Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Sabiduría 4


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1Mejor es carencia de hijos acompañada de virtud, pues hay inmortalidad en su recuerdo, porque es conocida por Dios y por los hombres;
2presente, la imitan, ausente, la añoran; en la eternidad, ceñida de una corona, celebra su triunfo porque venció en la lucha por premios incorruptibles.
3En cambio, la numerosa prole de los impíos será inútil; viniendo de renuevos bastardos, no echará raíces profundas ni se asentará sobre fundamento sólido.
4Aunque despliegue por su tiempo su ramaje, precariamente arraigada, será sacudida por el viento, arrancada de raíz por la furia del vendaval;
5se quebrarán sus ramas todavía tiernas, inútiles serán sus frutos, sin sazón para comerlos, para nada servirán.
6Que los hijos nacidos de sueños culpables son testigos, en su examen, de la maldad de los padres.
7El justo, aunque muera prematuramente, halla el descanso.
8La ancianidad venerable no es la de los muchos días ni se mide por el número de años;
9la verdadera canicie para el hombre es la prudencia, y la edad provecta, una vida inmaculada.
10Agradó a Dios y fue amado, y como vivía entre pecadores, fue trasladado.
11Fue arrebatado para que la maldad no pervitiera su inteligencia o el engaño sedujera su alma;
12pues la fascinación del mal empaña el bien y los vaivenes de la concupiscencia corrompen el espíritu ingenuo.
13Alcanzando en breve la perfección, llenó largos años.
14Su alma era del agrado del Señor, por eso se apresuró a sacarle de entre la maldad. Lo ven las gentes y no comprenden, ni caen en cuenta
15que la gracia y la misericordia son para sus elegidos y su visita para sus santos.
16El justo muerto condena a los impíos vivos, y la juventud pronto consumada, la larga ancianidad del inicuo.
17Ven la muerte del sabio, mas no comprenden los planes del Señor sobre él ni por qué le ha puesto en seguridad;
18lo ven y lo desprecian, pero el Señor se reirá de ellos.
19Después serán cadáveres despreciables, objeto de ultraje entre los muertos para siempre. Porque el Señor los quebrará lanzándolos de cabeza, sin habla, los sacudirá de sus cimientos; quedarán totalmentes asolados, sumidos en el dolor, y su recuerdo se perderá.
20Al tiempo de dar cuenta de sus pecados irán acobardados, y sus iniquidades se les enfrentarán acusándoles.