Scrutatio

Mercoledi, 8 maggio 2024 - Madonna del Rosario di Pompei ( Letture di oggi)

Sabiduría 2


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Porque se dicen discurriendo desacertadamente: «Corta es y triste nuestra vida; no hay remedio en la muerte del hombre ni se sabe de nadie que haya vuelto del Hades.
1 Ellos se dicen entre sí, razonando equivocadamente: «Breve y triste es nuestra vida, no hay remedio cuando el hombre llega a su fin ni se sabe de nadie que haya vuelto del Abismo.
2 Por azar llegamos a la existencia y luego seremos como si nunca hubiéramos sido. Porque humo es el aliento de nuestra nariz y el pensamiento, una chispa del latido de nuestro corazón;
2 Hemos nacido por obra del azar, y después será como si no hubiéramos existido. Nuestra respiración no es más que humo, y el pensamiento, una chispa que brota de los latidos del corazón;
3 al apagarse, el cuerpo se volverá ceniza y el espíritu se desvanecerá como aire inconsistente.
3 cuando esta se extinga, el cuerpo se reducirá a ceniza y el aliento se dispersará como una ráfaga de viento.
4 Caerá con el tiempo nuestro nombre en el olvido, nadie se acordará de nuestras obras; pasará nuestra vida como rastro de nube, se disipará como niebla acosada por los rayos del sol y por su calor vencida.
4 Nuestro nombre será olvidado con el tiempo y nadie se acordará de nuestras obras; nuestra vida habrá pasado como una nube, sin dejar rastro, se disipará como la bruma, evaporada por los rayos del sol y agobiada por su calor.
5 Paso de una sombra es el tiempo que vivimos, no hay retorno en nuestra muerte; porque se ha puesto el sello y nadie regresa.
5 El tiempo de nuestra vida es una sombra fugaz y nuestro fin no puede ser retrasado: una vez puesto el sello, nadie vuelve sobre sus pasos.
6 Venid, pues, y disfrutemos de los bienes presentes, gocemos de las criaturas con el ardor de la juventud.
6 Vengan, entonces, y disfrutemos de los bienes presentes, gocemos de las criaturas con el ardor de la juventud.
7 Hartémonos de vinos exquisitos y de perfumes, no se nos pase ninguna flor primaveral,
7 ¡Embriaguémonos con vinos exquisitos y perfumes, que no se nos escape ninguna flor primaveral,
8 coronémonos de rosas antes que se marchiten;
8 coronémonos con capullos de rosas antes que se marchiten;
9 ningún prado quede libre de nuestra orgía, dejemos por doquier constancia de nuestro negocijo; que nuestra parte es ésta, ésta nuestra herencia.
9 que ninguno de nosotros falte a nuestra orgía, dejemos por todas partes señales de nuestra euforia, porque eso es lo que nos toca y esa es nuestra herencia!
10 Oprimamos al justo pobre, no perdonemos a la viuda, no respetemos las canas llenas de años del anciano.
10 Oprimamos al pobre, a pesar de que es justo, no tengamos compasión de la viuda ni respetemos al anciano encanecido por los años.
11 Sea nuestra fuerza norma de la justicia, que la debilidad, como se ve, de nada sirve.
11 Que nuestra fuerza sea la norma de la justicia, porque está visto que la debilidad no sirve para nada.
12 Tendamos lazos al justo, que nos fastidia, se enfrenta a nuestro modo de obrar, nos echa en cara faltas contra la Ley y nos culpa de faltas contra nuestra educación.
12 Tendamos trampas al justo, porque nos molesta y se opone a nuestra manera de obrar; nos echa en cara las transgresiones a la Ley y nos reprocha las faltas contra la enseñanza recibida.
13 Se gloría de tener el conocimiento de Dios y se llama a sí mismo hijo del Señor.
13 El se gloría de poseer el conocimiento de Dios y se llama a sí mismo hijo del Señor.
14 Es un reproche de nuestros criterios, su sola presencia nos es insufrible,
14 Es un vivo reproche contra nuestra manera de pensar y su sola presencia nos resulta insoportable,
15 lleva una vida distinta de todas y sus caminos son extraños.
15 porque lleva una vida distinta de los demás y va por caminos muy diferentes.
16 Nos tiene por bastardos, se aparta de nuestros caminos como de impurezas; proclama dichosa la suerte final de los justos y se ufana de tener a Dios por padre.
16 Nos considera como algo viciado y se aparta de nuestros caminos como de las inmundicias. El proclama dichosa la suerte final de los justos y se jacta de tener por padre a Dios.
17 Veamos si sus palabras son verdaderas, examinemos lo que pasará en su tránsito.
17 Veamos si sus palabras son verdaderas y comprobemos lo que le pasará al final.
18 Pues si el justo es hijo de Dios, él le asistirá y le librará de las manos de sus enemigos.
18 Porque si el justo es hijo de Dios, él lo protegerá y lo librará de las manos de sus enemigos.
19 Sometámosle al ultraje y al tormento para conocer su temple y probar su entereza.
19 Pongámoslo a prueba con ultrajes y tormentos, para conocer su temple y probar su paciencia.
20 Condenémosle a una muerte afrentosa, pues, según él, Dios le visitará».
20 Condenémoslo a una muerte infame, ya que él asegura que Dios lo visitará».
21 Así discurren, pero se equivocan; los ciega su maldad;
21 Así razonan ellos, pero se equivocan, porque su malicia los ha enceguecido.
22 no conocen los secretos de Dios, no esperan recompensa por la santidad ni creen en el premio de las almas intachables.
22 No conocen los secretos de Dios, no esperan retribución por la santidad, ni valoran la recompensa de las almas puras.
23 Porque Dios creó al hombre para la incorruptibilidad, le hizo imagen de su misma naturaleza;
23 Dios creó al hombre para que fuera incorruptible y lo hizo a imagen de su propia naturaleza,
24 mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen.
24 pero por la envidia del demonio entró la muerte en el mundo, y los que pertenecen a él tienen que padecerla.