra casa.38 Por eso, a ustedes la casa les quedará desierta.
39 Porque os digo que ya no me volveréis a ver hasta que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!»39 Les aseguro que ya no me verán más, hasta que digan: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!».